Al frente del Partido Popular Europeo (PPE), nada de lo que sucede en España le es ajeno a Manfred Weber. De visita a Barcelona la pasada semana con motivo de la presentación de Dolors Montserrat como candidata del PP español a las elecciones europeas, Weber repasa para ABC aspectos relativos a la actualidad de la UE y otros directamente vinculados con nuestro país pero con proyección directa en Bruselas. Los más recientes, que responde a este diario con posterioridad al 12-M, relacionados con Cataluña o con el intento de asesinato del primer ministro eslovaco, suceso este último sobre el que ha sentenciado: «La violencia no tiene cabida en nuestra sociedad y amenaza la base misma de la democracia y nuestros valores europeos fundamentales».–¿Cómo se analiza desde Europa el resultado de las elecciones catalanas?–El hecho de que el PP haya tenido un resultado espectacular, convirtiéndose en la referencia constitucionalista y europeísta, da mucha tranquilidad. Es el partido que más crece, multiplicando por cinco su resultado. Y el PP no va a abandonar a los catalanes como sí hará Sánchez pactando con Puigdemont.–El independentismo ha perdido la mayoría absoluta, pero seguirá condicionando el futuro Gobierno catalán y es todavía decisivo para el sostenimiento de Pedro Sánchez. ¿Cree que el ‘procés o su influencia han acabado, como sostiene el PSOE?–El ‘procés’ ha mutado: antes lo lideraba solo el independentismo y ahora lo representa también Sánchez, porque cede ante todo lo que le piden contra el Estado de derecho. Al PSOE le interesa decir que no hay ‘procés’ para que los ciudadanos se olviden de que sigue dependiendo del secesionismo para gobernar. El ‘procés’ acabará cuando Sánchez rompa con el independentismo.–La tramitación de la ley de amnistía sigue su curso. El PPE ha sido extremadamente crítico.–Desde el punto de vista europeo es inaceptable, incomprensible para los socios europeos. Forma parte de algo extremadamente grave en España, que amenaza la independencia de las instituciones y la separación de poderes, principio fundamental del Estado de derecho. Lo que sucede en torno al fiscal general es un ejemplo de la amenaza contra el Poder Judicial. Las instituciones comunitarias estarán atentas a lo que pase en España y garantizarán la pervivencia del Estado de derecho. Los españoles pueden contar con el PPE como un estricto guardián de ello. No se pueden negociar estas cosas básicas en una sociedad libre y democrática.–¿Cómo valora iniciativas como la de crear comisiones en el Congreso para supervisar el trabajo de los jueces?–Se están traspasando todos los límites. En los libros de historia, Sánchez será visto como una persona que está dañando o, incluso, destruyendo el Estado de derecho.–¿Cómo se ha visto desde Europa todo el episodio en torno a Sánchez y sus cinco días de retirada para luego anunciar su continuidad?–Se ha visto como un movimiento egoísta. Un primer ministro, un presidente de gobierno, no puede dejar en suspenso un país durante cinco días. Es inimaginable en ningún otro país europeo y eso muestra el verdadero ADN de Sánchez. Se trata de él, no del país. España necesita estadistas y no ‘showmen’.–Se especuló durante esos días con que Pedro Sánchez quería optar a ocupar un alto cargo europeo. ¿Cree que tiene alguna opción, no ahora, sino en el futuro, después de todo lo sucedido?–Yo veo a Sánchez como un hombre que está dividiendo a Europa, como demuestra su iniciativa sobre la decisión unilateral de aceptar a Palestina como un país separado e independiente. Está destruyendo la solidaridad y la unidad europeas. Como europeos estamos a favor de la solución de los dos Estados, de eso no hay duda, y queremos que haya un Estado de Palestina en el futuro. Pero Europa tiene que hacerlo de manera unida, de lo contrario no desempeñaremos ningún papel. Aquí de nuevo se ve el comportamiento egoísta de Sánchez. En base a este comportamiento, no lo veo realmente como un líder europeo. No tiene en mente los intereses europeos, solo tiene en mente su ego.–El conjunto de Europa asiste a un preocupante auge de los partidos de extrema derecha. –Nos enfrentamos a una ola de políticos que cuestionan la idea de una Europa unificada y eso nos preocupa mucho al PPE, el partido de los fundadores de Europa, como Adenauer, De Gasperi, Schuman, y por eso estamos en la primera fila para defender Europa contra los antidemócratas y contra aquellos que quieren destruir su concepto. Y le doy un nombre que simboliza esta persistencia: Donald Tusk. Luchó en Polonia contra estos movimientos y venció. No fueron los socialistas, ni los verdes, ni los liberales. Lo hicimos nosotros. Por eso nuestro ADN es claro y queremos mantener la unidad de todos los demócratas para defender Europa.–Desde la izquierda, particularmente Pedro Sánchez, perdone que insista con el presidente español, se le acusa de blanquear a la extrema derecha.–No aceptamos ninguna lección de alguien que colabora con los extremistas de izquierda y los separatistas, que está dispuesto incluso a violar el Estado de derecho para mantenerse en el poder. Alberto Núñez Feijóo ofreció una gran coalición, una cooperación temporal entre los dos partidos para estructurar y dar una respuesta al futuro de España en aspectos fundamentales. Creo que la gente está harta de esta forma partidista y egoísta de hacer política. –En España la idea de una gran coalición es inimaginable.