Hay noticias que no precisan introducción ni comentario alguno. Basta con relatarlas. El domingo 28 de abril de 1935, el Betis Balompié —entonces no podía utilizar su título de «Real», prohibido por el Gobierno de la República— ganó 0-5 al Racing en Santander y se proclamó campeón de Liga de Primera División. A más de 800 kilómetros de distancia, Sevilla estalló de alegría en el que era último día de la Feria de Abril de aquel año. Se juntaron ambiente festivo y celebración deportiva, y esa confluencia desembocó en una euforia colectiva plagada de anécdotas y episodios inauditos.Así lo atestigua la crónica de ABC del martes 30 de abril (los lunes no se editaban periódicos): «Las noticias de la marcha del encuentro entre béticos y montañeses, favorables en todo momento a aquéllos, se divulgaron rápidamente por la ciudad. En el campo del Sevilla los aficionados, sin distinción de banderas, aplaudieron calurosamente cada vez que se les presentaba la pizarra con el tanteo. A la plaza de toros llegó la buena nueva y el público juntó sus manos en honor de los esforzados campeones. En los barrios la chavalería bulliciosa improvisó manifestaciones, dándose vivas al Betis campeón.« En los parabrisas de muchos automóviles se pintaron letreros con el tanteo y con expresivos vivas. Las casetas que en la Feria tenían los béticos se animaron extraordinariamente, y en ellas menudearon los brindis, entre comentarios de gran elogio para el comportamiento del equipo. Fue, en fin, tema obligado de conversaciones el triunfo del Club blanquiverde, logrado en condiciones que le dan calidad de auténtica hazaña».Por supuesto, al campeón le llovieron los parabienes: «En la Secretaría del Betis se reciben constantemente felicitaciones por el triunfo. Han enviado telegramas todos los Clubs de primera división, destacando, entre estos, por lo expresivos, los del F.C. Barcelona y del Madrid F.C. Los recién ascendidos, Hércules y Osasuna , también felicitaron efusivamente a los béticos, así como la mayoría de las Federaciones y muchas Peñas deportivas de toda España. Los telegramas recibidos en la secretaría bética suman varios centenares».Los políticos, cómo no, también se sumaron a la fiesta. El primero, Isacio Contreras , alcalde de la capital andaluza: «Como sevillano y como alcalde quiero hacer pública mi satisfacción por el triunfo de un equipo local en el campeonato de fútbol español. Para nuestra ciudad esta victoria tiene una importancia extraordinaria, pues concentrará en ella la atención de toda una corriente de opinión, que adquiere en nuestra Patria mayor relieve cada día. Los que a tanta altura han puesto en este aspecto del deporte el nombre de Sevilla merecen la gratitud de todo el pueblo, y para mí, que modestamente lo represento en estos instantes, será un orgullo expresarlo así, cuando en, su llegada a nuestra ciudad sean portadores para Sevilla del más preciado galardón deportivo que se discute en España».El propio club sevillano publicó en su página web oficial un amplio reportaje en el cual se detalla lo vivido. Son recuerdos imborrables de aquellos días en los que el Betis escribió su capítulo deportivo más importante: «La Feria de 1935 duró cuatro días —del jueves 25 al domingo 28— y estuvo pasada por agua. Pero, en conjunto, quedó un magnífico recuerdo de ella. Así al menos lo recogieron los periódicos de la época, que destacaron el enorme gentío que se dio cita en las casetas y las auténticas multitudes que frecuentaron la calle del Infierno…».