El choque entre Israel y el Gobierno de España vive este lunes un nuevo episodio. El ministro de Exteriores israelí, Israel Katz, ha enviado una nota a la Embajada de España en el país para que prohíba al consulado español en Jerusalén «prestar servicios a residentes en la Autoridad Palestina» tras el reconocimiento del Estado Palestino, anunciado la semana pasada, y que el PSOE lleva al Congreso mañana. «Los días de la Inquisición han terminado», denuncia Katz en su cuenta de X (antiguo Twitter), que acusa al Ejecutivo de coalición de «premiar el terrorismo» y a la vicepresidenta tercera, Yolanda Díaz, de corear «lemas antisemitas». La también ministra de Trabajo pidió el miércoles pasado una Palestina libre «desde el río hasta el mar», lema que en algunos círculos propalestinos se emplea para reclamar la desaparición del Estado de Israel.«El ministro considera esas palabras un insulto hacia la soberanía de Israel y su seguridad» , reza el comunicado enviado a la legación española. Éste se ha hecho público al mismo tiempo que el ministro de Exteriores español, José Manuel Albares, comparecía en Bruselas junto a sus homólogos noruego e irlandés para explicar la decisión de reconocer Palestina. Noticia Relacionada estandar No Israel prohíbe que el consulado español en Jerusalén preste servicio a palestinos Gerard Bono y Angie CaleroSe trata de una nueva represalia contra la política exterior que está desarrollando el Gobierno de España. Ya la semana pasada Israel prohibió al consulado de Jerusalén prestar servicios en Cisjordania. Ahora, la restricción se extiende a todos los ciudadanos que estén bajo el paraguas de la Autoridad Palestina, con cuyo primer ministro, Mohamed Mustafa, se reunió ayer Albares, a lo que siguió un vídeo crítico de Israel que el jefe del Departamento de Exteriores tachó de «execrable».«El consulado general de España en Jerusalén únicamente podrá prestar servicio consulares a residentes en el distrito consular de Jerusalén», especifica el oficio librado por el Ministerio de Exteriores de Israel. «No podrá, ni nadie en su nombre, prestar servicios a residentes en la Autoridad Palestina o desarrollar otras funciones fuera de ese espacio sin consentimiento previo», añade y amenaza: «Si no se respeta esto el ministro no dudará en tomar más acciones». (Noticia en ampliación)

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