Todo el buen baloncesto que el Barça desplegó el miércoles se esfumó en el cuarto partido ante el Olympiacos. Los azulgranas recibieron un duro correctivo, brillantes los griegos, muy pasionales, aupados tanto por su grada como por las acertadas actuaciones de Fall , McKissic y Petrusev . Pero fueron tan culpables los helenos del abultado resultado como los azulgranas, que sufrieron algunas desconexiones indignas de un equipo de su categoría. Nadie estuvo fino en ataque y su defensa fue un regalo para sus rivales, que machacaron el aro sin piedad. Ahora la serie se decidirá en Barcelona el miércoles que viene, en un quinto partido que dictará quién viaja a la Final Four de Berlín , donde ya aguarda el Real Madrid . Solo toca esperar qué tipo de Barça comparecerá: el sólido y ambicioso grupo que puede sobrevivir en la más hostil de las batallas o el alma en pena que siente haber sufrido demasiadas desgracias en la Euroliga. Se mostró más virulento de lo habitual El Pireo, muy enfadada la grada griega tras las cuestionables decisiones arbitrales del tercer partido. Además, el Olympiacos recuperó para la cita a su genial capitán Papanikolaou , ausente hasta la fecha por lesión, y Moustapha Fall , con sus 218 centímetros, destrozó el aro en los primeros minutos del duelo, tanto que sumó 10 de los primeros 12 puntos de los locales. El ambiente era de lo más hostil, pero el Barça, por sorpresa, ni se inmutó. Ricky y Laprovittola apuñalaban desde la distancia y tanto Vesely como Parker se mostraban muy superiores bajo el aro rival mientras el sol crepuscular se colaba por las ventanas del Peace and Friendship (nunca un estadio de baloncesto tuvo un nombre tan alejado de la realidad, pues el recinto heleno de pacífico y amistoso no tiene nada). Pero poco duró la felicidad azulgrana, pues las individualidades del Olympiacos hicieron desaparecer la ventaja en un santiamén. Noticia Relacionada estandar No LeBron James abre la puerta a su retirada Javier Corcuera Despidió anoche su vigesimoprimera temporada en la NBA con un sabor amargo tras caer por 108-106 ante los Denver NuggetsNo protegía bien el Barça su aro y sus irregulares lanzamientos desde el tiro libre dieron alas a los locales, mucho más fluidos en ataque. Un triple de Larentzakis , que además le costó una antideportiva a Abrines , hizo saltar por los aires el pabellón. Descentrados los catalanes, los helenos olieron sangre, se lanzaron a la yugular y no tuvieron ninguna piedad. El parcial fue de 15-0 y el Barça tardó cinco minutos en anotar su primera canasta del segundo cuarto. El repaso era de escándalo y la diferencia, al descanso, de 16. Era un drama el hacer visitante, sin ideas en ataque y muy flojo en el apartado defensivo. Todos los tiros eran desviados por el metal, sin excepción, y el Olympiacos prolongaba su dominio desde el triple. Dos aciertos de Papanikolaou dictaron sentencia, mandaron al Barça de vuelta a casa de un puñetazo salvaje. Ahora el Palau dictará quién es el semifinalista y quién es eliminado.
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