El 9 de junio Europa juega una de sus partidas más cruciales. La tradicional alianza entre socialdemócratas y democristianos, germen mismo de la UE, está en cuestión. La trascendencia de una ruptura en ese entendimiento, de producirse, es imprevisible. Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo libran a su vez su particular contienda. Lo que suceda no será definitivo para ninguno de los dos. Pero sí puede ser determinante. Y en los entornos de ambos se juegan a su vez partidas de interés. Vox mide su estado de salud tras sus buenos datos en el País Vasco y Cataluña. Y lo hace con la presión de fuerzas disruptivas en su espacio.Pero lo más trascendental para el futuro inmediato de la gobernabilidad de España tiene lugar en el flanco izquierdo del tablero. Existe una estrategia consciente por parte del espacio socialista en el Gobierno de crecer en toda la izquierda. Las perspectivas del PSOE hace dos meses no eran buenas para las elecciones europeas . Se han llegado a publicar sondeos que vaticinaban una victoria del PP por más de diez puntos. Noticia Relacionada campaña europeas estandar No Pedro Sánchez: «Hay dos formas de votar a la ultraderecha, votando a Abascal o al PP» Noelia Ruiz El primer mitin del PSOE en las europeas se convierte en «un gran baño de cariño» para «Pedro y Begoña»El escenario no parece que vaya a ser ni mucho menos tan claro. Y es en parte porque los sondeos apuntan a una transferencia importante desde Sumar hacia el PSOE. Sánchez está haciendo aguantar al partido girando su espacio electoral hacia la izquierda. Mientras trata de asociar permanentemente al PP con Vox como única herramienta a su alcance para dar la vuelta a una contienda en el centro que Feijóo le está ganando: el 23J 600.000 votantes pasaron del PSOE al PP. Pero volvamos a la izquierda.En Sumar llevan meses muy preocupados. Desde que la legislatura tornó en carrusel electoral con la convocatoria de las elecciones catalanas sus dudas son crecientes. Van a ser cuatro elecciones en seis meses. Las tres que ya se han celebrado no han traído buenas noticias para ellos. Y la decisión de no tramitar los presupuestos, asumida por La Moncloa al minuto siguiente de conocer el adelanto electoral catalán, les dejó sin su mejor baza para exponer su utilidad política. La demoscopia prevé que Irene Montero tendrán escaño seguro en la Eurocámara y eso revitalizará el proyectoUna vez que el PSOE ha asumido como única vía de acceso al poder la alianza con los nacionalistas e independentistas esa utilidad de las fuerzas a la izquierda de los socialistas es más difusa que cuando Pablo Iglesias, arquitecto del modelo que gobierna España, hostigaba a los socialistas con sus ofertas de pacto. La utilidad de DíazEsa ausencia de presupuestos ha obligado a Sumar a encontrar otros cauces para canalizar su posición política y no quedar eclipsado por el PSOE. Una tendencia que se acentuó tras los cinco días de retiro presidencial y su reaparición para erigirse en líder de la batalla contra el extremismo mundial.La candidata de Díaz se integrará en Bruselas en La Izquierda y no en Los Verdes en un intento por cerrar espacio a PodemosRetirar el Premio Nacional de Tauromaquia, enviar una carta a las empresas españolas con base en Israel advirtiendo de que no contribuyan al «genocidio»… y para terminar las votaciones en el Congreso en las que Sumar se ha querido desmarcar del PSOE. Algunos empiezan a entender ahora algo que los más taimados socialistas siempre tuvieron más o menos claro: lo del «radical» Iglesias y la «moderada» Díaz era un artefacto electoral, pero alejado de la realidad. En nada la gobernanza de la coalición es más rentable para el PSOE con Sumar que con Unidas Podemos. Iglesias, además, gozaba de una relación más fluida con las formaciones vascas y catalanas, que, en algunos casos, aborrecen a Díaz. Cierto es que la coalición con Podemos estuvo muy marcada temporalmente por la pandemia. Y que Iglesias le jugó fuertes pulsos a Sánchez. Los de Belarra se juegan su supervivencia, Sumar la solidez del proyecto y el PSOE cómo va a gobernarPero nunca en su cohabitación el PSOE vio que su socio de coalición le abandonaba en menos de 48 horas en una proposición de ley y en un proyecto de ley en el Congreso. La situación parlamentaria es tan insólita que en una moción del PP sobre política exterior se aprobaron siete de sus ocho puntos. Ni mayoría a favor del Gobierno ni mayoría de bloqueo a la oposición.En las filas socialistas la preocupación es grande. Aunque es mayoritario el sentir de que todo está muy condicionado por el proceso electoral, algunos dirigentes de peso empiezan a ver señales más profundas. Un error de cálculo en el plan de debilitar temporalmente a Sumar. Porque la idea siempre ha sido volver a dejarles luego su espacio, como hicieron cuando la quisieron promocionar en la moción de censura de