La vivienda, en España, siempre ha tenido el problema de su precio excesivo, que se deriva de la incapacidad de la oferta para satisfacer a la demanda. Todo esto es algo conocido, aunque a algunos, como a este Gobierno, les cueste mucho entenderlo y por eso toman decisiones equivocadas para solucionarlo. El Banco de España ha cuantificado el problema, le ha puesto una cifra: en España hacen falta 600.000 viviendas nuevas. ¿Las vamos a construir? Lo dudo, al menos dudo de que el ritmo de construcción se acomode al de la necesidad, de tal manera que los precios pudieran alcanzar cierto sosiego. ¿Y por qué no se aviva ese ritmo? Pues porque el problema de la vivienda siempre se ha enfocado desde el prisma de lo político, con cierto menosprecio de lo económico. ¿Se acuerda del presidente Sánchez en la campaña electoral previa a las últimas elecciones municipales? Pues salía cada día en la televisión y en cada intervención añadía una promesa de decenas de miles de viviendas a sus promesas anteriores. Eso le sirvió para armar su discurso y atraer votos. Pero, ¿cuántas veces le ha visto después inaugurando alguna de las cientos de miles de viviendas prometidas? Claro que las viviendas tardan tiempo en construirse. Pero, ¿se sabe al menos dónde y cuándo se van a construir?Ya conoce aquel adagio que dice: Estados Unidos estimula y China planifica mientras que, España y Europa en general, regulan. Aquí se cumple a rajatabla. A nuestro Gobierno le gusta intervenir, determinar lo que se va a hacer y quien (habitualmente de entre sus numerosos familiares, amigos y conocidos) lo va a hacer. No sé dónde encuentran la fuerza moral necesaria para considerar que su opinión es mejor que la formada en el mercado y que su criterio es más libre y honrado que, por ejemplo, el suyo de usted. Pero no tenga duda de que la encuentra.Noticia Relacionada estandar No Sánchez apuesta por las casas hechas en fábrica para salvar su promesa de 184.000 alquileres baratos Antonio Ramírez Cerezo El presidente del Gobierno monta una cumbre en La Moncloa con el sector inmobiliario y la banca y les promete agilizar las licencias para construirY eso le lleva al olvido de una regla que se aprende en los primeros quince minutos de la más elemental clase de economía. Si los precios de un bien suben en el mercado, estimular a la oferta para que ponga más bienes en el mercado tiende a moderar los precios, mientras que ponerle trabas los sube. Del mismo modo que estimular la demanda, los sube también. Tampoco hay que ser un voraz lector de Hayek. Un poco de sentido común es suficiente.
Leave a Reply