A finales de abril de 2014, hace justo diez años, tras la victoria del Real Madrid de Ancelotti sobre el Bayern de Guardiola (1-0) en la ida de semifinales de la Champions, Rummenigge dejó para la hemeroteca una reflexión histórica en referencia al partido de vuelta: «Cuando llegue el próximo martes, van a arder hasta los árboles de Múnich». Ese incendio, que finalmente se le vino encima al propio Bayern, goleado 0-4 por el Madrid, nada tiene que ver con el actual, pero los de Baviera le tienen cogido el gustillo al fuego. También al interno. Que se lo digan a Hoeness, el presidente de honor del Bayern, que no ha tenido mejor idea que echarle gasolina a Tuchel a las puertas del partido de ida del Allianz ante los blancos: «Me llevo muy bien con él, aunque él tenga una opinión diferente. Tuchel no cree que pueda mejorar a un Davies, un Pavlovic o un Musiala. Si no funciona, él piensa que es mejor comprar jugadores antes que mejorarlos. Mientras que yo pienso que hay que trabajar duro con ellos y darles confianza».Noticia Relacionada Esbozos y rasguños opinion Si El artificiero Javier Aznar Nunca fue titular, siempre un jugador de fondo de armario, una navaja suiza multiusos para casos de emergencia, niña bonita de Zidane, para quien era el futbolista número 12No es la primera vez que Hoeness mostraba su descontento con Tuchel. De hecho, fue uno de los que más presión metió para que no se le renovara el contrato, algo que se le comunicó a principios de febrero y que rompió por completo la ya distante relación del técnico con las leyendas muniquesas que dirigen la entidad. «Sus declaraciones están muy lejos de la realidad. No sé ni cómo responderle. Me ha herido en mi honor como entrenador. Si algo hemos demostrado en los últimos quince años es que los canteranos, si rinden bien, siempre tienen un sitio con nosotros. Le entiendo muy poco a Uli Hoeness. Creo que lo que dice no tiene ni pies ni cabeza», respondió Tuchel. El ejemplo de BryanLas duras críticas de Hoeness vienen a confirmar la información que contó hace un mes este periódico respecto a Bryan Zaragoza . Tras lesionarse Coman, Tuchel exigió adelantar su fichaje, cerrado para la próxima temporada, al mercado de invierno. Poco después, le anunciaron su adiós en junio, y como venganza decidió no poner de su parte para que Zaragoza acelerara su adaptación. Apenas ha jugado minutos residuales: «En realidad, esto está tan lejos de la realidad que no habría reaccionado en absoluto si no hubiera venido de Uli Hoeness. El hecho de que venga de uno de nuestros jefes antes del partido contra el Madrid le da un sabor diferente».Tuchel, más allá de sus evidentes diferencias con Uli, no entiende el timing de sus comentarios. El equipo, en una de sus peores temporadas de los últimos quince años, con la Bundesliga y la Copa ya perdida, aún tiene el comodín de la Champions. No lo va a tener fácil ante el Madrid, pero el técnico del Bayern entiende que no es el momento de incendiar nada, sino de poner el foco en cómo eliminar a los blancos. Pero Hoeness es un verso libre. De hecho, siempre lo ha sido, y a estas alturas no va a cambiar.
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