En las últimas semanas, Estados Unidos ha estado enviando secretamente misiles de largo alcance a Ucrania para usarlos en el campo de batalla contra las fuerzas rusas, y según un oficial estadounidense citado por Reuters los ha empleado al menos en dos ocasiones. Los misiles formaban parte de un paquete de ayuda militar de 300 millones de dólares para Ucrania que el presidente estadounidense Joe Biden aprobó el 12 de marzo, agregó el oficial estadounidense.Noticia Relacionada estandar No Qué es el ‘Eje de la resistencia’ contra Israel: «Un escenario catastrófico para el mundo» que detonaría a varios grupos terroristas a la vez Alexia Columba Jerez Este escenario supondría un cambio drástico de todo lo que ha experimentado Israel hasta el momento y tendría repercusiones en el mundo enteroLos misiles fueron utilizados por primera vez en las primeras horas del 17 de abril, lanzados contra un aeródromo ruso en Crimea que estaba a unos 165 kilómetros de las líneas del frente ucraniano.La cuestión de enviar sistemas de misiles tácticos del ejército (ATACMS) con un alcance de hasta 300 km fue un tema de debate dentro de la administración Biden durante meses. Los ATACMS de gama media se entregaron el pasado mes de septiembre.Cambio de opiniónEl Pentágono inicialmente se opuso al despliegue de misiles de largo alcance, temiendo que la pérdida de los misiles del arsenal estadounidense afectara la preparación militar estadounidense. También existía la preocupación de que Ucrania los utilizara para atacar objetivos en el interior de Rusia.El uso por parte de Rusia de misiles balísticos de largo alcance suministrados por Corea del Norte contra Ucrania en diciembre y enero, a pesar de las advertencias públicas y privadas de Estados Unidos de no hacerlo, provocó un cambio de opinión, dijo el funcionario estadounidense.También un factor en la toma de decisiones de Estados Unidos fue el ataque de Rusia a la infraestructura crítica de Ucrania, apuntó el oficial. «Advertimos a Rusia sobre esas cosas», agregó. «Renovaron sus objetivos».A finales de enero, el ejército estadounidense encontró una manera de satisfacer sus preocupaciones sobre la preparación militar, lo que permitió a la administración avanzar. Comenzaron a adquirir nuevos misiles procedentes de la línea de producción de Lockheed-Martin.Biden se reunió con su equipo de seguridad nacional a mediados de febrero y acordó aceptar la recomendación unánime de sus asesores de enviar los misiles a Ucrania. En la discusión participaron el asesor de seguridad nacional Jake Sullivan, el secretario de Defensa Lloyd Austin, el secretario de Estado Antony Blinken y el presidente del Estado Mayor Conjunto, C.Q. Marrón.El desafío en ese momento era descubrir cómo pagar los misiles. Estados Unidos había agotado todas sus opciones de financiación y el estancamiento del Congreso impidió una mayor ayuda.En marzo surgió una oportunidad, cuando se licitaron varios contratos del Pentágono. Biden pudo utilizar la diferencia para enviar 300 millones de dólares en asistencia a Ucrania.Biden dijo a su equipo que incluyera el ATACMS de largo alcance en este paquete de financiación, pero que lo hiciera en secreto para mantener la seguridad operativa y el elemento sorpresa para Ucrania, dijo el funcionario.Rusia ha afirmado este miércoles que el nuevo armamento «no cambiará fundamentalmente el resultado» de la guerra. En los últimos meses, Kiev ha intensificado sus pedidos de ayuda occidental a medida que sus reservas de municiones se agotan y Rusia logra avances constantes.
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