El pendiente de oro que sobrevivió al paso de Aníbal por los Pirineos

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El pendiente de oro que sobrevivió al paso de Aníbal por los Pirineos

Nadie volvió a por el pendiente de oro que los cerretanos que vivían en Tossal de Baltarga escondieron ante un temor cierto. Un violento incendio se desató tan rápidamente en esta población pirenaica de la Edad del Hierro hace 2.200 años que sus habitantes no pudieron salvar ni a sus animales ni sus objetos de valor. El fuego devastador que arrasó este poblado de la actual comarca de Cerdanya no fue accidental. La destrucción se ha fechado hacia finales del siglo III a.C. , en el momento en el que los Pirineos «se vieron envueltos en la Segunda Guerra Púnica y el paso de las tropas de Aníbal », según relata Oriol Olesti Vila , profesor del departamento de Ciencias de la Antigüedad y la Edad Media de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB).«Aníbal evitó el paso por la costa catalana, pro-romana debido a la colonia griega de Ampúrias, y su paso hacia el sur de Francia, el Rosellón, se produjo por los pasos pirenaicos, evitando así el conflicto con los pueblos costeros. Sabemos por las fuentes que pasó por el territorio Ilergeta y llegó al área de Ruscino y Elna. El paso por la Cerdanya sería de los mejores », explica a ABC el historiador, autor principal de la investigación sobre Tossal de Baltarga que acaba de publicar ‘ Frontiers in Environmental Archaeology ‘. El equipo de arqueólogos, que lleva desde 2011 excavando en este yacimiento y más de 20 en la comarca que habitaban los cerretanos, cree probable que el violento fin del poblado esté relacionado con este olvidado episodio de la guerra entre Cartago y Roma . Tossal de Baltarga era un castro de este pueblo de tradición ibérica que habitaba el Pirineo oriental. Cercano al importante asentamiento de Castellot de Bolvit y carente al parecer de murallas defensivas, contaba con una ubicación estratégica, con una excelente vista sobre el río y las rutas de viaje críticas. « Sabemos que Aníbal pasó los Pirineos luchando contra las tribus locales, probablemente los cerretanos » y aunque no se conservan muchos restos arqueológicos de esa expedición, « Tossal de Baltarga es probablemente uno de los mejores ejemplos », afirma Olesti.Un poblado cerretano arrasado Recreación del edificio G, excavación arqueológica en Tossal de Baltarga y el pendiente de oro hallado en la olla cerámica Reconstrucción del ilustrador Francesc Riart / Universidad Autónoma de BarcelonaEl incendio, intencionado y efectivo, destruyó todos los edificios del lugar. En uno de ellos, una construcción de dos plantas que los investigadores han bautizado con la letra G, el techo, las vigas y el piso superior de madera se derrumbaron, sepultando algunos objetos. Los arqueólogos han hallado un pico de hierro y el pendiente de oro, una ocultación que, a juicio a Olesti, «prueba que se temían algo». No se ha encontrado ninguna pieza de armamento, «aunque la dolabra, el pico-hacha, podría serlo», según el historiador. Tampoco se han hallado restos humanos. «Probablemente alguno caería, pero no hemos conservado sus cuerpos », señala antes de explicar que «en realidad, lo único que hemos conservado son los establos, la planta baja, y si hubo muertos en el piso superior, tampoco tenemos muchos datos. Lo más lógico es que se llevaran sus muertos…».El piso superior del edificio debía contar con espacios para la cocina y la producción textil ya que se han recuperado numerosos tornos de uso y pesas de telar para hilar y tejer la lana de las ovejas y cabras que vivían debajo. También se han encontrado granos de avena o cebada y recipientes para cocinar, con residuos que indican que sus habitantes bebieron leche y comieron guisos de cerdo.Animales atrapadosSeis animales no escaparon del virulento incendio, entre ellos un caballo que pudo ser montado por sus dueños ya que se ha encontrado un bocado de metal. Los habitantes del edificio los habían encerrado en recintos de madera, con su alimento, y no pudieron rescatarlos. La madera quemada descubierta en la entrada parece indicar además que quedaron atrapados tras una puerta cerrada. No debía ser lo habitual, pues por los análisis de isótopos se sabe que algunas ovejas habían pastado antes en tierras bajas. Posiblemente los confinaron ante el miedo al enemigo y no hubo tiempo para abrir la puerta del establo y salvar a los animales.«Podría ser simplemente un incendio local inesperado, pero la presencia de un pendiente de oro escondido indica la anticipación por parte de la población local de algún tipo de amenaza , probablemente -subraya Olesti- la llegada de un enemigo. Además, tener tantos animales en un establo pequeño sugiere la anticipación de un peligro ».El historiador de la UAB explica que la economía de los cerretanos tenía un fuerte componente ganadero. Su cultura material «tiene pocas importaciones del Mediterráneo, aunque llegaban algunos productos» y su cerámica «es siempre a mano, lo que no es habitual en el mundo ibérico». Se conoce también bien su escritura, porque acostumbraban a realizar grafitos sobre las rocas, fuera de los yacimientos. «Aquí se conoce un corpus de más de 150 inscripciones, con antropónimos y teónimos ibéricos», recuerda Olesti.Noticias Relacionadas reportaje Si Descubren la gran ciudad ibérica de la Dama de Elche Mónica Arrizabalaga reportaje No La misteriosa tumba de la momia maldita: boca abajo y con piedras para que no escapara Mónica ArrizabalagaSe desconoce qué fue de la gente que vivía en el Tossal de Baltarga en el momento del ataque. El poblado fue después reocupado y guarnecido por los romanos. Se construyeron defensas, incluida una gran torre de vigilancia, quizá en recuerdo de aquel terrible incendio que redujo el asentamiento cerretano a cenizas.

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