Siempre se ha dicho que el perro es el mejor amigo del hombre y quienes lo han vivido en primera persona o de cerca pueden corroborar que el vínculo que surge entre ambos es único. La compañía que se hacen mutuamente es innegable pero además se suele destacar de los canes suelen que son leales e incondicionales a sus propietarios y amigos.A todo eso se le suma la percepción constante de que los perros pueden llegar a entender a las personas. En las redes sociales, por ejemplo, han trascendido múltiples vídeos de canes arropando a sus amos en situaciones de todo tipo (no hay mejor ejemplo que la del perro japonés Hachiko, que esperó durante nueve años a que su amo, fallecido, regresara) y también se sabe de historias en las que un perro ha llegado a percibir una situación de peligro y ha salvado a personas de incendios.Precisamente por actitudes como estas, en varias ocasiones se ha hablado de hasta qué punto los perros tienen la capacidad de captar y copiar las emociones y comportamientos de sus propietarios. Partiendo de la base de que la introducción de los perros a las casas y vidas familiares les ha acabado dando la habilidad para tener conexiones con los humanos, un grupo de investigadores quiso ir más allá y estudiar científicamente si los perros llegan a empatizar con las personas, tal y como parece.Reacción a según qué sonidosEl estudio, que se celebró hace unos años, lo lideró el departamento de Psicología de la Universidad de Otago , en Nueva Zelanda. Los investigadores, dirigidos por Min Hooi Yong y Ted Ruffman, realizaron un experimento con la participación de 74 personas y 92 perros de varias razas y de ambos sexos (de los que 75 vivían en entornos domésticos), a los que expusieron a tres estímulos auditivos. Eran los balbuceos de un recién nacido, el ruido blanco generado por un ordenador y el llanto de un bebé , que se reprodujeron a todos los participantes en el estudio durante diez minutos. Los investigadores analizaron el comportamiento del cortisol, que es un indicador del estrés, a través de las muestras de saliva, antes y después de que tanto humanos como perros escucharan los sonidos. Noticias Relacionadas estandar No Un veterinario explica por qué los perros ladran a unas personas y a otras no Inés Romero estandar No Dos loros son llevados como testigos a un juicio tras sacar a la luz una infidelidad: «Mi marido no está en casa»Tras el llanto se detectó que en ambos casos aumentaba «significativamente» el cortisol , con lo que quedaba acreditado que se les activaba una sensación de alerta y de comportamiento sumiso. Sin embargo, no ocurría lo mismo ni con los balbuceos ni el ruido blanco, con lo que dedujeron que estos dos sonidos les provocaban una gran insignificancia.«El patrón de respuesta en perros y humanos fue muy similar», expusieron los expertos en sus conclusiones. «Las respuestas fisiológicas y conductuales combinadas indican un contagio emocional », remarcaron los investigadores, que incidieron en que esa era la primera evidencia clara de que existía «una forma primitiva de empatía entre especies».
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