Grupo Sombra: el azote de la mafia en la noche de Marbella

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Grupo Sombra: el azote de la mafia en la noche de Marbella

Cuando Marbella duerme ellos se activan. El Grupo Sombra de la Policía Nacional es un arma ‘secreta’. Un equipo de agentes que ha redoblado esfuerzos desde la entrada en vigor del plan especial contra el crimen organizado por la oleada de tiroteos que arrancó el pasado 10 de febrero. Al ponerse el sol comienza su jornada amparados por la noche, pasando desapercibidos, mimetizados con el entorno, pero siempre alerta ante cualquier posible amenaza. ABC los acompaña en uno de sus servicios, donde no paran de entrar avisos por radio, a los que se acude pisando a fondo el acelerador de un coche con 386 caballos de potencia, que ruge y petardea como un cohete por la autovía. «Es incautado. Lo tenemos para poder pillar a los que se dan a la fuga con coches de gran cilindrada», asegura el inspector que lleva el grupo. Un segundo vehículo de los usados esta noche de jueves tiene un blindaje por si hay disparos. «Aquí fueron a detener a un grupo que asaltaba casas y recibieron a la Policía a tiros», señala uno de los agentes durante la patrulla por una de las urbanizaciones. No se van a reseñar nombres ni modelos de coches por seguridad de los agentes. Ellos son el azote del crimen organizado en esta ciudad andaluza, una pata esencial de la lucha contra la mafia, a la que siempre tratan de pillar ‘in fraganti’. A las 21.00 horas hay una reunión en el despacho del inspector, de cuyas paredes cuelgan condecoraciones y recuerdos en un sótano de la comisaría de Marbella. «Hay una gala benéfica con famosos. Hay que estar atentos por si están esperando para robos o algo», señala el inspector jefe entre los puntos calientes de la noche, donde está Puerto Banús y las zonas de restauración. «Siempre puede haber alguno atento para robar relojes de lujos», insiste. Después, el reparto de chalecos antibalas y al garaje, donde se le da un agua a los coches antes de salir con la puesta de sol.La gran familia criminal: De los ladrones de relojes a los sicarios No todo el crimen organizado de Marbella es narcotráfico. Es la parte más importante, pero los grupos criminales tienen otras especializaciones. Las drogas o los sicarios para los ajustes de cuentas son los más llamativos, sobre todo cuando se producen tiroteos. Pero en la noche hay muchas amenazas. La prostitución o los ladrones son los más activos. Por un lado, el asalto para quitar de la muñeca los relojes de alta gama. Marbella es una de las referencias para estos grupos. Luego están los grupos que roban coches, como los búlgaros, o los que asaltan viviendas para desvalijarlas, en los que son especialistas los albaneses. Grupos a los que se ha limitado sus movimientos con un plan especial. Contra todo esto se han realizado en un primer mes más de 300 controles de seguridad con 227 actas relacionadas con aprehensiones de drogas y 29 por armas. Además, ha habido 3.000 personas identificadas, 1.300 vehículos controlados con una docena de inspecciones realizadas en establecimientos. Un tiempo el que se hicieron una decena detenciones por reclamaciones por crimen organizado.El primer destino es hacerse presente en la gala del hotel Los Monteros, se explica a la seguridad del establecimiento que va haber presencia de Policía en un lugar donde se concentran varias fortunas de la ciudad, con Antonio Banderas o Bertín Osborne , una inmobiliaria como organizadora y la alcaldesa como anfitriona. Una vez cumplido el propósito de información se pone rumbo a Puerto Banús en una primera patrulla. «Es la hora en la que se mezcla lo bueno y lo malo. Las familias con los otros», señala el conductor, que dice «mira ese». Un agente se baja y lo sigue. Puede ser un ojeador de relojes , por vestimenta, por el pinganillo en la oreja y por el sitio en el que se mueve. Es una falsa alarma. Pero hay varios jóvenes corriendo. Se les busca por los parkings. Hasta se pide una revisión de cámaras. «A uno le ha dado un golpe el autobús, iban a eso», descartan desde la sala de videovigilancia. Los ojos donde los agentes no llegan. Una red de cámaras de vigilancia que monitoriza casi todo Marbella para identificaciones con lectores de matrículas para los vehículos. En una zona de aparcamiento restringido, hay un Volkswagen Golf de gran cilindrada parado con el conductor dentro. Uno de los agentes se asoma y le hace salir. El inspector revisa el vehículo. «Hay restos de cocaína» , reseña linterna en mano, mientras saca una bolsa para los efectos de los detenidos en calabozos. Un agente en Puerto Banús: «Es la hora en la que se mezcla lo bueno y lo malo. Las familias con los otros»«Me detuvieron hace un año», dice el joven magrebí vestido de Louis Vuitton con 2.700 euros en efectivo en su bolsito de la misma marca. «Trabajo con mi padre en el bar. No llevo nada. Cuando me