Vox y Ramón Tamames. «Hay un espacio al que nosotros no llegaremos nunca. Queremos crecer, pero pensar en que no haya otro partido a nuestra izquierda no es realista», reflexiona un dirigente con muchos trienios.Pero la sensación es creciente en torno a que Sumar atraviesa problemas que van más allá del contexto actual. Díaz ha configurado la primera dirección de su proyecto sin que ninguna de sus fuerzas aliadas se hayan integrado en ella. Los problemas y errores que sufrió Podemos con su implantación territorial parecen replicarse casi desde el primer momento.El problema de Sumar es que ese complejo contexto interno, con la imagen de Yolanda Díaz sufriendo ya el desgaste que no tenía hace dos años, no viene solo por el intento de expansión del PSOE, sino que una parte importante del descenso en su perspectiva electoral viene de la presión que llega desde Podemos. El partido de Ione Belarra no ha funcionado en Galicia ni tampoco en País Vasco. En Cataluña optó por no concurrir. Pero el marco de las elecciones europeas, con la circunscripción única y con toda la estructura que les queda volcada en la candidatura de Irene Montero tienen un aroma distinto. «Obtendrán representación seguro», admiten en la cúpula de Ferraz. En torno a ello empieza a haber un consenso demoscópico prácticamente unánime. Y es importante porque de lo contrario podría interpretarse como la defunción del proyecto, que es justo lo que se juega Ciudadanos , a quien el CIS ha dado renovadas esperanzas al vaticinar que conseguirían escaño. Pero en su caso no hay consenso demoscópico y es por el momento algo que solo está en la cabeza de José Félix Tezanos.Podemos y el grupo europeoEn el PSOE ven con preocupación un escenario entre ambas fuerzas que casi podría definirse como un empate. Con tres escaños para Sumar y dos para Podemos. El CIS del pasado viernes otorgó cuatro a la candidatura de Estrella Galán y entre dos y tres a la de Irene Montero. La exministra de Igualdad es con mucha diferencia la candidata más conocida de estos comicios. «Si Sumar entra en crisis, tendremos problemas», reconoce un miembro de la Ejecutiva Federal del PSOE. «La autoridad de Díaz no alcanza a la que tuvo Iglesias en su día en ese espacio», resume un líder socialista autonómico. En una legislatura con una aritmética como la actual los cuatro votos de Podemos en el Congreso tenían ya un papel, aunque no decisivo, sin el concurso de otros actores. Si salen de las europeas con aroma de resurrección, su protagonismo aumentará. Y eso será una amenaza para Sumar. «Tengo la sensación de que a largo plazo Podemos, redimensionado y lejos de lo que fue, tiene más viabilidad que lo de Yolanda. Tal vez vayamos a un modelo de cohabitación entre dos candidaturas pequeñas, que es lo que se va a ver en las europeas. Eso puede tener la virtud de no dejar ningún votante de izquierdas en casa por la amplitud de oferta, pero también puede ser letal en unas generales. No serían tercera fuerza en ninguna circunscripción». La reflexión es de un alto cargo socialista con despacho en La Moncloa. Un exministro de Sánchez es incluso más directo: «Tenemos que ayudar a Yolanda o tendremos problemas».La presión que siente Sumar por su izquierda se ha dejado sentir estos días en los espacios de influencia de ambas formaciones. La candidata de Díaz, Estrella Galán, ha dicho que una vez elegida se integrará en el grupo parlamentario de La Izquierda. Sumar no ha querido operar referenciándose en el espacio de Los Verdes. Una formación con un carácter más europeísta y de corte político más transversal. Su principal partido comparte en Alemania la coalición semáforo con socialistas y liberales. Y ese posicionamiento de la candidata, que solo se asumía en el caso del número cuatro de la lista, Manu Pineda (IU), lo explica todo. Sumar acude a la cita urgido por sus dudas y con necesidad de tapar el ascenso inesperado de Podemos.La decisión de Galán ha sorprendido en Bruselas. Tres eurodiputados españoles de los grupos socialista, liberal y del PP europeo definen como «un gran error», «una decisión sorprendente» y un «patinazo» este movimiento. Uno de ellos explica que la influencia de Los Verdes es «innegable» mientras que en La Izquierda, donde se integrarán todos los eurodiputados que obtenga Podemos, concurren formaciones más extremistas y en algunos casos de filiación y admiración rusa. Algo difícilmente aceptable para un partido integrado en un Gobierno occidental y que no casa en absoluto con la posición de Sánchez en la guerra de Ucrania.El 9 de junio muchas partidas están en juego. Pero una de las más acuciantes y con más implicaciones inmediatas en la política de nuestro país se vive en el flanco izquierdo. Podemos se juega su supervivencia, Sumar la solidez de su proyecto y el PSOE cómo va a gobernar en el futuro.

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