El Ministerio de Sanidad no cree que las nuevas formas de tabaco , como el vapeo, sirvan para atajar el hábito de fumar en la población. Y por tanto considera que la industria del tabaco no tiene nada que aportar al plan del Gobierno por el que se pretende reducir el número de fumadores en España. En esta línea, el secretario de Estado de Sanidad, Javier Padilla, ha comparado este miércoles a este sector industrial con una actividad legal en España, con una organización criminal. «De la misma forma que no confiaríamos en la camorra para resolver el problema de la mafia en Italia, no deberíamos confiar en la industria del tabaco para resolver los problemas del tabaquismo», ha lanzado.En un acto celebrado en el ministerio con motivo del Día Mundial sin Tabaco, que se celebra el próximo viernes, Padilla se ha referido al «entorno económico e industrial» alrededor del tabaco que «se reconfigura continuamente para poder seguir ampliando sus beneficios y poder impactar de forma clara sobre la salud de la población». Noticias Relacionadas estandar No Irlanda aumentará la edad mínima para fumar de 18 a 21 años ABC estandar No El vapeo frecuente entre adolescentes eleva la exposición tóxica al plomo y al uranio C. GarridoNo se puede confiar, ha incidido, en que la misma industria «que ha generado un problema» sea la que «vaya a ayudar a resolverlo». «Especialmente en un ámbito en el que se trata de una industria que no aporta absolutamente nada positivo para la salud de la población», ha remarcado.Padilla se ha referido a las nuevas formas de fumar, como los vapeadores o las cachimbas , que son, ha dicho, «la puerta de entrada» de los jóvenes al tabaco. Para ello ha recordado algunas de las medidas que incluye el Plan Integral de Prevención del Tabaquismo, aprobado recientemente en Consejo de Ministros, como la equiparación de estos nuevos dispositivos al tabaco convencional o la prohibición de los váper de un solo uso. Más espacios libres de humo«Necesitamos facilitar las salidas de aquellas personas que ya fuman y necesitamos liberar espacios libres de humo. También tenemos que equiparar la regulación de las nuevas formas del tabaco, de los nuevos productos a la regulación de los ya existentes», ha espetado el número dos de Mónica García.«Es evidente que existe una situación de sustitución industrial con las nuevas formas de tabaco» y el objetivo de su departamento, ha dicho, es que estos nuevos dispositivos dejen de ser «sexis» para los más jóvenes, pues la publicidad de estas nuevas formas de fumar, ha asegurado, va enfocada a los de menor edad, que son conscientes por otro lado de que «fumar un cigarrillo convencional da auténtico asco».

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