No es lo mismo comprar equipos de fútbol en Europa o invertir en el negocio del espectáculo en Occidente, que levantarlo en la propia Arabia Saudí, patria chica de La Meca y Medina donde imperan las normas sociales de la secta musulmana radical de los wahabíes. La decisión del príncipe heredero, Mohamed bin Salman, de crear en Riad el primer espectáculo de ópera escrito y en gran parte protagonizado por saudíes es otro más de los gestos audaces del ‘hombre fuerte’ delpaís. Un paso que ha despertado estupor en los círculos del clero wahabí , y críticas en las oenegés de derechos humanos, que lo califican de mera operación de marketing político.Hay teatros de la ópera en El Cairo, Damasco y Dubái, y Arabia Saudí está construyendo el suyo propio en el distrito histórico de Diriyah, en la capital, Riad. La ópera forma parte del plan de inversión de Bin Salman para crear focos de cultura y espectáculos -más allá del fútbol y del fichaje de estrellas-, y atraer turismo árabe y de otras regiones. Esa es otra de las aspiraciones del príncipe heredero, de 38 años, que desconcertó en su día. Hasta 2018, conseguir visado de entrada en Arabia Saudí era una hazaña, solo al alcance de diplomáticos y de empresarios extranjeros.La ópera que se estrenará en Riad, ‘Zarqa Al Yamama’, es la historia de una matriarca de ojos azules de la era pre-islámica que tiene el don de predecir el futuro. La compañía contratada para representarla fue creada hace dos años en Suiza , y está produciendo ya la obra en Riad siguiendo un libreto escrito en árabe por un poeta saudí, con música de un compositor australiano. El papel de la heroína ha sido encomendado a una mezzosoprano británica, Dame Sarah Connolly.Noticia Relacionada estandar Si Jordania, entre la ‘espada’ iraní y la ‘pared’ israelí Pablo M. Díez | Enviado especial a Amán (Jordania) Defensor de la causa palestina y, al mismo tiempo, aliado de Occidente, el Reino Hachemita se halla en un difícil equilibrio tras ayudar a derribar los misiles lanzados por Teherán contra el Estado judíaAgunas mejorasDesde hace años, Riad ofrece temporadas anuales de espectáculos fastuosos -el último, esta incursión en el mundo de la ópera- que han cambiado la estampa de la capital saudí, ya irreconocible desde que se permite que hombres y mujeres se junten en los restaurantes, lugares de ocio y las aulas universitarias . Desde 2018, por disposición de Bin Salman, el estatus de la mujer ha experimentado mejoras notables . Ya no es obligatorio el uso de la túnica, abaya, y del velo -aunque gran parte de las mujeres siguen usándolo por razones religiosas-, pueden conducir, y pueden prescindir sobre el papel de un tutor masculino para poder viajar.El clero wahabí tolera a regañadientes las reformas sociales en favor de la mujer. Las capas bajas de la sociedad saudí, por su parte, asisten con indiferencia a las ofertas culturales o de ocio, que no están al alcance de sus bolsillos.El clero wahabí tolera a regañadientes las reformas sociales en favor de la mujerLa visión crítica más explícita procede, no obstante, de las organizaciones internacionales de derechos humanos, que consideran «cosméticas» la mayor parte de las reformas de Mohamed bin Salman . «Si de verdad estuviera preocupado por las reformas -ha declarado a la BBC Mariam Al Dossari, una activista saudí que reside en Londres- debería empezar por invertir en las escuelas, los hospitales y los derechos humanos de los que están por debajo del umbral de la pobreza».Sarah Leah Whitson, directora ejecutiva de la ONG ‘Dawn’ -fundada por el periodista disidente saudí Kashoggi, asesinado en el consulado de Riad en Estambul en 2018- cree por su parte que lo que pretende el régimen con iniciativas como la de la ópera es «difundir una imagen de país liberal y moderno, que contrasta con su gobierno cruel y represivo».
Leave a Reply