«En 1981, a Bruce Springsteen todavía no lo conocía mucha gente en España», asegura Guy Mercader (Barcelona, 1949) a ABC, en una llamada desde la masía perdida en los bosques de Gerona en la que vive medio retirado desde hace unos años. El promotor sabe de lo que habla, porque él fue quién trajo al ‘Boss’ por primera vez a nuestro país hace 43 años. «Arriesgué al organizar aquella actuación, pero en realidad siempre arriesgas un poco en este negocio. No hay concierto seguro. En esa época traje a muchos artistas que sabía que no iban a ser rentables… pero los traje. Era casi una ‘misión divina’, como dicen los Blues Brothers», subraya.Luis Jorge Mercader Aguilar, su nombre real, había organizado su primer concierto diez años atrás, antes de morir Franco, para un grupo noruego llamado Titanic en Sitges. Dos años después creó su compañía, que vendió a Live Nation en 2006, «con mucho dolor», cediendo a la multinacional el monopolio que él había ostentado durante décadas. Entre medias, se arruinó varias veces. «Arruinarme de quedarme sin techo, literalmente, aunque siempre me levantaba», aclaró hace un año al suplemento ABC Cultural. En realidad, la organización de aquella primera vez de Springsteen en España «fue sencilla». «Contactó conmigo su compañía, la CBS. Empezamos a hablar de dinero y nos pusimos de acuerdo con el porcentaje que Bruce quería cobrar. No recuerdo la cantidad que recibió y, francamente, tampoco te la diría», advierte. De lo que sí se acuerda es de que la acogida fue muy distinta a la que el de Nueva Jersey tendrá hoy en el primero de sus tres conciertos en el estadio Civitas Metropolitano de Madrid , con las 60.000 entradas de cada día vendidas en apenas media hora hace ya más de siete meses.Noticia Relacionada estandar No De fiesta con el ‘Boss’: un mano a mano de whiskeys en una fiesta privada en Madrid Nacho Serrano El fotógrafo Domingo J. Casas recuerda la velada que pasó con Springsteen en la gira de ‘The Ghost of Tom Joad’«Los conocí personalmente, porque tenía que estar pendiente de él. El día del concierto a las 7 de la tarde me dijo que tenía hambre y le llevé al restaurante Amaya de Barcelona, que todavía existe. Era el único abierto a esas horas. Cruzamos a pie La Rambla tranquilamente, sin que absolutamente nadie nos parara ni nos dijera algo. Ten en cuenta que ni siquiera llenó el recinto de 7.000 entradas. Dejó quinientas sin vender», recuerda el promotor más importante de España, con más de 3.500 conciertos a sus espaldas en medio siglo.La energía del ‘Boss’En 1981, la actuación fue en el Palacio Municipal de Deportes de Montjuïc, en Barcelona. La fecha, el 21 de abril. Eran otros tiempos, por supuesto, aunque Springsteen ya había cosechado un gran éxito mundial con su tercer disco, ‘ Born to Run ‘ (1975), y con el cuarto, ‘ Darkness on the Edge of Town ‘ (1978), pero lo cierto es que en aquella España de la transición su popularidad andaba varios peldaños por debajo que en los países anglosajones. En los tres siguientes años, sin embargo, su mito engordó gracias a las grabaciones piratas difundidas en cintas de casete. Para cuando llegó a las tiendas su quinto álbum, ‘ The River ‘, su éxito comenzaba a ser real y Mercader abrió las puertas de España para su primera visita.«Aunque no vendió todo, me quedé pasmado con la energía que tenía. El tío vino a España a conquistar y conquistó, por lo menos a los que fueron a verle. Así de simple. Salió a matar y la gente se quedó alucinada. A mí me impresionó la duración del concierto, que ya fue de tres horas y media… ¡una bestialidad! Ya se podía intuir donde iba a llegar. Era evidente», subraya.El comienzo de la crónica de ABC , que le dedicó dos páginas, lo confirma: «Es como si un toro te cogiese entre sus cuernos, te llevase en volandas y te arrebatase el aliento sin herirte. Como si, de pronto, se te tensasen todas la fibras de la espalda. Algo tira de ti desde lo hondo. La gente le entregó la piel sin titubeos después de haberle regalado el alma». Mercader, rey en la sombra de la música en directo en España, galardonado con la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes , fue el responsable. Gracias a conciertos como el de Springsteen, integró a aquella «España pacata» que se sacudía la dictadura en el circuito internacional del rock. Lo hizo trayendo por primera vez a, entre otros, Bob Dylan, Michael Jackson, Bob Marley, Metallica, Pink Floyd, Neil Young, Tina Turner, Iggy Pop, The Cure o Eric Clapton.El télex del agente de Bruce Springsteen enviado al promotor español ARCHIVO GAY MERCADEREl télex¿Por qué no le organizó las siguientes giras a Springsteen, como ocurrió esas otras estrellas? Muy seguro, responde: «Porque a los dos años, su agente americano me envió un télex en el que me pedía que organizara cuatro conciertos en estadios y le garantizase que se iban a llenar. Habría sido un suicidio y le dije que no. Punto. Si hubiese aceptado, hoy no existiría como promotor, me habría pegado un tiro en el pie. Aún conservo el télex, te lo mando. Nunca se ha publicado», reconoce.El mensaje del agente, reproducido en estas páginas, dice: «Por favor, Gay, llámame lo antes posible, que hay muchas posibilidades. Bruce Springsteen querría tocar entre dos o cuatro conciertos, si es posible, entre el 19 y el 25 de julio. Buscamos estadios grandes y nos gustarían aquellos en los que estés seguro de que lo haremos bien. Ya que no hiciste su última gira, déjame decirte cuál es su propuesta, que han firmado todos los promotores de Europa y es garantía de un lleno total acordando un 90 por ciento [para Springsteen] y un 10 [para ti]. Espero tu llamada».Ante la perspectiva de negocio perdida, Mercader concluye: «No me preocupó, nunca he sido envidioso. Cinco años antes había traído a los Rolling Stones por primera vez, y una semana después de Bruce organicé la primera y única gira de The Clash en España, en un recinto de Badalona para 5.000 personas. Me ha ido bien, la verdad… ¡Y acabo de llenar dos estadios en Sevilla con AC/DC!».
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