Si el mes pasado en Bielorrusia el presidente Vladímir Putin dijo que una de las condiciones principales para la paz con Kiev es que los dirigentes ucranianos reconozcan «la realidad sobre el terreno», es decir, que admitan que los territorios de Ucrania ya ocupados por las tropas rusas en Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia no serán devueltos y quedarán bajo soberanía rusa, idea que volvió a plantear durante el reciente Foro Económico Internacional de San Petersburgo, este viernes ha ido más allá y ahora exige que el Ejército ucraniano se retire de las zonas que controla en esas cuatro regiones, que la ONU y la Comunidad Internacional reconoce como partes indisolubles de Ucrania.A pocas horas de que comience en Suiza la conferencia convocada por el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, para recabar más apoyos y explorar fórmulas de poner fin a la guerra sobre la base del respeto a la integridad territorial de su país, que conllevaría el repliegue total del Ejército ruso, Putin instó a todo lo contrario en su alocución anual ante el cuerpo diplomático ruso. Según sus palabras, «las tropas ucranianas deben retirarse completamente de las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk y de las regiones de Jersón y Zaporiyia -anexionadas las cuatro por Rusia en 2022 tras sendas consultas populares no reconocidas por casi nadie- (…) precisamente de todo el territorio de estas regiones dentro de las fronteras administrativas que existían en el momento en el que entraron a formar parte de Ucrania». Formuló este requisito como uno de los dos de obligado cumplimiento para el cese de las hostilidades. La segunda condición es que Ucrania no se adhiera nunca a la OTAN.«Tan pronto como Kiev comience una retirada real de tropas de estas regiones y notifique oficialmente el rechazo a sus planes de unirse a la OTAN, Rusia literalmente en ese mismo momento ordenará de inmediato un alto el fuego y comenzarán las negociaciones», aseguró el presidente ruso ante los diplomáticos rusos. Se da la circunstancia de que la parte de Jersón y Zaporiyia bajo control de Kiev incluye sus dos capitales regionales, que llevan el mismo nombre que las regiones. A juicio del jefe del Kremlin, «Moscú está haciendo hoy otra propuesta de paz verdadera y, si Kiev y Occidente se niegan, serán responsables del derramamiento de sangre». «Obviamente, las realidades sobre el terreno, en la línea de contacto de combate, seguirán cambiando, no a favor del régimen de Kiev. Y las condiciones para iniciar las negociaciones serán diferentes», añadió.Reacciones de EE.UU. y la OTANPutin sostuvo que «la esencia de nuestra propuesta no es una especie de tregua temporal o un alto el fuego, como quiere Occidente, para recuperar las pérdidas y rearmar al régimen de Kiev (…) repito, no se trata de congelar el conflicto, sino de su conclusión definitiva». Señaló también que, una vez finalizada la crisis ucraniana, «se espera que sean levantadas las sanciones a la Federación de Rusia (…) llamamos a dejar atrás esta trágica página y aunque será difícil, poco a poco, paso a paso, empezar a restablecer las relaciones de buena vecindad entre Rusia y Ucrania y con Europa en su conjunto».Mijaílo Podoliak, asesor jefe de la Presidencia ucraniana, reaccionó a través de X a la proposición de Putin asegurando que Ucrania no la aceptará «porque no contiene una propuesta real de paz, no hay nada nuevo en esto». La calificó de «ofensa al sentido común y al derecho internacional».Por su parte, el secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, ha señalado desde Bruselas en rueda de prensa que «Putin ha ocupado ilegalmente territorio soberano ucraniano. No está en posición de dictar a Ucrania lo que deben hacer para alcanzar la paz». Según sus palabras, «empezó la guerra sin que hubiera provocación y desde entonces cientos de miles de sus tropas han muerto o han resultado heridas. Puede acabar esto hoy mismo, si quiere, pedimos que lo haga y abandone el territorio ucraniano».El secretario general de la Alianza Jens Stoltenberg dijo pensar lo mismo y reprochó al presidente ruso que su propuesta «no se hace con buena fe». El jefe de la OTAN cree que «no son las fuerzas ucranianas las que deben retirarse de su territorio sino Rusia». «No es una propuesta de paz, sino una propuesta de más agresión y ocupación. Demuestra que el objetivo de Rusia es controlar toda Ucrania», añadió Stoltenberg.
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