Este domingo ocho millones de dominicanos están convocados para elegir entre nueve candidatos a la presidencia y a los 190 miembros del Congreso Nacional y 32 senadores. Se trata de una elección con rostros conocidos en donde un expresidente y el actual mandatario llevan la delantera. Y es que la democracia dominicana es particular, sobre todo dentro de la región centroamericana y caribeña, que no es conocida, necesariamente, por su estabilidad política. En lo que va de siglo, los dominicanos se han conformado con reelegir en múltiples ocasiones a partidos políticos y mandatarios durante largas temporadas. República Dominicana ha mostrado a la región cómo dominar el tablero político sin cambios revolucionarios ni grandes reformas a la ley electoral, un contraste evidente con países vecinos como el Estado fallido de Haití o la región centroamericana, que ha apostado por las dictaduras del nuevo siglo, como Nicaragua.La lucha electoral por la silla presidencial de la isla se concentra en tres candidatos: el actual mandatario, Luis Abinader, del Partido Revolucionario Moderno (PRM), de centroizquierda; el expresidente Leonel Fernández , del progresista Fuerza del Pueblo; y Abel Martínez , del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), también de centroizquierda.Abinader, sin embargo, tiene todas las de ganar. La última encuesta de Pulso Electoral 2024 de ABC Marketing publicada por Bloomberg, sostiene que el presidente tiene un 64,8% de intención de voto —suficiente, incluso, para ganar la contienda en primera vuelta. Otra encuesta, de la casa Greenberg, publicada por ‘Diario Libre’, estima un 58% para el candidato oficialista. Son cifras que sorprenden a pocos dominicanos. El popular presidente llegó al poder en agosto de 2020 con el PRM y su popularidad superó con creces la prueba de fuego, que fueron las elecciones municipales de febrero pasado, en las que su partido consiguió una mayoría en al menos 30 de 32 provincias. El éxito fue tal que de las 158 alcaldías, la oposición solamente ganó 23. Abinader es, además, uno de los líderes más populares de toda la región, con un índice de aprobación del 70% según la última encuesta de CID Gallup el pasado mes de marzo.Noticia Relacionada estandar Si Panamá elige a Mulino como presidente y gira a la derecha dura Juan Diego Godoy | Corresponsal en Ciudad de Guatemala José Raúl Mulino, de la unión partidista Realizando Metas y Alianza, ha sido electo presidente con el 34.25% de los votos en una jornada electoral pacíficaSu contrincante más cercano es el expresidente Leonel Fernández, que acumula, según las encuestas citadas, entre el 18% y 25% de intención de voto. El caso de Fernández es curioso, pues se trata de un conocido personaje en la vida política de la isla. Fue presidente de República Dominicana durante dos mandatos -desde el 16 de agosto de 1996 hasta el 16 de agosto del 2000 y del 16 de agosto del 2004 hasta el 16 de agosto del 2012-. El progresista Fernández busca regresar al viejo poder pero con un nuevo partido político. El exmandatario decidió fundar la Fuerza del Pueblo y abandonar las filas del PLD, su antigua formación contra el que se enfrenta en esta elección. El PLD no solo busca vencer al disidente de Fernández, sino posicionar a Abel Martínez. El alcalde de la ciudad norteña de Santiago de los Caballeros (la segunda más grande del país) tiene entre un 8.6% y un 13% de intención de voto en las encuestas. Los votantes no han sabido diferenciar su línea ideológica, propuestas y campaña de la de Abinader, y se inclinan más por un viejo conocido, que por el alcalde. El resto de candidatos, seis, que se reparte un escaso 10%, son casi todos socialdemócratas y progresistas, que no han podido acaparar la atención del votante dominicano.El funcionario más ricoA pesar de la popularidad de Abinader, del presidente también hay algunos señalamientos por los que los dominicanos esperan respuestas. Medios locales coinciden en que Abinader es el funcionario más rico de República Dominicana con un capital de más de 75 millones de dólares. Un tema que cobró relevancia después de la investigación global de los Papeles de Pandora, que señalaron a varios mandatarios de todo el mundo por mantener parte de su capital en paraísos fiscales, entre ellos, Abinader. El presidente ha estado bajo escrutinio por ser el propietario de las sociedades ‘offshore’ (comúnmente utilizadas para evadir impuestos) a su nombre, según la investigación de los Papeles de Pandora. A Fernández se le achaca su polémica reforma a la Constitución en 2009, durante su segundo periodo como presidente. Su reforma buscaba, entre otras cosas, permitir más mandatos a los presidentes . Esto fue visto por sus disidentes como un plan para entronizar a Fernández en el poder de manera indefinida, cosa que no sucedió pero que, entre otras cosas, hizo que se retirara de las esfera política durante 12 años.De izquierda a derecha, los principales candidatos, Luis Abinader, Leonel Fernández y Abel Martínez efePor su parte, Martínez guarda para sí una carrera política llena de éxitos. A sus 38 años, se convirtió en la persona más joven en ocupar la presidencia de un Parlamento en el continente americano, su gestión en la alcaldía de Santiago fue muy popular y ahora lidera la segunda fuerza política del país. No es para menos. Sin embargo, de acuerdo con una publicación del diario local ‘Acento’ y la agencia France 24, en 2017, Martínez se vio envuelto en un escándalo cuando una auditoría a su gestión registró supuesto «regalos» realizados por el alcalde por un valor cercano a los 40.000 dólares a funcionarios del gobierno en concepto de «donaciones, compra de electrodomésticos y raciones alimenticias».Muro en la frontera con HaitíLa migración, la educación y la economía, son los principales temas que se han discutido en campaña. Sin embargo, sobre todos ellos se ha situado el primero, referido a la migración de los vecinos haitianos al país . Todos los presidenciables coinciden en que no dejarán pasar a los migrantes haitianos por su frontera. El país vecino atraviesa una de las peores crisis políticas y violentas de su historia, y la capital Puerto Príncipe ha sido tomada en un 80% por las pandillas, provocando que reine el descontrol en esa parte de la isla. Abinader se ha comprometido a concluir la construcción de un muro fronterizo con sus vecinos que están «al borde de la guerra civil». Por su parte, Fernández aseguró en declaraciones al Diario Libre que «República Dominicana no debe ser un lugar de refugio para los haitianos que huyen de su país intentando escapar de las precariedades y las crisis». Martínez ha sido el más crudo, tildando a los haitianos de delincuentes. «(Prohibiremos) la invasión permanente de los migrantes ilegales a nuestros territorios, barrios, calles y campos», dijo durante la campaña.
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