En los últimos años, muchos artistas de la escena musical nacional han echado la vista atrás para interpretar géneros tradicionales en clave pop. Flamencos, jotas, coplas, muñeiras o pasodobles se han reinventado a través de estos filtros de músicos jóvenes con interesantísimos resultados; pero faltaba el chotis . Este 15 de mayo, día de San Isidro , cuatro bandas y artistas han decidido intentarlo publicando sendas versiones del clásico ‘Madrid’, poniendo su granito de arena para darle un soplo de aire renovado a estas fiestas.Aunque han pasado más de 70 años desde que Agustín Lara le cantase así a la capital, la esencia de este clásico castizo vinculado a la ciudad, continúa muy vigente. Prueba de ello es la tríada de versiones promovida por Mahou Cinco Estrellas con tres artistas actuales: Delaporte, Ginebras y Sidecars. Tres bandas con un gran vínculo con la capital que aportan tres miradas distintas sobre ella en ‘Madrid, Madrid, Madrid’.Noticia Relacionada estandar No El chotis, el baile madrileño olvidado que renace en las bodas Amina Ould La primera escuela especializada de la capital lamenta la situación que sufre esta danza tradicional con apenas relevo generacional y poca difusión fuera de las fiestas localesDe Lavapiés a Las Vistillas , el dúo ítalo-español Delaporte homenajea a la ciudad que los ha visto crecer como artistas. «Madrid, Madrid, Madrid, porque en ti no hay ni frontera ni país, tu ritmo y tu pasión, ese es tu aliento, es tu nombre y mi elixir». La banda trasmite en letras como estas lo que es para ellos Madrid, cantándole a la personalidad de una ciudad que acoge momentos de conexión especiales e inesperados.Por su parte, Ginebras , grandes habituales de los bares de La Latina, aportan el toque pop-rock con su versión del chotis: «Madrid, Madrid, Madrid, si me marcho lejos pienso mucho en ti, por el sabor que tiene tu cerveza, por todas las mujeres que nos han traído aquí». Devotas del Rastro y de Malasaña, este grupo de amigas le canta a la ciudad en la que se encontraron y consolidaron como banda, mencionando rincones tan icónicos como la Sala El Sol, un clásico para los amantes de la música, o los conciertos de La Pradera en San Isidro, donde hacen una mención especial a la banda Vetusta Morla.Los madrileños Sidecars , originarios de Alameda de Osuna que llevan más de dos décadas apostando por un pop-rock genuino y con actitud, plasman en su versión lo que para ellos es la verdadera esencia madrileña: «Madrid, Madrid, Madrid, lo siento, pero yo te espero aquí, maullando en el andén de la estación fantasma en Chamberí». Una manera muy personal de referirse a la ciudad en la que no se olvidan de lugares icónicos como Tirso de Molina o la sala La Riviera, esos rincones históricos que hoy en día siguen vibrando al ritmo de Madrid.Por otro lado, la joven artista madrileña Vera Noor también nos muestra una nueva faceta con esta versión modernizada del chotis ‘Madrid’ producida por Juan Torán (Bien Estudios, Time for T…). Con este lanzamiento apuesta por fusionar el folclore más madrileño con sintetizadores propios de la electrónica. La versión acústica de la artista colgada en redes sociales ha sido viral dos años consecutivos cerca de San Isidro, y este año la artista ha respondido a las numerosas peticiones de sus fans de publicar la versión oficial en plataformas, prometiendo ser todo un éxito esta primavera.«Cuando mi abuela comenzó a perder la memoria, nuestros encuentros empezaron a girar más y más entorno a la música», explica la artista. «Al llegar, yo le daba un beso y ella se ponía a cantarme las coplas, jotas y zarzuelas que había escuchado a lo largo de su vida y que permanecían, pese a todo, vivamente en su memoria. Aprendí su cancionero sin escuchar nunca las versiones originales, a base de cantar con ella durante horas. Años más tarde, descubrí, con sorpresa y un profundo orgullo, que mi abuela cantaba al pie de letra, nota por nota, decenas de canciones que representaban a toda una generación. Comprendí entonces que la música es lo primero que se aprende, y lo último que se pierde. Ahora mi abuela ya no puede cantar, pero todavía permanece en sus ojos la nostalgia y el amor hacia la tierra y el folclore que la vio crecer».MÁS INFORMACIÓN 1850: se baila por primera vez el chotisComo buena madrileña, la abuela de Vera Noor conocía y cantaba las zarzuelas de moda al pie de la letra. «Además, ella, que siempre fue muy chula (fumaba y todo, ¡un escándalo!) y una mujer con mucha personalidad, las interpretaba como una verdadera actriz, y yo solía imaginarme, a partir de los fragmentos de zarzuelas que me cantaba, cuales serían los argumentos de estas obras», explica su orgullosa nieta. «A día de hoy sigo sin saber muy bien de qué trata La verbena de la Paloma, y sigo sin entender muy bien parte de los matices cómicos que uno encuentra en las letras de los chotis. Pero lo que sí sé es lo que estas canciones han significado para mi abuela, y lo que siguen significando para mí a día de hoy».
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