Era lo esperado. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez , se ha puesto el traje de hombre de Estado, de gran internacionalista, para dejar en un segundo plano los negocios de su mujer, Begoña Gómez, en el disparadero, después de que un juzgado de Madrid le abriese diligencias por presunto tráfico de influencias.Este miércoles, en su macrocomparecencia en el Congreso, el jefe del Ejecutivo ha anunciado que el próximo martes el Consejo de Ministros aprobará el reconocimiento del Estado de Palestina . Tras ello, en un discurso medido, ha arremetido contra la oposición, a la que ha culpado de la apertura de diligencias contra su esposa. Una persona, según ha defendido, «honesta, seria y responsable».Sánchez ha asegurado que no hay corrupción alguna en las actividades de su mujer y ha vaticinado que esas diligencias previas «se van a archivar». «Estoy seguro», ha sentenciado. En la parte inicial de su intervención, en una comparecencia por el último Consejo Europeo, Gibraltar, Palestina y los negocios de su mujer, el presidente había hecho propósito de enmienda y había reclamado que sus señorías convirtiesen la sesión de este miércoles en un «punto y aparte», otro , respecto a la crispación. Noticia Relacionada estandar Si Feijóo acusa a Sánchez de usar a «Palestina para tapar sus problemas personales» Emilio V. Escudero El líder de la oposición enarbola un discurso muy duro, en el que exigió al presidente el cese del ministro de exteriores por la crisis con ArgentinaNo obstante, al cambio de tercio, del internacional al doméstico, también ha mutado el talante del presidente. «Discrepemos, pero no lo hagamos desde el insulto. Practiquemos el juego limpio, yendo al balón y no a por el adversario», había rogado en los primeros compases de los 44 minutos que ha empleado en su primera intervención. Después, al entrar en faena, en las explicaciones por las dudas que se ciernen sobre Gómez, ha sacado las armas.Ha dicho que la oposición está «cada día más ultraderechizada», que ha activado «la máquina del fango», que propaga «bulos» y «acusaciones falsas» y que crea «una atmósfera irrespirable». Todo ello con tres metas. La primera, «tapar» el proyecto político de Alberto Núñez Feijóo (PP) y Santiago Abascal ( Vox ), a los que ha presentado en ‘pack’ durante todo su discurso; la segunda, «ocultar los éxitos del Gobierno». «El tercer objetivo consiste en intentar quebrarme. Van listos», ha advertido Sánchez, en tono desafiante.«Lo que no consiguieron en las urnas lo pretenden conseguir por la puerta de atrás con denuncias falsas», ha insistido Sánchez, quien ha asegurado que les persiguen, a él y su entorno, porque hay «círculos de poder», según él alineados con Núñez Feijóo y Abascal, a los que «molestan» las políticas del Gobierno, como la subida del salario mínimo interprofesional, revalorizar las pensiones o aprobar un impuesto a las grandes fortunas.«Si piden mi comparecencia en el Senado, señor Feijóo, encantado» Pedro Sánchez Presidente del GobiernoLa mujer de Sánchez, Begoña Gómez, se reunió con el CEO de Globalia, matriz de Air Europa, Javier Hidalgo, y con Víctor de Aldama, comisionista del caso Koldo, en 2020, antes y después del rescate millonario a la aerolínea aprobado por el Consejo de Ministros. También escribió cartas de recomendación a empresarios que terminaron recibiendo contratos públicos. Por esto último es por lo que se le han abierto diligencias en un juzgado de Madrid, aunque la Fiscalía ha pedido su archivo y la Guardia Civil no aprecia indicios de delito.Sánchez ha deslegitimado la denuncia contra su esposa por proceder de «organizaciones ultraderechistas» como el polémico sindicato Manos Limpias. También ha defendido tanto la honorabilidad de Gómez como la limpieza de su Gobierno, salpicado en los últimos meses por el caso Koldo , la presunta trama de mordidas en la compraventa de mascarillas durante la pandemia del Covid-19. «Yo no voy a caer en su máquina del fango, sería muy fácil comparar a personas inocentes con personas que sí han caído en prácticas corruptas. Si piden mi comparecencia en el Senado, señor Feijóo, encantado», ha retado Sánchez al líder de la oposición, sin entrar en más explicaciones. «Van listos», ha repetido.