El fenómeno Milei ha reportado grandes beneficios contra una izquierda radical que ha empobrecido Argentina y cuyo modelo se ha exportado a España, pero en democracia las formas también son importantes. Replicar las maneras de esa izquierda ultramontana provoca una impresionante movilización contra la derecha, abusando de estereotipos históricos. Sánchez ha logrado unificar a toda la izquierda bajo su liderazgo mientras enfrente tiene dos partidos, dos expresiones políticas enfrentadas entre sí. Abascal ataca tanto o más al PP como al PSOE; lo mismo piensa que es el camino para volverse el Milei español, pero Vox nunca va a superar al PSOE en las urnas, sólo consigue perpetuar a Sánchez en el poder. En la guerra de las caricaturas, ganará la izquierda con seguridad. Casado y Teodoro apostaron por blindarse como la oposición resignada, sin perspectivas de victoria; Vox anda en lo mismo desde una óptica de oposición patriótica, igual de inútil. De momento le han regalado a los socialistas la rampa de lanzamiento para la campaña europea.
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