–Pues hay maneras alternativas de hacer política. Mire Portugal, que vuelve a ser gobernado desde el centro con el primer ministro Luis Montenegro. Eso fue exactamente lo que Núñez Feijóo proponía.–El presidente Macron advertía hace pocos días sobre el peligro del fin de Europa si no fortalecemos la unidad. ¿Comparte esta idea?–Nos enfrentamos a enormes desafíos, pero el mensaje del PPE no es el de que Europa puede fallar, nuestro mensaje es optimista, pero eso requiere liderazgo. No entiendo la lógica de Macron de ser tan pesimista y negativo. Europa tiene dos desafíos por delante: en primer lugar, ¿podemos garantizar el futuro económico de Europa? Y en segundo lugar: ¿podemos mantener la paz en Europa? Tenemos guerra en Ucrania y Putin nos está amenazando.–Hace pocos días, Chery, fabricante chino de coches, anunciaba que abrirá una fábrica en Barcelona. ¿Está haciendo Europa lo suficiente para impedir lo que mucha gente entiende que no es una competencia leal por parte de China?–Mire, el PPE es el partido del libre mercado, ese es nuestro principio básico y por eso cada vez que los inversores vienen a Barcelona, a España, a Europa, son bienvenidos y estamos felices por ello. Pero tenemos que garantizar que eso suceda en unas condiciones de mercado justas. Le pongo un ejemplo: el exceso de capacidad chino de producción de acero es equivalente a toda la producción europea. Y con esta sobreproducción van a los mercados globales, hunden los precios y destruyen nuestras empresas. Esto no es aceptable. Europa tiene que defenderse. Ursula von der Leyen fue clara: necesitamos aranceles, tenemos que proteger nuestra industrias. Somos el partido del libre comercio, sí, pero debemos poner fin a la ingenuidad. Necesitamos esquemas de protección para Europa y su economía.–Con respecto a la ingenuidad a la que alude, Europa es pionera en el veto a los motores de combustión. –La izquierda en el Parlamento Europeo cometió un gran error al prohibir el motor de combustión, que es un producto tecnológico clave para Europa. Nuestra industria automovilística depende mucho de ello. Y, teniendo esto en cuenta, prometo que si contamos con mayoría en el próximo Parlamento, lo revisaremos. Tenemos que permitir el motor de combustión, aunque a la larga queremos una política climática ambiciosa. No hay duda sobre esto. Estamos a favor, pero debemos hacerlo tecnológicamente abiertos y no prohibiendo la tecnología europea.–¿La UE se ha apresurado demasiado en la transición verde?–Déjeme precisarlo, cuando hablamos de la Unión hablamos de partidos. La gente votará el 9 de junio y votará por partidos separados. Y los partidos que integran el PPE siempre hemos estado a favor del motor de combustión. Y los socialistas, los verdes y los liberales, en contra. La gente tiene que ser consciente de ello: no se trata de Europa, sino de política partidista.Noticia Relacionada estandar Si La tensión política en España coincide con la interinidad en las instituciones europeas Enrique Serbeto Con el Parlamento inactivo en plena campaña se reduce la capacidad de reacción–Ucrania atraviesa momentos dramáticos con la intensificación de la ofensiva rusa. ¿Considera las elecciones de junio como una oportunidad para ayudar más desde Europa a este país? –Tenemos que entender que los ucranianos, además de su país, están defendiendo nuestro modo de vida europeo. Cuando Volodímir Zelenski se dirigió al Pleno del Parlamento Europeo nos preguntó: ¿vale la pena luchar por el estilo de vida europeo? ¿También somos bienvenidos a convertirnos en europeos? Y es por eso que nuestro mensaje en este momento de la historia es que sí, los ucranianos también pueden convertirse en miembros de la Unión Europea, también pueden unirse, también pueden tener las mismas condiciones de vida que tienen los españoles, los alemanes, los polacos… Este es un principio fundamental, incluso aquí, en España, un país que quizás por lejanía geográfica pueda sentirlo más lejano. Vladimir Putin odia la forma en que vivimos, en libertad, la democracia, la libertad de prensa… Odia el sistema y quiere destruirlo. Y tiene ambiciones cada vez mayores. Por eso nuestra misión histórica es defender nuestro estilo de vida europeo, juntos.–¿Cómo articulamos esa ayuda?–En primer lugar, dando pleno apoyo a Ucrania, pleno apoyo desde el punto de vista financiero y también militar. Y en segundo lugar, tenemos que construir ya el pilar de defensa europeo para defendernos juntos. Ejércitos nacionales fuertes, sin duda, para fortalecer nuestras capacidades nacionales, pero también para establecer, ahora, un pilar europeo de defensa. Y eso significa para mí, por ejemplo, un mercado común de bienes de defensa. En Europa hay 70 tipos diferentes de tanques, los estadounidenses tienen un solo modelo. Podemos ser mucho más eficientes y estar mucho mejor preparados si hacemos las cosas juntos. Como primer paso concreto podemos crear una brigada de ciberdefensa de la UE, para defender nuestra infraestructura de internet de una manea unificada.
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