Después de años de retraso, por fin Boeing prueba su nave espacial, bautizada como Starliner, este lunes (ya martes en Europa). Es la primera prueba de fuego real con astronautas después de haber sido probada en dos vuelos no tripulados: uno en 2019 y otro en 2022. Desde entonces, varios problemas técnicos han ido posponiendo la fecha hasta este mes de mayo. Si todo sale como está planeado, este viaje de ida y vuelta con destino a la Estación Espacial Internacional (ISS, por sus siglas en inglés) y de una semana y media de duración será el culmen del contrato firmado entre Boeing y la NASA en 2014 con motivo de futuras misiones tripuladas comerciales al laboratorio espacial. Un acuerdo que se rubricó por 4.200 millones de dólares (algo más de 3.900 millones de euros), casi el doble de lo que la agencia espacial estodunidense le otorgó a SpaceX (2.600 millones de dólares, unos 2.400 millones de euros) para su nave Crew Dragon , y que lleva operando de forma regular a la ISS desde 2020. Es por ello que la Starliner y el gigante aeroespacial se juegan mucho en la prueba de este lunes. Poniendo al límite a la StarlinerEsta misión lleva al límite a la nave espacial de Boeing, tripulada por los astronautas de la NASA Butch Wilmore (comandante) y Suni Williams (piloto). Ambos despegan sobre un cohete Atlas V de United Launch Alliance desde Cabo Cañaveral a las 10.34 PM EDT (a las 4.34 AM del martes hora española). «Podría ser un viaje de relax, pero no será así», comentó durante la rueda de prensa previa el director de vuelo de la NASA, Ed Van Cise. «Haremos cosas como apuntar intencionalmente la nave hacia una orientación errónea para que la tripulación vuele manualmente hacia las coordenadas correctas -señaló-. También queremos asegurarnos de que si por alguna razón el vehículo no sabe dónde están ubicados los satélites de comunicación, esa tripulación pueda volar manualmente la nave espacial para apuntar las antenas al satélite». Los astronautas también ‘engañarán’ a la nave espacial «haciéndole creer que no sabe dónde está en el espacio», dijo Van Cise, después de lo cual la tripulación volará manualmente la nave usando un rastreador de estrellas. Las estrellas se utilizarían para reconstruir el sistema de navegación de Starliner si algo saliera mal.Además de estas pruebas, se realizarán comprobaciones de la aviónica y los propulsores, y la tripulación realizará muchos más vuelos manuales de los necesarios durante una misión normal. La orientación de la nave espacial también se cambiará para apuntar los paneles solares de Starliner hacia el Sol y practicar el procedimiento de recarga de baterías si alguna vez es necesario.Llegada a la ISS: continúan las pruebasSi todo va según lo planeado, el miércoles la nave llegará a la ISS. Starliner está diseñada para acoplarse de forma autónoma, pero Williams y Wilmore también están capacitados para hacerse cargo manualmente si fuera necesario. «Starliner se acoplará de forma autónoma al puerto delantero del módulo Harmony», añadió la agencia. «El objetivo de la prueba es realizar operaciones de apertura y cierre de escotillas, configurar la nave espacial para el momento en que esté atracada en la estación y transferir el equipo de emergencia a la estación».El segundo día, y tras haber descargado los datos a la ISS, la nave entrará en modo ‘inactivo’, lo que significa que se apagarán los ordenadores auxiliares mientras que los equipos esenciales como luces, pantallas y ventilación funcionarán según sea necesario. El día 3 se llevará a cabo una práctica de ‘refugio seguro’: la tripulación de Starliner realizará un simulacro de viaje de emergencia, incluyendo un encendido de motores. Esta prueba es necesaria por si en situaciones futuras hubiera que evacuar a la ISS (como, por ejemplo, por riesgo de colisión con un meteorito o un incendio). Dado que las tripulaciones operativas tendrían cuatro astronautas y no dos, Wilmore y Williams pedirán ‘prestados’ a dos miembros de la tripulación de la ISS para que se unan a ellos.El día 4 de atraque, la tripulación encenderá completamente la Starliner y se asegurará de que el equipo esté funcionando. A partir de ahí, el plan de la misión puede cambiar dependiendo de cuánto tiempo permanezca la nave atracada en la estación. La vuelta a casaSi bien la tripulación podría volver tan pronto como el día 8 desde el atraque, días adicionales en la misión les permitirían retomar las tareas de la ISS para ayudar a la tripulación principal y tomarse un tiempo adicional para descansar antes de la siguiente ‘prueba de fuego’: el aterrizaje. El desacoplamiento se programará para 6,5 horas antes de tocar Tierra. A diferencia de una misión normal, la tripulación tomará brevemente el control manual durante el vuelo de crucero de regreso a casa para continuar con las pruebas. La tripulación evaluará cómo se desempeña la nave en operaciones manuales y cómo se compara con los simuladores en los que practicaron procedimientos antes del lanzamiento.Después de un par de órbitas alrededor de la Tierra, la tripulación finalmente ejecutará una salida de órbita sobre el Océano Pacífico. La zona de aterrizaje principal de Starliner es White Sands Missile Range en Nuevo México, con dos áreas de respaldo disponibles: Willcox Playa al este de Tucson, Arizona y Dugway Proving Ground al oeste de Salt Lake City.Lo que viene despuésLa primera misión operativa de Starliner, conocida como Starliner-1, está prevista para principios de 2025 como pronto, por lo que habrá que esperar un tiempo antes de volver a ver a la nave de Boeing en acción. La tripulación de esa misión pionera serán Scott Tingle y Mike Fincke, ambos astronautas de la NASA, junto con Joshua Kutryk, de la Agencia Espacial Canadiense. Después se espera que Boeing realice misiones regulares a la ISS, al igual que ahora lo hace SpaceX. Ambas serán los vehículos espaciales que envíen a los astronautas a la ISS junto con, de momento, las Soyuz rusas. Actualmente, el programa de tripulación comercial tiene como objetivo viajar al complejo orbital cada seis meses.MÁS INFORMACIÓN noticia No China lanza la sonda Chang’e-6 para recoger muestras de la cara oculta de la Luna noticia No El físico español que quiere sacar agua potable de la LunaActualmente se espera que la ISS albergue misiones hasta 2030, a menos que las próximas estaciones espaciales comerciales aún no estén listas. Rusia, cuyas naves también portan astronautas estadounidenses, se ha comprometido a realizar misiones hasta al menos 2028, pero también puede ampliar esa asociación. En cuanto a las misiones fuera de la ISS, los funcionarios de Boeing han dicho que quieren centrarse primero en las obligaciones con la NASA antes de considerar las misiones privadas de Starliner -como sí lleva a cabo SpaceX con Crew Dragon-.
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