«Si publica su foto, lo hunde», decía este mediodía una joven que esperaba a las puertas de la Audiencia de Toledo , donde proclamaba la inocencia del reo. Se identificó como la pareja sentimental del hombre de 27 años que salía esposado camino de la prisión; el acusado en un juicio que se celebró a puerta cerrada por la edad de las supuestas víctimas, menores.Concretamente, son tres chicas que tenían 13 años cuando el reo contactó con ellas hace dos, según la Fiscalía, que lo acusa de siete delitos: dos de prostitución y corrupción de menores por la elaboración de material pornográfico; tres de amenazas no condicionales, uno de agresión sexual por exhibir actos sexuales ante un menor de 16 años y uno más por embaucamiento para obtener material pornográfico.Tiene antecedentes penales por abusos sexuales a menores, aunque no cuentan a los efectos de reincidencia, y en prisión el acusado hace las funciones de ‘ordenanza’, un recluso de confianza en la enfermería. Está entre rejas desde el 18 de junio de 2022 por los hechos que le imputa el Ministerio Público.En su escrito de acusación, describe que el encartado se movió conducido por la intención de «satisfacer su afán libidinoso sobre niñas y adolescentes». Usó Instagram y WhatsAPP para entablar conversaciones, sabiendo las edades de sus interlocutores. Y las instaba a que le enviaran fotografías y vídeos «de naturaleza íntima, incluso pornográficos», según la Fiscalía. Llegaba a amenazar a las menores con que, en el caso de que no lo hicieran, «desvelaría el contenido de las conversaciones y fotos íntimas a los padres y entorno».Simulando una felaciónEl Ministerio Público desgrana los casos de tres niñas, que tenían 13 años cuando el acusado, con 25, contactó presuntamente con ellas entre marzo y junio de 2022. A una le pidió por Instagram que le enviara fotografías «en sujetador y con la boca abierta simulando una felación». Después de mandarle algunas imágenes, la menor se negó a continuar y el joven la amenazó con publicar las conversaciones y las fotografías íntimas que ya tenía. La niña accedió entonces a hacer una videollamada con el encartado, al que tuvo que observar cómo se masturbaba, según el relato de la Fiscalía.Actuó de la misma manera con otra menor, que se negó en un primer momento. La insistencia del procesado, que la amenazó con revelar sus datos, provocó que la chiquilla accediera a contactar con él por WhatsApp. Sin embargo, no le envió las fotografías desnudas que le pedía ni tampoco realizó una viodellamada «en la que la menor tenía que observar cómo el acusado se masturbaba» .Noticia Relacionada tribunales estandar No El TSJA rebaja de once a ocho años de cárcel una condena de agresión sexual a su nieta ABC Córdoba Cuando cubría las ausencias de su madre agredió sexualmente a su nieta en torno a veinte veces según el fallo judicialUnos días después, contactó con otra niña de 13 años a través de Instagram. Según el Ministerio Público, la convenció para que le enviara cuatro fotos en las que se la veía desnuda, así como una viodellamada en la que no se veía al inculpado, pero sí a la menor desnuda.«No satisfecho», señala la Fiscalía, volvió a intentar obtener «más material pornográfico» de esta niña. Ella se negó y el joven trató de atemorizarla: de no seguir contactando con él por WhatsAPP, «publicaría las conversaciones y las fotos íntimas que poseía». La muchacha se lo contó a sus padres y bloquearon al procesado en el teléfono.En su escrito de acusación, el Ministerio Público pide para él 24 años de prisión y otros 20 de libertad vigilada , entre otras medidas, además de un total de 18.000 euros en indemnizaciones para las tres menores.

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