Las Kardashian son un cónclave de bigardas con labios de embuste que parecen todas el mismo póster, pero son muchos pósteres incontables. Kim es la archifamosa de este club, o clan, vive a bordo de una K, la K de chica Kardashian . Un museo en vigor de la fama debiera llevar en su sala primera a este familión, que ejercen la fama de oficio, viviendo del propio retrato. En concreto, las Kardashian son cinco. Kourtney, Kim, Khloé, Kendall y Kylie. Todas son hijas de Kris Jenner, pero las tres primeras de un padre, Robert Kardashian, y las dos segundas de otro, Bruce Jenner , un tipo que fue campeón olímpico en los setenta, y que luego se ha declarado transgénero, previa portada de ‘Vanity Fair’, y bajo el nombre de Caitlyn Jenner . De modo que a dos Kardashian el papá le salió mamá. No desvariamos. Estas gentes de media avería no es que salgan mucho en la tele sino que no salen de la tele, porque tienen su propio ‘reality’, y lo raro es que todas quepan en un solo programa, porque son un gentío, de tanto que se operan. Ellas son así, con una intimidad de millones de seguidores. No veo yo noticia para encartarlas en nuestra dorada tribu, pero sí, porque Kim, y las suyas, son la noticia de los días que no hay noticia.Noticia Relacionada estandar No Kim Kardashian, entre las 100 mujeres más poderosas del mundo María Estévez La magnate ha conseguido ser la portada de octubre y noviembre de la revista ‘Fortune’. Este reconocimiento celebra su liderato y el éxito de su marca de prendas íntimas para moldear el cuerpoKim tiene un pasado de hemetoreca porno, de cuando era mujer del rapero Ray J., y se hace un selfi casi diario, donde parece otra, pero siempre es ella. Se hace tantos selfis que casi diríamos que hace la foto antes de llegar al encuadre, aunque siempre sale fastuosa. Luego, regala el cromo a la afición. A veces, Kim se pasa en la dosis de Photoshop, y de pronto el muslo le asoma con mayor diámetro que la cintura. Estas desproporciones empiezan a ser frecuentes en ella, y estamos llegando ya a la chica puzle, porque en cada cromo de Kim hay dentro todo un coro de chicas que también son ella misma. Por España asoma a veces Kendall Jenner , que es la única mujer de este desorden que enseña a veces la joyería del sentido común. No hay en ella vídeos de pilates sexual, o cambios de sexo, o glúteos de recambio de temporada, según catálogo. La única excentricidad de la chavala, si excentricidad fuera, está en una relación muy contrastada de rumores con Justin Bieber. ‘Inventadas’ por la telerrealidadKhloé es una maciza de ahorrar en corseterías, y ha logrado el virtuosismo de fotografiarse alguna vez vestida. Se casó con Lamar Odom, una estrella de la NBA, y si abre la boca aporta una nueva invención al diccionario mundial de la tontuna. Luego está Kourtney, que lleva épocas ensayando el morrito a lo Brigitte Bardot, o bien Kylie, cuya única inquietud existencial es el relevo de las gafas de sol, que naturalmente usa de noche. Kim se ha casado varias veces, y en el elenco de novios o maridos nos constan el citado Ray J, Kris Humphries, jugador de la NBA, y Kanye West, otro rapero. El oficio de Kim es ser famosa, y parecerlo. Estamos ante el urgente famoso de oficio, como aquí algunas gentes de trimestre de los concursos, sólo que en versión californiana y para toda la vida. La madre, Kris, ha peleado siempre por colocar en el podio del ‘show bisnes’ a sus hijas, y casi con el afán que ella, y sus criaturas, se han tomado en inventar una carrera podían haber cumplido una carrera de verdad. No las inventó la telerrealidad. Existen. Son un porno para todos los públicos. Hasta aportan hermano, Robert, que es un Paquirrín de Los Ángeles .
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