Donald Trump libra dos batallas paralelas en las cuatro causas penales que le persiguen: demostrar su inocencia y retrasar al máximo los procedimientos. La primera es poco prometedora -es difícil pensar que no resultará condenado en alguno de los cuatro juicios que deben celebrarse en su contra- y su ejército de abogados ha puesto todo el énfasis en la segunda: ‘delay, delay, delay’, ‘retrasar, retrasar, retrasar’, con el objetivo de que no se le juzgue hasta pasadas las elecciones presidenciales de noviembre. Él es el candidato republicano por tercera vez, tiene algo de ventaja en las encuestas frente a Joe Biden y podría anular algunas causas si reconquista la Casa Blanca.En esa doble batalla, el expresidente se llevó este jueves una de cal y otra de arena. El Tribunal Supremo escuchó los argumentos orales de las partes sobre la posición de Trump de que está protegido por una inmunidad presidencial «absoluta» en los hechos por los que se le juzga en el caso de la campaña para dar la vuelta a los resultados de las elecciones presidenciales de 2020, las que perdió frente a Biden. El alto tribunal, con mayoría conservadora, no tomará una decisión hasta finales de junio o principios de julio, pero por la discusión con las partes pareció estar inclinado a que la inmunidad del presidente en actos relacionados con su cargo no protege a Trump en ese intento de cambiar el resultado de la elección, que acabó con el asalto al Capitolio por parte de una turba de sus seguidores el 6 de enero de 2021.Pero, para alegría del expresidente, los jueces también apuntaron a que devolverán la discusión sobre la inmunidad, impulsada por el fiscal especial Jack Smith, de nuevo a la instancia inferior. Si eso acaba por ocurrir, supondrá un nuevo retraso para el juicio contra Trump, que tenía que haber comenzado a comienzos de marzo.Noticia Relacionada En Nueva York estandar No Golpe al caso fundacional de ‘MeToo’: un tribunal revoca la condena por delitos sexuales a Harvey Weinstein Javier Ansorena | Corresponsal en Nueva YorkEl presidente del Supremo, John Roberts , fue uno de los magistrados que mostraron su descontento con los argumentos del tribunal de apelación que dieron la razón a Smith contra la exigencia de inmunidad de Trump y que favorecen que regrese el caso y se vuelva a tratar.Dos de los jueces conservadores, Neil Gorsuch y Brett Kavanaugh, ambos elegidos por Trump para el Supremo durante su presidencia, consideraron que el presidente puede tener cierta inmunidad en el caso y que las instancias inferiores deben delimitar mejor su ámbito.Ese procedimiento podría significar que el juicio no se celebre hasta después de las elecciones, algo que Smith ha buscado evitar a toda costa y que cada vez tiene más complicado.La jueza que supervisa el juicio, Tanya Chutkan, de Washington, ha dado a entender que la fase de preparación para el juicio tardará cerca de tres meses. Si los magistrados del Supremo devuelven la causa de la inmunidad a instancias inferiores, la ventana para celebrar el juicio antes de las elecciones se cierra.Si los magistrados del Supremo devuelven la causa de la inmunidad a instancias inferiores, la ventana para celebrar el juicio antes de las elecciones se cierraEl Supremo había recibido críticas ya por aceptar la consideración de la inmunidad absoluta algo sobre lo que, según algunos expertos legales, ya había decidido en el pasado y solo permitía a Trump conseguir una victoria en sus tácticas dilatorias.Esta estrategia ha dado resultado en la mayoría de las causas que le persiguen. La que se celebra en Georgia, dentro de la jurisdicción estatal, también por su campaña para dar la vuelta a los resultados de 2020 -varios de los episodios más significativos ocurrieron en este estado clave-, saltó por los aires después de que la defensa de Trump acusara a la fiscal que lo impulsó de una relación impropia con un miembro del equipo investigador. El comienzo de ese juicio no será, al menos, hasta principios de agosto , pero es posible que se produzcan más retrasos.Una situación similar ocurre con la causa sobre retención de documentos clasificados por parte de Trump tras dejar la Casa Blanca. En un principio, ese el caso con una posibilidad de condena más clara contra Trump, ante el relato presentado por los fiscales en la imputación. Pero la juez del caso, Aileen Cannon, nombrada por Trump, no parece dispuesta a impulsar la celebración del juicio, que estaba previsto para finales de mayo, pero que todavía no tiene una fecha fija.Testifica el editor de tabloides que confabuló con Trump La jornada de este jueves en el juicio contra Trump en Nueva York se dedicó de forma casi completa a la testificación de David Pecker, el que fuera editor del tabloide ‘The National Inquirer’, en su tercer día en el estrado. La declaración de Pecker es clave para la fiscalía, que considera que él, Trump y el entonces abogado del multimillonario neoyorquino, Michael Cohen, establecieron una conspiración para afectar el resultado de las elecciones de 2016 a través de la compra del silencio sobre testimonios perjudiciales para el entonces candidato republicano. Entre ellos, los romances con una actriz porno y con una modelo de ‘Playboy’. Pecker reconoció que sabía que esas transacciones podrían ser ilegalesEl único juicio que ha comenzado es el que se ventila ahora en Nueva York, pero es el de menor entidad y, quizá, mayor endeblez legal: la falsificación de documentos financieros para silenciar romances antes de las elecciones de 2016. Aunque Trump salga condenado, es posible que no tenga que cumplir pena de prisión.
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