Filippo Ganna andaba herido desde hace una semana, cuando Tadej Pogacar puso en cuestión en Perugia su supremacía en la lucha individual contra el reloj. El italiano, doble campeón del mundo de la especialidad, sucumbió entonces ante el esloveno por 17 segundos, perjudicado por un final de etapa más empinado de lo debido para él. Ganna rumiaba su venganza desde entonces y no desaprovechó la segunda oportunidad que el Giro puso ante él. El corredor del Ineos, también oro olímpico en pista, se impuso en la meta de Desenzano del Garda después de una contrarreloj superlativa, en la que cubrió los 32,1 kilómetros de recorrido en 35:02, a una media de 53,43 km/h.[Narración: así hemos contado la contrarreloj]Pogacar no lo puso fácil. Ganna tuvo que asistir a toda su crono desde la ‘silla caliente’ que la televisión dispone para el líder provisional. Ahí se le vio sufrir con el desempeño del esloveno, que llegó a ponerse por delante por cuatro segundos tras el primer paso intermedio. Luego, quien sabe si pensando en lo que viene, Pogacar no fue capaz de mejorar los tiempos de Ganna y acabó cruzando la meta a 29 segundos del italiano, en segunda posición.La crono sirvió para que hubiera un vuelco entre los perseguidores en la general de Pogacar. Geraint Thomas desbancó al colombiano Daniel Martínez, y es ahora la principal amenaza para el esloveno, a 3:41.Pogacar afronta aún más líder el tríptico montañoso por los Alpes que comenzará este domingo con la etapa reina: 222 kilómetros entre Manerba del Garda y Livigno, con cinco puertos en el recorrido, entre ellos el Mortirolo, Foscagno y Passo di Eira, donde estará la meta.
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