En el mundo de la limpieza , la lejía se alza como un héroe indiscutible. Su poder blanqueador, aparente mágico, nos permite eliminar manchas difíciles y mantener nuestra ropa impecable. Pero, ¿cómo funciona realmente?Para comprender el poder de la lejía debemos adentrarnos en el fascinante mundo de las moléculas. Sabemos que la ropa, al igual que cualquier otro material, está compuesta por moléculas estrechamente unidas, las cuales, a su vez, están formadas por átomos.Además, las moléculas no se encuentran aisladas en el espacio, sino que interactúan entre sí a través de fuerzas intermoleculares (fuerzas de Van der Waals o fuerzas de enlace de hidrógeno).Noticia Relacionada estandar No Los secretos de la tela Pongee, el material con el que se hacen los paraguas Pedro Gargantilla Las cualidades que se exigen para fabricar un paraguas de calidad son ligereza, resistencia, repelencia al agua, secado rápido y versatilidadLa suciedad también tiene moléculasAdentrándonos ahora en el color de la ropa, y de una forma simplificada, podemos afirmar que se produce cuando la luz blanca incide sobre ella y los electrones de los átomos absorben un poco de su energía, devolviendo la luz sin esa fracción energética.Esto explica por qué la luz rebotada no es blanca sino de color.La suciedad, en sus diversas formas, también está compuesta por moléculas, las cuales, al entrar en contacto con la ropa, pueden interactuar con las moléculas del tejido a través de las fuerzas intermoleculares.Según la interacción hay dos tipos principales de manchas: por transferencia y por precipitación. Las primeras se producen cuando las moléculas de la suciedad se transfieren a la ropa por contacto directo. Un ejemplo clásico es una mancha de grasa de comida.Por su parte, las manchas por precipitación se forman cuando las moléculas de la suciedad se disuelven en un líquido -como puede ser agua o el aceite- y luego se depositan sobre la ropa al evaporarse el líquido. Un ejemplo común es una mancha de café.La lejía es un ladrón de electronesAhora es cuando entra en juego el tercer actor, la lejía, cuyo componente principal es el hipoclorito de sodio (NaClO). Este compuesto químico actúa como un agente oxidante, lo que significa que tiene la capacidad de robar electrones a otras moléculas.Y es que cuando la lejía entra en contacto con una mancha, sus moléculas de hipoclorito de sodio atacan las moléculas del colorante, le arrebatan electrones, rompen los enlaces y altera su estructura molecular.Al perder electrones, las moléculas experimentan un cambio en su configuración electrónica que modifica su capacidad para absorber la luz visible, haciendo que la mancha pierda su color y se torne invisible a nuestros ojos. Este proceso químico es irreversible, puesto que una vez que las moléculas han perdido sus electrones y han cambiado su estructura nunca podrán volver a su estado original.Además de su poder blanqueador, la lejía también tiene propiedades desinfectantes, ya que es capaz de eliminar microorganismos. Esta característica la convierte en un producto ideal para desinfectar superficies y prevenir la propagación de enfermedades.MÁS INFORMACIÓN noticia Si Las ventajas biológicas de consumir alimentos crujientes noticia No ¿Por qué algunas personas tienen el pelo rizado y otras lacio?De hecho, cuando la lejía fue descubierta, allá por 1785, por el químico francés Charles- Francois de Bethollet , se utilizó principalmente para desinfectar agua y prevenir la aparición de enfermedades.
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