detuvieron se lo di yo. El dinero es para el alquiler de mi madre», añade. Tras coger la reseña del tipo e identificarlo le dejan ir porque está limpio. La noche avanza en una zona de restaurantes en Puerto Banús, donde hay ladrones aprovechando los que salen de allí con una copa demás. El objetivo principal los relojes más exclusivos de Rolex o Patek Philippe cuando llega un aviso. «Antes eran italianos con pinta de jugadores de fútbol, con el mismo peinado, la manga tatuada y ropa de marca. Ahora son marroquíes y es mas complicado identificarlos», describía un agente ‘sombra’. Mientras se busca al jefe de seguridad de Puente Romano, entra un aviso inquietante. Tres hombres han salido corriendo de un coche parado en un control de la Unidad de Prevención y Reacción, policías llegados desde Granada para la limitación de movimientos de los mafiosos. «Se hacen en un corto período de tiempo y cambiando de posición», señala el inspector. El plan Marbella tiene dos partes fundamentales: investigación y presencia en las calles para limitar los movimientos. La última se hace con uniformados y con el Grupo Sombra.En la noche Los agentes revisan urbanizaciones durante la noche y están atentos a las alertas de los controles ABCLos agentes del control dicen por radio que han hecho varios disparos al aire, pero los tres que se han dado a la fuga no han parado. «Van por el campo de golf. Aquí se ven las huellas», dicen por la emisora. «Tenemos cámaras térmicas para verlos» , informan desde el Grupo Sombra a los que siguen a los tres fugados por el campo de golf. Este grupo tiene medios que otros no tienen, como son este tipo cámaras para la visión nocturna, una aplicación para comunicarse entre ellos usando el móvil como radio o balizas de seguimiento GPS, por si hiciera falta colocarlas en algún momento. Son momentos de tensión. La primera vez que se colocan las luces azules y la sirena. Ya es la madrugada del viernes. «Hay que buscar el coche en la gasolinera» , reseña un agente. Y mientras el equipo hace la comprobación del vehículo se percata de cuatro magrebíes en un Mercedes negro deportivo con matrícula sueca. Se acercan, revisan el coche y la documentación. Dos de ellos no la llevan encima. Están hinchado las ruedas y el automóvil tiene un impacto en el cristal delantero, que dicen provocó una piedra bajando de Suecia. Llevan bastante dinero en efectivo. «No es una cantidad ilegal», avisa el inspector, quien explica que son los cuatro de Mälmo (Suecia) y tienen antecedentes por narcotráfico . Los dejan ir después de comprobar la identificación de los cuatro, pero reseñan el encuentro con ellos. Es antes de que llegue un nuevo aviso sobre de los tres fugados del control policial.Una señora ha visto a un hombre debajo el sofá de su terraza. Al llegar se oyen gritos en una urbanización junto a un campo de golf de Guadalmina. «Ya están detenidos» , afirma el inspector. Son tres albaneses. Salen arrestados camino de comisaría, mientras miembros de la UPR y de los ‘sombra’ baten el terreno. Un coche con 386 caballos para las persecuciones y otro blindado por si hay un tiroteoEncuentran la ropa con la que huyeron del control y herramientas para asaltar casas. Una señora entre el miedo y la impresión exclama desde una ventana: «Parecéis americanos» . La intervención ha sido de película, pero ahora hay que explicarla en comisaría, donde el inspector baja a ver a los detenidos al calabozo. «He ido a mirar los tatuajes, por si me suenan. En los robos es una forma de identificar, ya que van con la cara cubierta», afirma. Acabada la reseña, el grupo vuelve a la calle. Le quedan todavía otro paso por la gala, donde ya se van los invitados con síntomas de embriaguez. El guardia de seguridad dice que está todo tranquilo. «Solo han atropellado un gato», señala desde la garita. Todo está en orden y vuelta a Puerto Banús. Una nueva batida para ver cómo está la zona de las discotecas. Hasta que, mientras se revisan las urbanizaciones con campo de golf de Las Chapas y Cabopino el conductor reflexiona: «¿Para qué sirve tener dos metros de muro por delante si hay una vallita por detrás?» .Salta otro aviso de pelea en la puerta de un hotel. Las patrullas piden refuerzos y llega uno de los equipos sombra, el que está más cerca. Mientras el otro se acerca hay otra llamada: «Una chica ha sido introducida en un Ford Puma por tres marroquíes». Se acude al lugar, pero no se encuentra a las amigas que han llamado. La noche sigue. Sobre las 5.30 horas se identifica a un hombre en un banco. «Tiene orden de entrada en prisión» , afirman los agentes. Aun quedaba tiempo para un último acelerón en busca de un coche huido de la pelea sin matrícula trasera. De vuelta a comisaría, con el alba despuntado, los agentes hacen el parte y revisan las cámaras para dar con el coche huido. Ha sido una noche tranquila con ocho detenidos en Marbella.

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