El desorden que dejas

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El desorden que dejas

Monumental enfado del PSC con Sánchez. El número de la carta, teñido de despotismo bolivariano por no consultarlo previamente con nadie ni tener en cuenta que empezaba la campaña electoral en Cataluña, ha dinamitado la campaña de Salvador Illa, que de aquí al lunes va a perder el foco con todo el mundo pendiente de lo que va a hacer el presidente; y que a partir del lunes tendrá que adaptar sus mensajes a lo que finalmente anuncie. Media campaña, o tal vez toda, habrá saltado por los aires. Viene de las elecciones de julio la mala relación entre Illa y Sánchez. Por el magnífico resultado en Cataluña, lo que sin duda le permitió continuar en La Moncloa, desarrolló el presidente unos ciertos celos al PSC, que tomó como una agresión la no continuidad de Miquel Iceta ni de Víctor Francos en el Gobierno. «En el PSOE no gustan las mentes pensantes», dijo entonces un alto cargo de los socialistas catalanes.La claudicación ante Puigdemont con la ley de amnistía tampoco fue plato de buen gusto para Illa, que consideraba que los indultos habían bastado para desinflamar pero que el nuevo paso le apartaba del agua tibia de la vocación mayoritaria. Si en 2021 drenó la mayor parte de votos y escaños que perdió Ciudadanos, los seis que todavía le quedan al partido naranja se los va a llevar, según todas las encuestas, el PP de Alejandro Fernández, que también podría rascarle unos cuantos a Vox. elecciones_correo_0679 Elecciones por correo ABC te ofrece la jornada de la campaña electoral catalana en 5 minutos NoIlla tendrá una victoria mucho más ajustada de la que tenía más o menos asegurada sin amnistía ni cartas a la militancia. Ayer el CEO –el CIS de la Generalitat– daba en las horquillas altas mayoría absoluta a la suma de ERC y Junts. Haberle salvado la vida a un Pedro Sánchez que agonizaba estará entre las gestas que Illa podrá contar a sus nietos, pero tendrá que explicarles también que en política no suele existir el agradecimiento y que cuando ganas, aunque sea para ofrecer la victoria, sueles despertar una oscura rabia, profunda y sorda, que difícilmente se calma.

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