A cinco kilómetros al este del Signal Iduna Park aparece Phoenix-See, una de las zonas más pudientes y tranquilas de Dortmund, con un inmenso lago en el centro y buenas casas, donde suelen vivir muchos de los jugadores del Borussia. Allí residieron en su momento Haaland, Achraf, Alcácer, Akanji o Bartra. También J ude Bellingham , que en el verano de 2020, con sólo 17 años, dejó su Birmingham natal, rechazando suculentas ofertas de la Premier, para crecer en el Borussia , uno de los equipos europeos que mejor cuida a las promesas del fútbol.Noticias Relacionadas estandar No Fútbol Una Champions con secundarios de lujo Miguel Zarza estandar No Fútbol Los peligros del Borussia Dortmund: «Ir de tapados es su baza» José Ignacio Fernández«Vengo aquí por cómo ayudan a los jugadores jóvenes a mejorar. Para mi familia y para mí, la decisión fue sencilla», explicó Jude nada más cerrarse su fichaje por el Borussia, que pagó 25 millones por su traspaso. «Él nos eligió y eso es bueno. Le interesó mucho nuestro proyecto deportivo y le hicimos saber que veíamos en él un gran potencial y le ayudaremos a desarrollarlo en los próximos años», explicó Michael Zorc, por entonces director deportivo del Borussia.No se equivocaba. Su progresión en Dortmund fue perfecta. De menos a más en números, rendimiento, liderazgo, personalidad y capitanía. Se integró, como lo ha hecho en Real Madrid, desde el primer día. Le encantaba la tranquilidad de la ciudad, la calidad de vida, la pasión que había por el Borussia, y se empapó del alemán con la ayuda de un profesor que le puso el club, una de las cosas que más valoran las entidades deportivas del país germano. Para ellos, y a pesar del dominio del inglés por la mayoría de sus profesionales, entenderse en alemán es prioritario. Muestra respeto por su idioma y su cultura, y eso hizo Bellingham.Sobre el verde, sus hábitos también casaban bastante con el histórico estilo de juego germano y del Borussia. Fútbol directo, vertical y veloz en un chaval con mucho carácter, a pesar de su imberbe edad. Carácter que le ayudó a congeniar con el Muro Amarillo en un pestañeo. Ese ímpetu que muestra ahora en el Madrid por tener al Bernabéu enchufado en todo momento, lo mamó en las gradas del Signal Iduna Park, uno de los estadios más calientes y animosos de Europa. «Es de los jugadores que hace grupo, que genera muy buen ambiente. Le encantaba hacer bromas y reírse con los compañeros. Era menor de edad cuando llegó aquí y tenía ya una personalidad arrolladora. Además, se le veía en los entrenamientos que tenía condiciones para ser lo que fue aquí y lo que ha explotado en el Madrid», explica Morey , el lateral español del Borussia. «Le dieron mucha confianza desde el primer día, creyeron en él a ciegas, le dieron el peso del equipo y él estuvo a la altura», recuerda Relu, jugador del Villanovense, que estuvo en el filial del Borussia hace cuatro temporadas.El cuerpo de hoy de Bellingham tampoco tiene nada que ver con el de hace cuatro años. A Dortmund llegó como un ‘tirillas’, igual que le sucedió a Gasol cuando aterrizó en la NBA, y en su primer año en el Borussia se transformó por completo. Ganó unos cuantos kilos de masa muscular, claves para estar al nivel de un campeonato tan exigente como la Bundesliga, y contagió a sus compañeros de su ambición y altura de miras. Tanto como para poder creerse capaz de ganar la liga alemana, pese al incuestionable dominio del Bayern. Estuvieron a punto de hacerlo en su última temporada de Jude en Dortmund (2022-23), pero una inoportuna lesión le apartó del último partido (en el que dependían de sí mismos para ganar el título) le privó de jugar y de ayudar a sus compañeros a lograr la gesta. Una baja de calado que, al final, le costó un empate en casa ante el Mainz (2-2) que le regaló la Liga al Bayern: « Fue muy cruel , pero así es el fútbol. En los tres años que estuvo aquí, Bellingham aportó muchísimo y no se le pudo pedir más. Se fue sin aquella Bundesliga, pero es un ídolo en Dortmund», recuerda Morey.24 goles y una CopaBellingham se fue de Dortmund después de 24 goles (4-6-14) y 24 asistencias en 132 partidos y tres temporadas, la última nombrado mejor jugador de la Bundesliga. Y con una Copa germana ganada en 2021 al Rb Leipzig (1-4). Su excompañero Morey, que le dará un gran abrazo mañana en Wembley, confiesa que suele hablar con Jude a menudo y que le vacila bastante con el castellano para saber si ha avanzado en su aprendizaje. De momento, como él mismo confiesa, le está costando más que el alemán, pero va por buen camino. Como le fue en Dortmund, La Universidad que puso los cimientos de un futbolista que tiene pinta de marcar una época en el Real Madrid.

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