«O lo hace hoy en el Congreso o lo hará obligado en el Senado» Alberto Núñez Feijóo Presidente del PP«Su promesa de no crispar le ha durado unos minutos», ha comenzado Núñez Feijóo en su réplica, en la que le ha exigido por enésima vez respuestas a preguntas que siguen en el aire: «¿Le consta si su mujer tiene la condición de investigada en un juzgado de Madrid o no? ¿Sabía que recomendaba empresas contratistas de su Gobierno?». El presidente del PP ha afirmado que no le corresponde a él dirimir si las actividades de la mujer de Sánchez son legales, algo que determinarán los tribunales, pero ha apostillado: «Sí le puedo decir con toda convicción que eso no puede hacerse, que no es ético ni estético».«El señor Sánchez decidió parar el país porque no le gustó que un juez investigara las negociaciones de su entorno. No se fue de retiro a pensar si debía dimitir, sino para pensar cómo afrontaba la investigación judicial a su mujer. Cuanto más tiempo pase sin dar explicaciones, más evidente se hace que usted hace por evitarlo», ha dicho Núñez Feijóo, quien ha añadido con sorna que al menos el presidente cuenta con «la colaboración del ministro veintitrés», en alusión al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz , cuya dimisión exigió el Senado con la abstención de los socios nacionalistas del PSOE.«No vaya de víctima»«O lo hace hoy en el Congreso o lo hará obligado en el Senado», ha aseverado el líder del PP, pidiendo a Sánchez que detalle los negocios de su mujer en su segunda intervención. «No vaya de víctima, porque no lo es, vaya de presidente y dé explicaciones». Respecto a esa máquina del fango y los ‘pseudomedios’, cada vez más presentes en la boca de Sánchez, Núñez Feijóo se ha preguntado si también son tabloides ‘The New York Times’, ‘Le Monde’, ‘Le Figaro’ y el ‘Corriere della Sera’, que, precisamente, se hicieron eco de las actividades de Gómez tras la carta publicada por Sánchez, en la que anunciaba que se tomaba cinco días de reflexión para decidir si, como sucedió, seguía en el cargo de presidente. «Ha venido con una intervención llena de injurias, el que no iba a insultar», le ha reprochado después Sánchez.El presidente de Vox, Santiago Abascal, se ha referido a esta cuestión en el arranque de su intervención, en la que ha vuelto a tachar de «títere» y «autócrata» a Sánchez. El portavoz del PSOE en el Congreso, Patxi López, ha pedido la retirada de esos términos del ‘Diario de Sesiones’ y la presidenta del Congreso, la socialista Francina Armengol, ha dicho que se revisará. «El señor Sánchez no soporta que un juez abra un procedimiento judicial que le afecte» Santiago Abascal Presidente de Vox«No podemos empezar este debate como si no se hubiese ido el presidente del Gobierno a descansar cinco días caprichosamente. El señor Sánchez no soporta que un juez abra un procedimiento judicial que le afecte», ha afirmado el dirigente derechista. «Los ‘pseudomedios’ que le apoyan a usted con la publicidad del Gobierno no lanzan bulos, lanzan a una parte de la población contra otra», ha dicho Abascal, y le ha avisado que no tiene «derecho a victimizarse» porque es él quien ha convertido a los españoles, siempre según su opinión, «en víctimas». El presidente de Vox, para dar fuerza a su argumento, ha enumerado las tres grandes mentiras que a su juicio ha pronunciado Sánchez. La primera, presentarse como adalid contra la corrupción en la moción de censura contra Mariano Rajoy; la segunda, que no iba a cimentar la gobernabilidad de España sobre los independentistas; y la tercera, que no aceptaría una ley de amnistía que, antes de las elecciones, decía que era «inconstitucional».«Nada que ocultar»Entre los socios de Sánchez, ha habido quienes no han tocado el asunto de su mujer, como Íñigo Errejón (Sumar) y Gabriel Rufián (ERC), y quienes se lo han llevado a su terreno, diciéndole al presidente que ha descubierto eso del ‘lawfare’ —la supuesta guerra sucia judicial contra adversarios políticos— cuando, según ellos, le ha afectado a él personalmente. En ese segundo grupo, con distintos tonos y matices, se encontraban Míriam Nogueras (Junts), Mertxe Aizpurua (Bildu) y Aitor Esteban (PNV). Sánchez, en su segunda intervención, centraba el tiro en Núñez Feijóo y repetía su pulso: «Si me quiere llevar a la comisión de investigación del Senado, encantado; si quiere llevar a mi esposa, será su responsabilidad, pero irá encantada. No tenemos nada que ocultar». Ya en la sesión de control al Gobierno, después de la comparecencia de Sánchez, el líder del PP ha solemnizado su amenaza: «Como usted no ha contestado ninguna pregunta, usted las va a tener que contestar en el Senado».
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