Después de un fin de semana de tensiones entre España y Argentina por el ataque del ministro de Transportes, Óscar Puente , a Javier Milei, el Gobierno de Pedro Sánchez ha optado por no hacer declaraciones ni responder por las acusaciones del titular de una de las carteras más importantes del Ejecutivo contra el presidente argentino, a quien el socialista vallisoletano acusó de ingerir «sustancias». El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, contestó huidizo ayer a las preguntas de los corresponsales diplomáticos sobre este ataque de Puente a Milei y el cruce de comunicados entre ambos Gobiernos de este fin de semana. «No hay ninguna crisis diplomática», afirmó. Desde la Casa Rosada fueron contundentes al repudiar «las calumnias e injurias formuladas» por el ministro español. Milei acusó también a Sánchez de «poner en peligro la unidad del Reino de España» y recordó los asuntos judiciales de su esposa, Begoña Gómez. «Sánchez tiene otros problemas, como las acusaciones de corrupción a su mujer», dijo Milei.Desde el Gobierno de Sánchez no tardaron en reaccionar con otro comunicado en el que rechazaban «rotundamente los términos infundados» del mensaje de la Casa Rosada, pero en ningún momento hablaron sobre los exabruptos de Puente a Milei.Noticia Relacionada estandar No El PSOE acusa a Feijóo de apoyar a «extremistas» y ve «desproporcionada» la respuesta de Milei Gregoria Caro La portavoz socialista Esther Peña quita trascendencia a las declaraciones del ministro tras el conflicto diplomático con Argentina y las circunscribe a una «conversación distendida»Durante el fin de semana el Partido Popular y Vox pidieron la dimisión del ministro y dijeron que debía ser cesado. Y, aunque el portavoz del Ejecutivo argentino, Manuel Adorni, dijo por la tarde que el tema está «saldado» y que «no debería escalar más allá de lo que ya ocurrió» , lo cierto es que varios colegas de profesión de Albares consultados por ABC se llevaban las manos a la cabeza estos días con la salida de tono de Puente y el cruce de comunicados entre Gobiernos. Un embajador que se encuentra al frente de una jefatura de misión en el extranjero afirmó que este enfrentamiento «sí podría escalar» porque «el estilo de Milei es muy fuerte y el comunicado de la Casa Rosada fue muy contundente». «Es una metedura de pata de Puente y se hubiera solucionado discretamente con un contacto personal», explicó, al tiempo que añadió que la solución diplomática más sencilla habría sido que el ministro hubiera «levantado el teléfono» para disculparse . El hecho de que este Gobierno no pensara en actuar por esta vía «es una muestra de bisoñez», además de «una falta de responsabilidad y experiencia en países de América Latina». «Es un escándalo»Coincidió con él otra voz dentro del Ministerio de Asuntos Exteriores, quien explicó que «Sánchez y Albares han dejado de lado las relaciones con América Latina». «Lo que ha ocurrido este fin de semana demuestra que Albares no tiene experiencia en Iberoamérica» , añade. Asegura que «la relación de España con los países de América Latina siempre ha sido pragmática, sobre todo con Argentina», por eso considera «un escándalo» que un ministro español acuse a un presidente de un país «y no haya ni una disculpa». Este mismo diplomático califica como una «catástrofe absoluta» las relaciones «casi inexistentes» que este Gobierno tiene con los países de América Latina. «Nunca ha habido tanta incomprensión y falta de comunicación como hasta ahora», admitió. Aunque la reacción de Milei la vio «desproporcionada», no le sorprendió. Recordó el hecho de que Pedro Sánchez no le felicitase tras ganar las elecciones y que, además, enviase a Felipe VI solo (sin la compañía de ningún representante del Ejecutivo) a su toma de posesión el 11 de diciembre del año pasado. «La culpa de todo esto la tiene el Gobierno, que no ha querido tener relación con un país tan importante como Argentina por una cuestión de diferencia ideológica con su nuevo presidente», declara a este diario.elecciones_correo_0679 Elecciones por correo ABC te ofrece la jornada de la campaña electoral