Las tropas rusas mantienen la iniciativa ofensiva en el teatro ucraniano. Las operaciones de mayor calado se desarrollan en el Donbass. En el óblast de Lugansk , al norte de Svatove, en un frente de 30 km, tratan de progresar en dirección al río Oskil. En el óblast de Donetsk , el frente más activo se extiende cerca de 100 km, con acciones ofensivas que se desarrollan mediante dos esfuerzos de gran intensidad y un tercero complementario. De los primeros, uno se concreta en la encarnizada batalla por el baluarte de Chasiv Yar (oeste de Bajmut), posición recientemente reforzada con fuerzas especiales y donde las tropas ucranianas ejercen su esfuerzo principal de defensa en el Donbass. El otro, al sur del anterior, procede por el norte de la E-50 en dirección a Selydove y Prokovsk. Esfuerzo a su vez flanqueado por otro complementario a caballo de la N-15, en dirección a Kurajovo. Fuera del teatro, el hecho más relevante ha sido la promulgación en EE.UU., el pasado 24 de abril, de una ley aprobando un paquete de ayuda a Ucrania de 60.850 millones de dólares; paquete que había estado, durante varios meses, bloqueado en la cámara de representantes. Tal implantación tiene un enorme significado tanto en el plano político, como en el militar y el económico. En primer lugar, porque significa que la administración Biden ha optado por un retorno a la asistencia selectiva a Ucrania, cuando parecía haberla abandonado a su suerte. Bien que, con la mera intención de erosionar el potencial militar y económico de Moscú, ello conlleve un alargamiento indefinido de las hostilidades. Estrategia con menor probabilidad de éxito cuanto más se demore un potencial cese de hostilidades si las tropas rusas siguieran avanzando. Además de la correspondiente inyección de moral, tanto para la población como las tropas ucranianas, la aprobación del lote ha tenido un efecto de arrastre de los países (principalmente de la OTAN) del grupo de contacto para el apoyo a Ucrania (formato Ramstein). De ahí que se haya producido, el pasado 25 de abril, una reunión (por videoconferencia) de los ministros de defensa de tal grupo, en la que algunos de los donantes aceptaron rascarse sus cicateros bolsillos. Como el que no corre vuela, el secretario general de la OTAN, Stoltenberg , el 29 de abril, visitó Kiev para colgarse la medalla. En la mencionada reunión, la ministra española, Margarita Robles, anunció próximas entregas a Ucrania de ametralladoras, vehículos de transporte y blindados de infantería, medios contracarro, obuses de artillería y material sanitario, incluyendo también algunos misiles Patriot del insuficiente arsenal español. Pero no las baterías demandadas por Zelenski por, entre otras, tres buenas razones. Una, porque de las tres que posee España, una está desplegada en Adana (Turquía). Dos, porque, aunque más alejada geográficamente de Rusia que la mayoría de los países europeos, España también está al alcance de los misiles rusos. Y tres, porque parte de nuestro territorio nacional no está plenamente cubierto («amenaza no compartida», en argot militar) por la OTAN.Noticia Relacionada estandar Si Europa acelera hacia la creación de una defensa propia Enrique SerbetoEl paquete aprobado significará, sin duda, un incremento de las capacidades operativas de las tropas ucranianas, al incluir armamentos de gran alcance (ATACMS y HIMARS, entre otros). Aunque ello, probablemente, no las permita pasar a la ofensiva, teniendo en cuenta su escasez de recursos humanos y las dificultades para el reclutamiento. Podría servir, tal vez, para contener/frenar los avances de las tropas rusas y atacar sus retaguardias, así como, quizás, desarrollar acciones puntuales «espectaculares» como podría ser, por ejemplo, un ataque contra el emblemático puente ruso de Crimea. En definitiva, no parece previsible que las tropas ucranianas pudieran abortar la ofensiva rusa de primavera-verano, que el Kremlin parece estar preparando. Aquel montante de 60.850 millones de dólares, atendiendo a su desglose (en millones de dólares), tampoco podría tildarse de babilónico: 23.200 para reposición de medios norteamericanos entregados anteriormente; 11.300 para operaciones norteamericanas en curso; 4.700 para otros gastos; 7.850, a fondo perdido, como ayuda financiera al estado ucraniano; y solo 13.800 para armamentos, sistemas, bienes y servicios de las tropas ucranianas (algunas de esas armas/vehículos ya estaban en Europa a la espera del desbloqueo de la ley). Claro que, con tal paquete de ayuda, Ucrania robustece su deuda con EE.UU., al incrementarla en 53.000 millones de dólares.SOBRE EL AUTOR pedro pitarch El autor es teniente general retirado del Ejército de Tierra. Fue jefe del Eurocuerpo y de la Fuerza Terrestre y director general de Política de Defensa en el Gobierno de Zapatero. Ocupó la jefatura de la División de Estrategia y Cooperación Militar del Estado Mayor de la Defensa, así como de la División de Logística del Mando Supremo de la OTAN.
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