Carlos Sainz se ha dejado un fino bigote estilo años 20 y se engomina el pelo hacia atrás en un detalle afectuoso con su preparador físico, Pierluigi della Bona. El monitor italiano, aunque es de una localidad cercana a Roma, considera este gran premio de Ímola como su feudo. Como ellos también luce una mínima pelambrera labial Roberto Merhi, expiloto castellonense de F1 que acompaña como asesor a Sainz. Son parte del clan Sainz que se mueve por el mundo de la F1 y que busca trabajo para el futuro próximo, después de que Lewis Hamilton y Ferrari se aliasen en un proyecto común y dejasen sin sitio al español.Nadie esconde en el paddock de Ímola que a Sainz ya le hubiese gustado resolver su futuro profesional con un anuncio y un comunicado oficial al estilo de la F1. Carlos Sainz ficha por tal o cual equipo en un contrato multianual, en el que destaquen palabras de agradecimiento y reconocimiento.Pero esto no ha sucedido, pese al trabajo permanente, pico y pala, de Carlos Sainz padre y Carlos Oñoro Sainz, mánager personal y primo del piloto. Sainz ha ganado una carrera, Australia, y ese rebufo parecía determinante en su proyección, pero los equipos a los que aspira, Red Bull y Mercedes , se lo toman con calma.Noticias Relacionadas estandar Si Fórmula 1 Ayrton Senna, 30 años de duelo para el piloto que hablaba con Dios José Carlos Carabias | Enviado especial a Ímola (Italia) estandar No Fórmula 1 La marcha de Adrian Newey de Red Bull revoluciona el futuro de la F1 Javier AsprónLos pasajeros de la Fórmula 1 califican como ‘política’ a todos aquellos factores externos que influyen tanto o más que el rendimiento de los pilotos en la pista. Sainz ha funcionado como un reloj en las carreras de 2024 (un triunfo, dos podios más y dos quintos puestos en las dos últimas pruebas), más un no presentado por la operación de apendicitis . La política juega en su contra.La política, en este proceso de búsqueda de un coche potente, es el papel de Checo Pérez como pacificador en el cisma que se vive en Red Bull. Horner y el propietario tailandés están a la greña contra el clan Verstappen y Helmut Marko, lo que ha provocado la salida de Adrian Newey, el ingeniero estrella.El mexicano sabe cual es su papel en este equipo con el mejor coche: el de un segundo piloto sin opción de escalar pues Verstappen es el que manda en la pista y muchas veces fuera de ella. La postura suave de Checo no es la que pretende Sainz, quien aspira a ser campeón del mundo y ya coincidió con Verstappen en Toro Rosso hace casi una década.La opción AntonelliPolítica es la decisión que adopte Mercedes, un gigante que hizo campeón a Hamilton y ha decaído en su rendimiento en los últimos tiempos. Toto Wolff es el supremo de Mercedes F1 Team, y además de ser uno de los principales accionistas del equipo, siempre ha manejado su grupo de pilotos, además de otros intereses: Bottas y Ocon, entre otros, estuvieron bajo su manto. Ahora es el adolescente Kimi Andrea Antonelli quien lo tiene deslumbrado.El joven italiano de 17 años ya pertenece al holding Wolff y Mercedes está poniendo los medios para construir su Verstappen de futuro. Se ha gastado mucho dinero en las pruebas con fórmulas 1 que ha realizado Antonelli en Austria, Inglaterra o Italia. Alquilar un circuito puede llegar a 500.000 euros para una sesión.Hamilton tuvo un feo detalle con Sainz en rueda de prensa en Ímola. Se le preguntó si el español sería un buen sustituto suyo en Mercedes. Después de alabar al madrileño, sus virtudes y demás, dijo que él se «decantaría por la juventud».El clan Sainz repite a quien quiere escuchar que el piloto español no se mueve por dinero ( solo por dinero, se entiende ), sino por coche. Quiere conducir uno de los buenos, elección de riesgo sin duda porque puede conseguir su objetivo o quedarse sin el caramelo.Tampoco quiere un contrato de un año, sino de dos para alcanzar el cambio reglamentario de 2026 que puede dar la vuelta a la tortilla en la Fórmula 1 como sucedió con la era híbrida en Mercedes.Le queda a Sainz la opción Audi. La marca alemana será propietaria del equipo Sauber en 2025, y entrará oficialmente como tal en el Mundial en 2026. Si el mercado y los mareas de Mercedes y Red Bull lo empujan a Audi, Sainz correría el año próximo en Sauber, un coche sin expectativas, al contrario que en 2026, cuando el gigante germano entre de lleno en la F1.Pero Audi tiene una ardua papeleta por delante. Si quiere captar talento, en pilotos, ingenieros, mecánicos, etc, tiene que pagarles el doble de lo que cobran en sus equipos . Y queda por ver si la billetera de los alemanes es tan amplia. Mientras tanto Sainz pasea feliz su bigote, porque informaciones nunca contrastadas, parece que no ha habido cambios en las últimas semanas. Aunque en el paddock el personal espera que el asunto Sainz se resuelva antes del verano.
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