«Empezaba la Feria, pero los futbolistas del Betis no llegaron a pisarla siquiera, ya que el miércoles 24 la expedición verdiblanca partía con destino a Santander. Una breve nota de ‘El Liberal’ contaba que: ‘ Fueron despedidos los jugadores béticos por numerosos aficionados , que les aplaudieron y animaron para su lucha definitiva’…Los jugadores del Betis viajaban en el autobús del club, ‘ La Flecha Verde ‘, camino de la capital de La Montaña. Perseguían la gloria…».Colas interminables en las taquillas«El jueves 25 llega el Betis a Santander. Se aloja en un hotel de la capital cántabra y enseguida los futbolistas salen a caminar por la ciudad… El viernes, los jugadores del Betis se ejercitan en El Sardinero . La expectación es enorme y así lo pone de manifiesto el periódico local ‘La Región’, que publica lo siguiente: ‘Los entrenamientos realizados por los béticos sobre el escenario de la gran final fueron presenciados por centenares de aficionados, quienes quedaron gratamente impresionados por la forma espléndida e impecable de la suntuosa embajada sevillana ‘. Se informa asimismo de que frente a las taquillas ‘se establecieron varias e interminables filas indias al objeto de proveerse la correspondiente localidad para presenciar el partido’. Por último, se comunica que se retrasará la salida de los trenes en la tarde del domingo para facilitar el traslado de los muchos espectadores que acudan al partido y la directiva del Racing anula todos los pases de favor, incluidos los de los niños de las escuelas públicas a los que habitualmente invita».«En Sevilla, el cielo se estropea a medida que va pasando el viernes de Feria, lo cual no impide que en las casetas donde se dan cita los béticos se siga brindando por el gran éxito que cada vez está más cerca. Casetas como la de la Tertulia Bética ‘Los Pepinales’ , la que lleva por nombre ‘ El 15 ‘ y la propia del Betis, que incluso merecerán premios municipales por su cuidado exorno. Esa misma noche se pone a llover, aunque, por lo menos, se salva la corrida de toros…».«El Betis, en Santander, se toma el sábado como día de reflexión y descanso. Apenas salen del hotel y míster O’Connell (entrenador verdiblanco) vigila todos los detalles… Amanece el domingo en Sevilla y la tensión en la ciudad va subiendo a medida que se despereza el día. Está nublado y amenaza lluvia. Mucha gente en la Feria por la mañana, a la espera de que sean las cuatro de la tarde, que es la hora fijada para el comienzo del partido de Santander. Previsores y esperanzados, los aficionados béticos disponen distintos lugares en la ciudad para recibir las noticias que vayan llegando de Cantabria. Los despachos y bares habituales, a los que en las últimas horas se ha sumado la línea instalada en el campo de Nervión, donde a las cinco de la tarde recibe el Sevilla al Donostia. Todo el mundo quiere saber qué ocurrirá en la gran final del Sardinero. En el partido de los partidos ».«Y lo que pasa es que el Betis ya va ganando por 0-2 a los 5 minutos, goles de Caballero y Unamuno . Desde ese momento, el título está en el bolsillo. Los verdiblancos pasan por encima del Racing y le endosan un abultado 0-5. Unamuno hace 2 más hasta conseguir el hat-trick y Caballero suma otro para rematar el doblete».Delirio en La Maestranza«Cuentan las crónicas que en Nervión se recibe la goleada bética con aplausos y en La Maestranza hay momentos en que aquello es el delirio, mientras que los novilleros Juanito Valenciano, Venturita, Revertito y Daniel Luca de Tena lidian el ganado de Clairac . Una pizarra va informando de los goles y las ovaciones no cesan. Sobre todo, en las casetas béticas de la Feria. Y como la tarde está metida en agua, hay quien apunta el resultado en un paraguas y así se pasea por todo el Real».«En los vestuarios del Sardinero el júbilo es indescriptible. Así lo confirman las declaraciones del capitán Unamuno: ‘Estamos orgullosos del triunfo. Tanto mis compañeros como yo hemos visto recompensado nuestro esfuerzo, nuestro entusiasmo’… La expedición bética duerme en Santander y al día siguiente sale para Bilbao . A las dos y media llega a la sede del Athletic , donde el directivo vasco Juan Bengoechea le entrega la Copa a Victorio Unamuno. Todos posan con el trofeo y con los guarismos del marcador de El Sardinero. En la calle se agolpa el gentío y una multitud acompaña y despide a ‘La Flecha Verde’ camino de Sevilla».El primer club que derrocó el triunvirato de Barça, Athletic y Madrid El