La atracción de los amantes de los coches ruidosos era considerada, hasta la fecha, normal, pero un reciente estudio canadiense la vincula con problemas psicológicos como el sadismo o la psicopatía. Julie Aitken Schermer, profesora de psicología y estudios de gestión y organización en la Western University de London, Ontario (Canadá), es la responsable de esta investigación, recogida por Autocasión .La científica tuvo la idea de realizar el estudio al contemplar la concentración de coches modificados en carreras ilegales mientras paseaba a su perro al sur del campus. «Todos los días nos encontramos con coches, pick up y motos que hacían mucho ruido y me sobresaltó», explica.Noticia Relacionada Furia al volante estandar No El 51% de los conductores admite haber insultado a otros en plena carretera Canal Motor y Patxi Fernández Un 22% de conductores en España participa en reuniones telefónicas de trabajo mientras está al volante, según el Barómetro de conducción responsable«Mi perro se sobresaltó. Veía huir a los animales que estaban en los árboles y a las ardillas en el suelo. Pensé: ‘Oh, ¿quién quiere realmente hacer este tipo de ruido?.Desprecio por los sentimientos y las reacciones de los demásEn el estudio piloto, titulado «El deseo de un coche ruidoso con silenciador modificado se predice por ser hombre y por puntuaciones más altas en psicopatía y sadismo», Schermer descubrió que el sadismo y la psicopatía predecían el comportamiento de aquellos que modifican los silenciadores de los tubos de escape de sus coches, «quién se siente más vinculado a su vehículo y cree que los coches ruidosos molan mucho».Schermer encuestó además a 529 estudiantes universitarios de empresariales y se les preguntó si veían su coche como una prolongación de sí mismos, hasta qué punto pensaban que los coches ruidosos eran «guays» y si harían que sus coches fueran más ruidosos con modificaciones en el silenciador.Además, Schermer sometió a cada persona a un test de personalidad denominado Short Dark Tetrad (SD4), diseñado para detectar cuatro rasgos oscuros de la personalidad: narcisismo, sadismo, psicopatía y maquiavelismo .La investigadora esperaba encontrar una clara relación entre el narcisismo y el gusto por los coches ruidosos, suponiendo que el potencial de un motor ruidoso que llame la atención atraería a las personas a las que les gusta llamar la atención. Pero en lugar de eso, encontró un vínculo mayor con el sadismo y la psicopatía.«Se trata de un desprecio cruel por los sentimientos y las reacciones de los demás. Esa es la psicopatía que sale a la luz y también es probable que les divierta ver cómo la gente se sobresalta», apunta la investigadora.
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