No bien había salido el Gobierno de un conflicto diplomático bilateral, el suscitado con Argentina y su presidente, Javier Milei, tras los ataques al mismo del ministro Óscar Puente, cuando la actuación de otro integrante del Consejo de Ministros que preside Pedro Sánchez provocó este miércoles otro, que además no es nuevo, y que el Ministerio de Asuntos Exteriores no pudo evitar, pese a intentarlo. Dos conflictos en menos de una semana. «Primera noticia». El departamento de José Manuel Albares se desmarcaba así de la carta enviada por el titular de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, Pablo Bustinduy , a las empresas españolas en Israel, en la que les insta a «no contribuir» a la ofensiva israelí sobre Gaza, que el propio ministro tildó horas después de «genocidio». Pero eso no impidió que la embajada israelí pusiera otra vez el grito en el cielo contra el Ejecutivo español, con el que ha mantenido varios encontronazos diplomáticos de envergadura este invierno, después de la crisis desatada por el ataque de Hamás del 7 de octubre y la posterior respuesta militar israelí sobre la Franja de Gaza. Incluso hasta llegar a la retirada temporal de la embajadora en Madrid, Rodica Radian-Gordon. Bustinduy, en su misiva como responsable de Consumo, le pide a las compañías que adopten las medidas necesarias para evitar el riesgo de que sus actividades económicas en Israel puedan contribuir a las «flagrantes vulneraciones de derechos humanos que el Estado israelí está cometiendo en los Territorios Palestinos Ocupados». El dirigente de Sumar demanda a las empresas españolas en Israel que reporten al Ministerio las evaluaciones y estudios que hayan realizado para evitar los riesgos de abusos de los derechos humanos de la población palestina. En Israel operan 32 compañías españolas, de las que dependen además 28 filiales.Noticia Relacionada estandar No La cámara de comercio hispano-israelí sobre la carta de Bustinduy: «Es un despropósito» Antonio Ramírez Cerezo La entidad que representa los intereses de las empresas españolas en Israel y viceversa entiende que es una misiva «política» y que se trata de un posicionamiento «de un ministro totalmente partidista»Fuentes del departamento que dirige José Manuel Albares señalan a este periódico que no tenían conocimiento de la carta. «No entendemos qué quiere decir con ‘el Gobierno’», advierten. Dichas fuentes se desvinculan de la misiva y remarcan que la posición respecto a Palestina e Israel es clara, y así la ha ratificado en varias ocasiones el propio ministro. Este mismo miércoles, Albares manifestó a través de su cuenta de X, antes Twitter, que «urge el alto el fuego inmediato, la liberación de los rehenes y la entrada de ayuda humanitaria ya y sin obstáculos».Por su parte, el ministro de Economía, Carlos Cuerpo , expresó no conocer tampoco el escrito de su compañero de Gabinete, Bustinduy. «No he visto el comunicado en concreto… pero bueno, en general, creo que tenemos muy claro desde el Gobierno nuestra visión con respecto a la situación en Gaza y a la importancia del mantenimiento de los derechos humanitarios en la zona», explicó. Fuentes de su departamento reiteraron el desconocimiento y se desvincularon de la misiva.La embajada a cuyo frente está Radian-Gordon no tardó en emitir un comunicado en términos muy duros, en el que acusa a «algunos ministros», así como a «intelectuales y medios de comunicación», de «dar alas a Hamás» y de realizar acusaciones que son, asegura el texto, «una clara incitación al odio», así como un aliento del antisemitismo, sostiene el Estado judío.La legación manifiesta en el texto su «total rechazo a la falsa acusación […] de que Israel está cometiendo un genocidio» y afirma que la demonización y deslegitimación del Estado israelí juega a favor de quienes persiguen su desaparición. Entre estos últimos cita al grupo terrorista Hamás, con el que mantiene una guerra abierta desde los ataques del pasado 7 de octubre. La embajada no cita directamente a Bustinduy, ni a ningún otro miembro del Ejecutivo, en un día en el que otra ministra, la de Infancia y Juventud, Sira Rego, se pronunció de manera indubitada al respecto durante una entrevista en À Punt, donde señaló esa acusación de genocidio contra el Gobierno de Benjamin Netanyahu que «obviamente lo está cometiendo». El reconocimiento de Palestina El nuevo choque con Israel se produce en un contexto político muy particular con respecto al Ejecutivo de Sánchez y Oriente Próximo. En primer lugar por el reconocimiento de Palestina como Estado, que nuestro país se dispone a acometer en breve, pese a que no ha logrado concitar más apoyos explícitos dentro de la Unión Europea (UE) que el del primer ministro de Irlanda, Simon Harris , con el que Sánchez habló al respecto este mismo lunes, como ambos mandatarios dieron a conocer en sus respectivos perfiles en redes sociales. El jefe del Ejecutivo llevó a cabo una gira el pasado mes de abril por varias capitales comunitarias como Varsovia y la propia Dublín. También estuvo en Oslo, donde firmó un acuerdo escrito con el Gobierno noruego en favor de ese reconocimiento, si bien no arrancó mayor concreción en cuanto a su fecha en la rueda de prensa conjunta con su homólogo Jonas Garh Store. Días después Sánchez recibió en Madrid, en el primer encuentro bilateral entre ambos, al flamante primer ministro de Portugal, el conservador Luís Montenegro, quien dejó claro que «no vamos tan lejos», y abogó por lograr primero la membresía de Palestina en la ONU, que justamente se debate de nuevo este viernes en la Asamblea General del organismo tras vetar ese reconocimiento EE.UU. en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Precisamente hoy mismo José Manuel Albares pone rumbo a Washington, donde mañana se entrevistará con su homólogo, el Secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken . En la agenda oficial del encuentro, repasada antes del viaje por Albares con la embajadora estadounidense en Madrid, Julissa Reynoso, se incluyen asuntos como la ayuda a Ucrania, la cumbre anual de la OTAN e incluso la actualización de la cuestión de los residuos tóxicos en Palomares (Almería). Pero sobre todo, como confirman fuentes diplomáticas, se abordará la situación en Oriente Próximo y más en concreto en la Franja de Gaza. El reconocimiento unilateral de Palestina es una de las grandes apuestas políticas del Gobierno Sánchez, que choca en esto con la Administración de Joe Biden, con la que siempre trata de estar en gran sintonía. Por eso Albares tendrá la ocasión de informar de primera mano a Blinken de los planes españoles al respecto, intentando que ese desencuentro no afecte al entendimiento con la Casa Blanca, del que Moncloa presume. Singularmente después del éxito que supuso en 2022 la cumbre de la OTAN albergada por nuestro país, del papel de España un año antes en la evacuación de Afganistán y por último, pero no menos importante, del giro copernicano del presidente hacia Marruecos, tras reconocer su soberanía sobre el Sahara Occidental, la antigua colonia española, que tantas ampollas ha levantado dentro y fuera de nuestras fronteras.
Leave a Reply