Betis ganó el séptimo campeonato de Liga de la historia. Su triunfo fue el primero de un club de la clase media balompédica de la época. Hasta entonces, F.C, Barcelona (1928-29), Athletic de Bilbao (29-30, 30-31 y 33-34) y Madrid F.C. (31-32 y 32-33) se repartían los títulos de la todavía jovencísima Primera División española. De hecho, para romper la hegemonía de los tres equipos más importantes, los verdiblancos tuvieron que luchar hasta el final con uno de ellos, el Madrid. En la Primera de entonces participaban doce clubes. El Betis llegó a la fecha final (22ª) del torneo con 32 puntos, uno más que los madrileños. Las victorias valían 2 puntos y quedaba un solo partido. Los sevillanos jugaban en Santander (10º clasificado) y el Madrid lo hacía en casa ante el colista y ya descendido Arenas de Guecho . El conjunto blanco goleó a los vascos (6-1). El Betis, que ocupaba el liderato desde la tercera jornada, hizo lo mismo en El Sardinero (0-5) y se proclamó nuevo campeón —nunca mejor dicho—.de Liga.«Mientras tanto, las autoridades municipales de Sevilla se apresuran a cumplimentar a los verdiblancos, le ruegan ‘a los béticos que pretendan salir con sus automóviles a recibir al equipo, que no vayan más allá de Carmona’ y anuncian el itinerario que seguirá la comitiva cuando llegue el martes por la tarde. A los sones de la banda de música del Hospicio, entrarán por la Puerta Jerez , se situarán ante el Hotel Municipal (actualmente, Hotel Alfonso XIII) y desde allí, acompañados por el alcalde y el delegado de festejos, se dirigirán al Ayuntamiento en cuatro coches enjaezados a la andaluza a los que les abrirá paso una sección de la Guardia Municipal montada. En la Casa Consistorial los recibirá la Banda Municipal. Y así ocurrió. Los campeones llegaron a Sevilla a las ocho de la tarde del martes 30 de abril y la ciudad fue feliz con el nombre del Betis en la boca y en los corazones ». Dos días más tarde, el jueves 2 de mayo, tuvo lugar en el Ayuntamiento «un agasajo al Betis Balompié por su magnífico triunfo en la competición nacional de Liga. Consistió en un vino de honor, al que fueron invitados, además de los directivos y jugadores del Betis, la Federación Regional en pleno, los representantes de todas las sociedades deportivas de Sevilla , incluso las más modestas». Pese a «no tener el honor de recibir invitación para el acto», ABC dio cuenta del mismo: «Según referencias que nos merecen crédito, fue en extremo cordial, exteriorizándose los entusiasmos de los reunidos por la proeza de los béticos. Ofreció el agasajo, en nombre de la ciudad, el alcalde, Sr. Contreras, quien renovó sus frases de elogio en homenaje al equipo blanquiverde. Contestó el presidente del Betis , Sr. (Antonio) Moreno Sevillano , expresando la gratitud del Club y sus propósitos de hacer cuanto le permitan sus posibilidades para seguir mereciendo los honores que tan generosamente se le han dispensado. Usó luego de la palabra el presidente del Sevilla, Sr. (Ramón) Sánchez Pizjuán . Ensalzó en tonos elevados la hazaña realizada por el Betis. Las frases cordiales del presidente sevillista fueron unánimemente elogiadas, y al final de ellas se abrazaron los señores Sánchez Pizjuán y Moreno Sevillano, entre aplausos y vivas al Sevilla y al Betis. Por último, brindó un representante de los clubs de tercera categoría. En la copa trofeo del campeonato bebieron champaña las autoridades y personalidades asistentes al acto, que resultó muy lucido y cordial».El propio club verdiblanco reconoce que lo sucedido en 1935, hace 89 años, fue una historia «para la leyenda», cuyo final feliz aconteció «cuando apenas se había ido la Feria más hermosa de todas las vividas por el Betis. Gloria a Míster Patricio O’Connell y gloria a Urquiaga ; Areso y Aedo; Peral, Gómez, Larrinoa; Saro, Adolfo, Unamuno, Lecue y Caballero (los que jugaron en Santander) y a los que deben sumarse Timimi , Espinosa , Rancel y Pepe Valera ».
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