Miguel Bernad ha vuelto esta semana a la actualidad gracias a la apertura de diligencias contra la esposa del presidente del Gobierno por parte de un juez de Madrid. La denuncia proviene del fundador de Manos Limpias y tiene todos los visos de terminar archivada, pues se trata de una mera recopilación de informaciones publicadas sin indicios claros de delito. Encaja con el proceder del querellante profesional, quien presentó unas 1.500 denuncias desde que fundó Manos Limpias , en 1995, hasta su detención por agentes de la UDEF de la Policía en 2016 acusado de extorsión. Si un reloj parado da correctamente la hora dos veces al día, de una tonelada de denuncias alguna puede llegar a buen puerto. La última no parece que vaya a progresar demasiado en los juzgados de Plaza de Castilla, pero ha alcanzado una trascendencia política inimaginable . Pedro Sánchez la ha utilizado para denunciar ‘lawfare’, convirtiendo esta causa en el lugar en el que pivota su estrategia populista de hombre «profundamente enamorado» – cesarista y narcisista a partes iguales –, inédita en un primer ministro de un país avanzado y al alcance de muy pocas mentes. La Fiscalía, haciendo honor en este caso a la pregunta retórica del presidente ( ¿de quién depende la Fiscalía? ) batió el récord de los 100 metros lisos interesando a la Audiencia Provincial el archivo de las diligencias.Los orígenes ultraderechistas de Bernad son un gran ingrediente de esta ensalada que ha preparado el sanchismo y que está deglutiendo con gusto buena parte de la ciudadanía y de la prensa. Cierto es que el líder de Manos Limpias fue un fervoroso seguidor de Blas Piñar , que se presentó en listas electorales de partidos ultras y que su ideología –aunque aceptando la democracia– linda con el franquismo. Pero también es cierto que Miguel Bernad tiene derecho a presentar denuncias chapuceras, y ya hablarán quienes tienen las competencias de firmar autos .Noticia Relacionada Jefe de investigación de ABC estandar No Javier Chicote analiza el origen de Manos Limpias, el sindicato ultra al que también alabó la izquierda La organización está detrás de la demanda por supuesto tráfico de influencias contra Begoña GómezAdemás, es tan torpe la denuncia que hasta podría beneficiar a Begoña Gómez si se archiva cerrando la puerta a otras posteriores pero más elaboradas. De momento la platea progresista ya está señalando al juez, que tiene una hija ‘nosequé’. Obsesionado contra la izquierda, el independentismo y la homosexualidad , tradicionalmente los medios y partidos de izquierda se referían a Miguel Bernad y a su herramienta de sicofante como el «pseudosindicato ultraderechista». El motivo de constituirse en sindicato, pese a que sus actividades dedicadas a los trabajadores eran poco más que anecdóticas, fue que provenían de los sindicatos verticales del franquismo. Además, Bernad formó parte de la FNT (Fuerza Nacional del Trabajo) , el sindicato de Fuerza Nueva.Días de vino y rosas Tras varios fracasos en su carrera política y bastante ostracismo al frente de Manos Limpias , por fin llegaron los días vino y rosas: el caso Nóos. El juez de Palma José Castro quería procesar a la Infanta Cristina, pero el fiscal Anticorrupción Pedro Horrach se oponía, y sólo acusaba a su marido, Iñaki Urdangarin , entre otros. Así, el magistrado aceptó de buen grado la personación de Manos Limpias como acusación popular y eso fue lo que le permitió sentar a la hermana de Felipe VI en el banquillo de la Audiencia de Palma. La izquierda jaleó entonces a Bernad y a la abogada que designó para la causa , Virginia López Negrete , al tiempo que atacaba a ABC por publicar unas fotografías de compadreo del juez Castro y la letrada entre gintonics en plena instrucción (un diario –no de izquierdas éste– hasta inventó una operación del CNI, cuando las fotos las había sacado el avispado parroquiano de la mesa de al lado, al que Juan Manuel de Prada hasta le dedicó un artículo). Pero el globo que cebaron terminó pinchado. La Infanta fue absuelta y Manos Limpias condenado en costas por usar una estrategia procesal temeraria y de mala fe.elecciones_correo_0679 Elecciones por correo ABC te ofrece la jornada de la campaña electoral catalana en 5 minutos NoTres millones de eurosLuego supimos que antes del juicio Bernad estaba intentado vender la desimputación , la retirada de su escrito acusatorio, a cambio de tres millones de euros que debía aportar La Caixa, entidad en la que trabajaba la Infanta. Tras su arresto en la operación Nelson, Bernad fue condenado en la Audiencia Nacional a cuatro años de cárcel por extorsionar a bancos y empresas (cobrar por interponer denuncias y luego por retirarlas, el problema y la solución), pero el Tribunal Supremo lo absolvió hace apenas mes y medio. La Sala Segunda dio por bueno el relato de los hechos de la Audiencia, pero consideró que éstos merecían sólo reproches éticos, no penales, por ser los presuntos extorsionados poderosas entidades con medios suficientes para defenderse de los embates de Miguel Bernad y Luis Pineda, presidente de Ausbanc . Y Bernad, ya sin condena que lo lastre, a lo suyo. La que has liado, Miguel, le están diciendo.Me perdonará el lector si concluyo este análisis hablando de mí, pero es que Bernad también me denunció , como a Begoña Gómez, en este caso por hacer mi trabajo, que consistió en desnudar el suyo. Hasta hubo juicio (civil), aunque no me dejaron declarar, y estoy a la espera de sentencia. Pero no se preocupen, por favor, que no voy a denunciar ‘lawfare’ ni recabar apoyos entre pianistas de burdel . Voy a respetar los pasos de la justicia, hasta los que no me gustan, porque en esto consiste una democracia, y eso que en mi caso ni siquiera sería una injerencia del poder ejecutivo en el judicial… Tampoco me retiro a meditar mi futuro, y eso que también estoy profundamente enamorado de mi mujer. Bernad no hace bueno al doctor Sánchez. Ni viceversa . Y en este periódico no nos gustan las trincheras.Vaya país nos están dejando «los hunos y hotros», que decía Unamuno.SOBRE EL AUTOR Javier Chicote Autor del libre ‘Manos Limpias, manos sucias’
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