Mientras la mayoría de los países desarrollados maniobraba para aligerar las cargas fiscales sobre los salarios a la busca de aliviar la situación financiera de sus ciudadanos en plena espiral inflacionista, en España las subidas de cotizaciones asociadas a la reforma de pensiones de José Luis Escrivá y la inacción del Gobierno a la hora de acomodar el IRPF a la inflación han hecho que la parte del salario que se queda el Estado en impuestos se haya incrementado en nada menos que un punto durante el peor episodio inflacionista en 40 años.Así lo refleja el informe ‘Taxing Wages’ difundido este jueves por la OCDE, según el cual la presión fiscal sobre un salario medio tipo en España escaló en 2023 hasta el 40,2%, desde el 39,5% en que se situaba el año pasado. Según la información recabada por el organismo internacional, dos terceras partes de ese incremento es atribuible al alza de las cotizaciones sociales que se produjo como consecuencia de la entrada en vigor del Mecanismo de Equidad Intergeneracional y la subida de las bases máximas, en tanto que la otra tercera parte tuvo que ver con el incremento de los ingresos por IRPF, alimentada por la no deflactación de la tarifa .Noticia Relacionada estandar Si Hacienda carga a las clases medias un castigo de hasta 600 euros por no revisar el IRPF con la inflación Bruno Pérez «La Administración está haciendo trampa a los contribuyentes que han visto afectada su capacidad de pago y además han tenido que tributar más por sus rentas», lamenta el Registro de Asesores FiscalesEspaña fue el segundo país europeo que más elevó la carga fiscal de los salarios en 2023 , solo por detrás de Luxemburgo, y en los informes de la OCDE destaca como uno de los escasos países avanzados que ha subido los impuestos a las rentas de los trabajadores durante el agitado periodo de tiempo en que se encadenaron la pandemia y la escalada de los precios tras la agresión usa a Ucrania.Durante la era Sánchez la presión fiscal sobre los salarios se incrementó cerca de un punto (0,9 puntos porcentuales, del 39,3% al 40,2%); en el mismo periodo de tiempo Alemania aplicó un recorte de 1,8 puntos en las cargas fiscales sobre los asalariados, Italia las recortó en 2,6 puntos y Francia en 0,8 puntos, y en el conjunto e la OCDE la rebaja fue de algo más de un punto. Es cierto que España partía de un nivel relativamente bajo y de hecho todavía se sitúa en la mitad de la tabla en cuanto a las cargas fiscales sobre los salarios, por debajo de las economías más avanzadas del centro de Europa y los países nórdicos.La subida de la carga fiscal sobre los asalariados ha sido generalizada, pero, siempre según la metodología de la OCDE, mientras en las rentas más bajas ha sido moderada (del 35,8% al 36%) ha sido más intensa en el caso de las rentas medias (del 39,3% al 40,2% en la horquilla 2017-2023) y las rentas altas (43,7% al 44,7%), que prácticamente suponen el 80% de los asalariados .
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