catalana en 5 minutos No«Una máxima en la política exterior, sobre todo en Iberoamérica, es que la ideología de un Gobierno no puede estar por encima de las relaciones bilaterales. Y sobre todo con Argentina, cuando las relaciones son tan fuertes e intensas», cuenta otro diplomático que estuvo hace años destinado en Buenos Aires. Desde allí viajará Javier Milei hasta Madrid los próximos días 18 y 19, cuando vendrá a un mitin de Vox, invitado por Santiago Abascal. «Es un error de bulto por parte del Gobierno permitir que a Milei solo le trate Vox», apunta este diplomático: «Es un error del Gobierno permitirlo. Son lecciones básicas de política exterior con Iberoamérica», reconoce. Lamenta, además, que el Gobierno «no caiga en la cuenta de algo tan obvio».Priorizar las relaciones«Yo no recuerdo casos de presidentes extranjeros que vengan a mítines electorales. Pero si no hay diálogo y conversación y desde el Gobierno se le insulta, no se puede esperar que Milei haga otra cosa», insiste. Aprecia también que el presidente argentino visitará nuestro país «además de por un mitin , porque le da importancia a España», de ahí que «sacrifique su mayor o menor relación con el Gobierno» y apueste por «priorizar» la relación de su país con el nuestro. Otro diplomático coincide en esta idea y recuerda que «Argentina es un país extraordinariamente importante para España, sobre todo porque es el país con la colonia de españoles más grande del mundo». «Esto tiene mucho que ver con el hecho de que este Gobierno no mire hacia América Latina», declara. Cree que «la respuesta de Milei es un poco desproporcionada en algunas cosas» y, a propósito de Vox, tiene la sensación de que «el comunicado de la Casa Rosada lo redactó alguien desde Madrid, sobre todo por lo de ligar las violaciones de la mujer a la inmigración ilegal», que es una idea del argumentario del partido que lidera Santiago Abascal. Estaba «preparado»Dijo, aun así, que el ataque de Óscar Puente estaba «absolutamente preparado» y pensado para contribuir a «polarizar más y crear tensión». «Esto me recuerda mucho a la conversación que tuvieron José Luis Rodríguez Zapatero e Iñaki Gabilonso con un micrófono abierto. Esa frase de ‘nos conviene generar tensión’. Es lo único que busca el PSOE ahora mismo y por eso tiene a Óscar Puente, que su único valor añadido es romper puentes», aseguró en un juego de palabras. «Puente tendría que dimitir o cesar y Albares tomar cartas en el asunto para evitar la escalada del tema. Se han enfadado con nosotros Argelia e Israel y ahora Argentina» , concluyó, mientras repetía, como en una especie de bucle existencial por la deriva de la política exterior en España, que no fue un comentario casual o improvisado: «Esto estaba preparado y es una bomba. Está hecho a propósito. Es la lucha que quiere liderar el PSOE contra la ultraderecha mundial».Mientras tanto, al otro lado del Atlántico, el portavoz de la Presidencia argentina, Manuel Adorni, afirmó ayer en rueda de prensa que Puente fue «bastante agresivo» en sus declaraciones. No obstante, Adorni consideró que «ya es un tema saldado» y añadió que «no debería escalar más allá de lo que ya ocurrió» para zanjar así la crisis diplomática provocada por el socialista Puente.Al margen de lo ocurrido este fin de semana entre Argentina y España, el Alto Representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, el también socialista español Josep Borrell, tendía puentes entre ambos países y Gobiernos. Tras su reunión con la canciller argentina, Diana Mondino, Borrell aseguró que el país que dirige Milei es un «importante socio de la UE».«Hemos abordado la agenda bilateral, reformas económicas y oportunidades de inversión y comercio. Reiteramos nuestro compromiso de concluir el acuerdo Unión Europea-Mercosur y apoyo firme a Ucrania», publicó Borrell en su cuenta de X. Desde el propio partido, su portavoz, Esther Peña, restó importancia a las palabras de Puente al decir que se produjeron en un marco de conversación «distendida», mientras que la réplica de Milei estuvo «fuera de lugar».
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