En el avión camino a Londres, en el asiento 19F , al lado de una de las ventanillas centrales de la parte derecha de la aeronave, una adolescente que debe rondar la mayoría de edad se santigua. Lo hace justo cuando el avión comienza a acelerar en la pista de despegue de la Terminal Satélite de Barajas (T4).Noticia Relacionada Davide Ancelotti estandar No «Soy muy duro con mi padre, le regaño y me encanta desafiarle» Rubén CañizaresNoticia Relacionada reportaje No Luis Llopis, el fabricante de porteros Rubén Cañizares Vanguardista, didáctico, estudioso, escritor y conferenciante, el preparador de guardametas es una de las claves de esta brillante generación del Real MadridEl gesto de la chica, ataviada con una camiseta del Madrid y sentada junto a su hermana (por el aspecto algo mayor que ella) y su padre, delata respeto y, seguramente, algo de temor a volar. Es curioso, porque el medio de transporte más seguro del mundo es, precisamente, el avión. Las probabilidades de sufrir un accidente son de 1 entre 11 millones, casi el mismo porcentaje de que te toque la Primitiva (1 entre 13 millones), pero ya saben que el miedo es libre. Que se lo pregunten a Ancelotti.«Una final de Champions es una final de Champions . Es el partido más importante, pero también el más peligroso. Lo vamos a disfrutar, claro, pero existe la preocupación de que puede salir mal y se te puede escapar. Eso es normal. Estar en una final de Champions es muy complicado. Te tienen que salir las cosas bien, tener suerte, no bajar los brazos nunca y cuando tienes el éxito muy cerca, entonces empieza la preocupación. Cuanto más miedo tienes, más alegría sientes si ganas», reflexiona el italiano.Puede que un buen número de madridistas piensen que su equipo va a ganar esta noche una final de la Champions sin romper a sudar y dándose un paseo con las manos anudadas a la espalda por los alrededores del renovado barrio de Wembley , repleto de edificios residenciales modernos y abalconados. No es ese el sentimiento del vestuario y el cuerpo técnico: «Tenemos mucha confianza por lo que se ha hecho esta temporada, pero también máximo respeto por el rival», asegura Ancelotti. «Esta no ha sido una semana tranquila. Todos nos dan por favoritos y nosotros no pensamos así. Es un partido al 50/50 ante un equipo que ha hecho una gran Champions y se merece respeto», analiza Modric. Inteligencia ArtificialPrudencia que coincide con lo que dice la Inteligencia Artificial. El Madrid tiene un 64,22% de posibilidades de ganar la final y el Borussia un 35,78%. Quien lo consiga lo hará en el típico Londres de cielo plomizo, ligera lluvia, temperatura fresca y viento de quita y pon. Sea invierno, primavera o verano, Londres siempre será Londres. Y Wembley siempre será Wembley: «Es especial jugar una final de Champions en este estadio», dice Ancelotti, sabedor que el Madrid jamás ha ganado aquí una orejona. Aspira el equipo de Ancelotti a levantar su Copa de Europa número 15 . Sería la sexta en diez años, igualando las seis que logró el club blanco entre 1956 y 1966, con aquel histórico Madrid de Di Stéfano, Rial, Kopa, Puskas o Gento, el único futbolista que tiene seis orejonas. Al menos, hasta ayer.Kroos, Nacho, Modric y Carvajal podrían igualar hoy al mito madridista. El alemán ha ganado una con el Bayern (precisamente aquí en Wembley en 2013 al Borussia, y cuatro más de blanco), y capitán, croata y lateral son los únicos tres integrantes de la plantilla que estaban en Lisboa 2014, cuando el Madrid venció al Atlético en la prórroga, tiempo extra al que se llegó con aquel agónico gol de Ramos en el minuto 93. Fue la décima Champions y el inicio de la que ya para muchos es la mejor época de la historia del club: «Esta exitosa etapa es gracias a los futbolistas y a la entidad», asegura Carletto.Futbolistas como Rodrygo Goes , que puede ganar hoy su segunda Champions en tres años y, quizás, irse del Madrid. O al menos eso ha insinuado. El brasileño, en tres entrevistas (GQ, Placar y DAZN), ha dejado caer que en cuanto deje de ser importante se pensará seriamente irse del club. O lo que es lo mismo, si la llegada de Mbappé le deja sin sitio en el once, algo que le ha costado años lograrlo, no será para volver al banquillo sino para buscarse las habichuelas en otro lugar. Ancelotti le echó ayer agua al fuego: «Ha sido, es y será importante en el Madrid».Como importante para el Borussia es que sus jugadores salgan hoy al verde de Wembley como si fueran once tipos que salieron de la cárcel ayer y volverán a entrar mañana. Si los de Dortmund quieren dar la sorpresa y ganar la final tendrán que hacer el partido de sus vidas, y eso les obliga a su versión más intensa y coral, como la que mostraron ante el PSG en el duelo de semifinales. Otra cosa es que delante no esté el PSG y sí el Real. Pero esto es fútbol. Y no es una ciencia exacta. Final trampa para el Madrid en Wembley.

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