« Cristina tiene 38 años, tiene asumido su error. Su hija no va a volver». Así lo ha expresado ante el tribunal el jurado una de las abogadas que ejerce la defensa de la madre que mató a su hija de 4 años en Sant Joan Despí (Barcelona) en mayo de 2021. Tanto la Fiscalía como la acusación particular piden prisión permanente revisable para ella, que confesó el crimen. En cambio, las letradas de la progenitora solicitan su absolución, o, en todo caso, que se tenga en cuenta que sufrió un trastorno mental transitorio por «miedo insuperable». Eximente que, de ser tenida en cuenta, la librarían de la pena de cárcel. «Amaba a su hija y, antes de dejarla en un ambiente hostil, decidió que se fuera de este mundo con ella», ha esgrimido una de las penalistas este lunes en la Audiencia de Barcelona. Después de matar a la niña, Cristina intentó suicidarse, ingiriendo una serie de medicamentos. Los servicios de emergencias la encontraron inconsciente en la vivienda, donde también encontraron el cadáver de la pequeña Yaiza , de 4 años. La asfixió tras administrarle un sedante. Según su defensa, «llevaba semanas» planeando su suicidio. «Ella era su propio blanco» pero la tentativa se tradujo en un « suicidio ampliado ». La progenitora, que confesó el crimen, sostiene que sufre rasgos depresivos e incluso de «carácter esquizofrénico», que la llevaron a perder el control y a disociar la realidad, extremo que tendrán que avalar o no los peritos. Además, la defensa de Cristina ha reprochado que se reclame para su representada la misma pena que para José Bretón , que mató a sus dos hijos. «El crimen de uno le salió gratis», ha afirmado la penalista. O para la asesina de Gabriel Cruz, que no confesó como la madre de Yaiza , sino que ocultó el cadáver y participó en las tareas de búsqueda del menor, entonces desaparecido. Además, una de las abogadas de la mujer ha apuntando que «no volver a ver su hija es su mayor condena, y que despertar es su mayor tortura». «Tiene asumido su error, quitar la vida a un menor de edad». Por su parte, la acusación particular , en nombre del progenitor de Yaiza, Sergio Peiró, y los abuelos paternos, ha pedido al jurado que no se deje llevar por el constructo social de justificar un crimen bajo el pretexto de quien lo comete sufre una patología mental. « La maldad existe y no tiene género . Es tentador buscar una explicación psiquiátrica o psicológica. Nos duele aceptar que a veces actuamos sin piedad contra otras personas, pero la realidad es cruel. Hay quien antepone la venganza al amor a sus propios hijos», ha apuntado la letrada Mireia Gómez, que ha sustituido a Juan Carlos Zayas, en esta primera sesión del juicio. El contenido del teléfono y las notas que dejó la acusada serán las claves para demostrar si el crimen fue planificado La tesis de la acusación es que Cristina ejecutó el crimen para vengarse de su expareja y padre de su hija. Ambos se habían separado en 2019 y mantenían el régimen de custodia compartida de la pequeña, en semanas alternas, pero hacía un tiempo que él había comenzado una relación con otra mujer, que tenía dos niñas de la edad similar a la de Yaiza. Noticia Relacionada estandar No La mujer que mató a su hija de 4 años en Sant Joan Despí se enfrenta a prisión permanente revisable Elena Burés La madre confesó que cometió el crimen para vengarse del progenitor, del que se había separado y se negaba a volver con ellaPor su parte el fiscal Félix Martín, durante su didáctica introducción a los integrantes del jurado, ha recordado que todo el juicio se centrará en determinar las facultades mentales de Cristina cuando cometió el crimen. También ha avanzado que existen dos elementos que serán clave para ello: las notas de suicidio de la acusada y el neceser donde guardaba los medicamentos. También el historial telefónico de ésta, cuya pericial desgranará las búsquedas que realizó los días previos, las conversaciones que mantuvo y, por tanto, permitirá aproximarse a su estado de ánimo y, previsiblemente, demostrar si existió o no alevosía en el crimen. El representante del Ministerio público también ha pedido a los jurados que «intenten desterrar ideas preconcebidas en relación a las patologías mentales » y prestar atención a las notas que dejó la acusada. «Les van a dejar atónitos. No es un error, lo que estamos viendo es un acto de perversidad . Les va a asustar pensar que algo tan terrible pueda ser verdad, pero el mundo tiene realidad oscuras», ha apuntando. Tras esta primera sesión, el juicio continuará mañana con las testificales. Este mañana, la acusada, ataviada con una americana blanca, se ha mantenido cabizbaja durante toda la sesión.
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