Esperanza o resignación. Y culto a la figura de Carles Puigdemont. Al ritmo de ‘No surrender’ de Bruce Springsteen, el candidato de Junts, todavía eurodiputado y fugado de la Justicia española, ha arrancado la campaña electoral desde Argelès-sur-Mer (Francia), ciudad en la que tendrán lugar todos los mítines de la campaña con la que Puigdemont aspira a llegar a la Presidencia de la Generalitat, casi siete años después de salir de España para evitar la acción de la Justicia. «Voy a por todas y creo que el país también tiene ganas», ha dicho ante los seguidores y militantes de Junts desplazados desde Reus (Tarragona) para la ocasión. Noticia Relacionada estandar No Salvador Illa pide combatir «la estrategia destructiva» de la derecha: «Estamos contigo, Pedro» Gregoria Caro El PSC reúne de forma extraordinaria a su ejecutiva y emiten un comunicado para apoyar al presidente y su mujer y condenar los «indignos ataques»Puigdemont ha cargado contra ERC y el PSC, principalmente, en su primer mitin de campaña, solo unas horas antes del inicio oficial de la misma, cuando los partidos políticos ya podrán pedir el voto sin eufemismos. Además, el candidato de Junts también ha criticado a Pedro Sánchez, presidente del Gobierno -que se ha tomado unos días para meditar si dimite-, al que, sin citarlo, se ha referido con un: los independentistas «salimos llorados de casa», ya que, desde su punto de vista, llevan tiempo aguantando las acusaciones de la Justicia, la prensa y la policía españolas. La baza electoral de Puigdemont es su figura, su fuga de España, que haya estado en Europa eludiendo la Justicia y que ahora haya anunciado que, ley de amnistía mediante, volverá a Cataluña tras las elecciones al Parlamento autonómico del 12 de mayo (12M). Así ha quedado claro en su primer mitin, no parece que se vaya a mover en el mensaje y, aunque ha utilizado el plural, así lo ha reflejado hoy: «Estamos al final de una larga represión. Hemos resistido. Mantenido la posición. Hemos roto el pacto del ‘no’ suscrito por el PP y el PSOE».Noticia Relacionada estandar No El CIS de Tezanos da la victoria a Illa y sitúa a Junts como segunda fuerza Los socialistas ganarían las elecciones catalanas con una horquilla de entre 39 y 40 escaños; y los de Puigdemont, entre 28 y 30 diputadosPara Puigdemont, los populares y los socialistas no se diferencian mucho a la hora de afrontar la problemática nacionalista. Y los ha calificado de «junts pel no», haciendo un juego de palabras con el nombre del partido y el que salió de una coalición de Convergència y ERC en 2015, Junts pel Sí, que propuso la cita electoral de aquel año como unas elecciones plebiscitarias que lideraba Artur Mas. De allí nació el Puigdemont actual. Por lo tanto, en opinión de este, Junts y él han roto «el no a la amnistía que compartían el PP y el PSOE cuando hemos sido decisivos«.En su intervención, precedida de las de Laura Borràs, Jordi Turull, Josep Rull, Anna Navarro y, por vídeo, los candidatos de Junts por Gerona, Lérida y Tarragona, el aspirante de Junts a la Generalitat ha recordado que gracias a su presión sobre el Gobierno de Sánchez se ha conseguido el «reconocimiento nacional de Cataluña, negociar en un terreno neutral y con un mediador internacional» y no ha sido por «las convicciones del PSOE, muy parecidas a las del PP». «¿Imaginaos qué podríamos hacer el día que lideremos el país otra vez»?, ha preguntado retóricamente.Pero también ha cargado contra ERC. A los que tampoco ha citado directamente. Insinuaciones. Más que suficientes. En esta carrera por ser el partido independentista más votado, Puigdemont ha confrontado su proyecto con el de Pere Aragonès, presidente de la Generalitat y candidato de ERC a la reelección, al que ha definido como el de la rendición. «Una propuesta que nos dice que hemos de bajar la persiana de la nación. Ser dóciles. Una propuesta que os pide que no tengamos esperanza y que no la tengáis para vuestros hijos», ha dicho.Así, frente al PSC, que es ‘parecido’ al PP, y a ERC, el expresidente autonómico ha planteado su propuesta como alternativa necesaria, que consigue que el Gobierno trate de tú a tú «a Cataluña». Una iniciativa personalista. Y ha añadido: «Es la hora de la esperanza de un país mejor y definitivamente libre. Sin complejos. Este gobierno [que él presidirá] mirará al futuro, para la lengua catalana, la economía, los emprendedores…». La campaña del 12M acaba de empezar. Para Puigdemont, al ritmo de ‘No surrender’.
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