El secretario general de la OTAN , Jens Stoltenberg, viajó hasta Budapest ayer para tratar el asunto personalmente con el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, y se ha mostrado muy satisfecho tras la conversación. Hungría no participará en la ampliación prevista del apoyo de la OTAN a Ucrania en su defensa contra Rusia, ni con envíos de armas ni con ayuda financiera, pero tampoco bloqueará el proyecto. «Hungría no quiere bloquear las decisiones de la OTAN que otros estados miembros apoyen», garantizó Orban. La posición de Hungría sobre cómo lograr la paz en la guerra de Ucrania sigue siendo diferente a de la de los demás Estados de la OTAN, pero Budapest toma nota de que «el peso y el número de opiniones que difieren de las nuestras son significativos» y de que Hungría no puede cambiar esto, añadió el jefe de gobierno húngaro. «Le pedí al secretario general que aclarara que todas las acciones militares de la OTAN fuera del territorio de la alianza solo pueden ser voluntarias», ha dicho Orbán, y ha asegurado que Stoltenberg le ha dado las garantías necesarias para su deseada no intervención.Noticia Relacionada estandar Si Péter Magyar, el «mesías» húngaro Rosalía Sánchez | CORRESPONSAL EN BERLÍNStoltenberg reconoció que, por su parte, ha aceptado la decisión «clara» del primer ministro húngaro de no participar en la defensa de la Alianza de la guerra de Rusia en Ucrania y que el país centroeuropeo no bloqueará a otras naciones que apoyan financieramente a Ucrania. «Espero que nuestros aliados acuerden un papel de liderazgo para que la OTAN coordine y brinde asistencia de seguridad y capacitación a Ucrania. También espero que los aliados acuerden un compromiso financiero a largo plazo para brindar apoyo militar. Esto proporcionará la previsibilidad y la rendición de cuentas que Ucrania necesita», confió en el éxito del plan sin la participación de Hungría, «el primer ministro Orbán ha dejado claro que Hungría no participará en estos esfuerzos de la OTAN y acepto esta posición».El gobierno de Orbán mantiene buenas relaciones con Rusia y, desde el inicio de la guerra de Ucrania, ha tratado de impedir las negociaciones de ingreso de Kiev a la UE, ha retrasado las sanciones occidentales y ha bloqueado ofertas de ayuda financiera y militar. En su encendido discurso prorruso, Orbán ha acusado a la UE y a la OTAN de impulsar el conflicto e insiste en que «Ucrania no puede derrotar a Rusia». Stoltenberg no ha logrado en esta visita que Orbán cambie de opinión al respecto, pero sí ha obtenido el plácel húngaro a cambio de ofrecer garantías de que Hungría no se verá obligada a emprender acciones fuera del territorio de la OTAN. En este sentido, la conversación con Stoltenberg fue «constructiva» y se alcanzó un «acuerdo correcto» sobre el asunto.Donald TrumpEl nuevo proyecto de la OTAN para Kiev tiene que ver principalmente con la coordinación internacional de entregas de armas y actividades de entrenamiento para las fuerzas armadas ucranianas. Stoltenberg quiere lanzarlo en la próxima cumbre de la Alianza en Washington en julio. Indirectamente, el proyecto está pensado como medida de precaución ante el posible regreso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, a partir de enero de 2025. Las declaraciones del republicano han planteado dudas razonables sobre si Estados Unidos, bajo su liderazgo, continuará apoyando o no a Ucrania y la OTAN teme que un cambio político en Washington pueda afectar también a la coordinación de los suministros de armas y las actividades de entrenamiento de los soldados ucrnianos para poder utilizarlas, tarea que hasta ahora ha sido llevada a cabo fundamentalmente por Estados Unidos. Las susceptibilidades que ha despertado el plan de Stoltenberg afectan incluso a los socios más conmprometidos con Ucrania.A finales de 2022, fue creada una unidad de unos 300 soldados denominada Grupo de Asistencia de Seguridad-Ucrania (SAG-U) en el cuartel general europeo de las fuerzas armadas estadounidenses en Wiesbaden, Alemania, para el que se busca continuidad. Actualmente, dentro de la OTAN se hace referencia al nuevo proyecto como ‘Asistencia y capacitación en seguridad y capacitación de la OTAN para Ucrania’ (NSATU) y la mayoría de los Estados de la OTAN han votado a favor del nuevo nombre ‘Misión OTAN Ucrania’. Alemania, sin embargo, intenta impugnar esta nomenclatura por considerar que podría interpretarse erróneamente, como si la Alianza quisiera enviar soldados a Ucrania. El gobierno alemán teme que Rusia pueda utilizar ese nombre como excusa para hacer propaganda contra la OTAN.
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