La última ‘gira’ del estafador que vive de sablear a curas

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La última ‘gira’ del estafador que vive de sablear a curas

«Siento una gran tristeza personal . Que deseando hacer el bien se hagan estos hurtos y se aprovechen del afán de ayudar honestamente y de hacerlo por amor cristiano». Con esa nota acaba la denuncia del padre Alejandro que bien podría titularse «diario de un estafado» y en la que miles de víctimas se reconocerían, entre la frustración, la culpa y la vergüenza. El párroco de la iglesia de los Santos Juanes de Catral (Alicante) acaba de sufrir en sus carnes las malas artes de Miguel Ángel C. S. , un cordobés de 39 años afincado en la Comunidad Valenciana, que vive a costa de dar sablazos a curas por toda España. La semana pasada un juez de Onteniente (Valencia) lo envió a prisión: por las últimas estafas que se le atribuyen y porque lo reclaman doce juzgados repartidos por todo el país. ABC contó sus fechorías de 2021 cuando se dedicó a recorrer parroquias de la provincia de Jaén apelando a la caridad cristiana y timó a varios sacerdotes. No fueron más porque el Obispado les puso en alerta con una circular. Su historial de antecedentes es el de un estafador que utiliza varios nombres falsos, adopta personajes distintos y ha logrado sofisticar su método y aumentar sus botines. El penúltimo, el denunciado por el padre Alejandro de Catral, fue de 14.800 euros y es el que ha llevado al presunto estafador derecho a la cárcel. «Me dice que su padre vive en Salamanca ciudad, que desde que se hizo diácono permanente no tiene relación con él, que le ha llamado desde Salamanca un sacerdote que se llama Julio Villar para que se ponga en contacto con su padre y me da su número de teléfono». La pesadilla del padre Alejandro empezó en enero cuando José Sánchez (nombre falso) se presentó en su despacho. «Yo llamo a este teléfono y efectivamente es un sacerdote mayor, se lo noto en la voz, y charlamos distendidamente notando yo que su jerga y actividades son propias de un sacerdote jubilado».El gancho de otro curaEsa primera vez le dejó 300 euros en efectivo para que pudiera visitar a su padre en Salamanca. La telaraña, vía whatsapp y teléfono , se extiende hasta el 1 de marzo. En esos casi tres meses, el falso clérigo Julio Villar y el falso hijo de diácono José Sánchez lo enredan sin remedio. Sánchez (Miguel Ángel C. S., según se descubriría después) es una oveja descarriada que quiere volver al redil de la Iglesia, tal y como lo describe el sacerdote que no existe, un hombre sin recursos… hasta la muerte de su padre. Esa muerte –igual de mendaz que todo lo anterior– fue la ruina del párroco de Catral. El presunto estafador iba a recibir una herencia de 70.000 euros y necesitaba regularizarla. «Cuando se enteran de la herencia me llama Julio Villar y José Sánchez de la alegría que tienen y de haber visto a su padre antes de morir y a la vez de la herencia. Llegando a decir que además hay dos pisos en propiedad» –continúa la denuncia del padre Alejandro, a la que ha tenido acceso ABC. El sacerdote hizo varias transferencias a las cuentas que le indicaron, con la supuesta mediación de dos abogados, también inexistentes. Hasta el 1 de marzo. Conseguido el dinero (14.800 euros) los teléfonos murieron y ni Sánchez ni el ‘cura’ Villar volvieron a dar señales de vida. «Son dignos de ver los mensajes que hemos mantenido Julio Villar y un servidor. Y las conversaciones telefónicas eran de una lógica y exquisitez encomiable. De sacerdote a sacerdote», cuenta el cura. El 25 de abril, Alejandro Vicente Lucas, el párroco de Catral, denuncia ante la Guardia Civil de Almoradí (Alicante) cómo ha perdido 14.800 euros. Cinco días después se presenta en el puesto de Jacarilla Ramón Andreu Aldeguer, párroco de Bigastro, al que el timador le ha sableado 500 euros. En ambos casos el método del padre enfermo, la supuesta mediación de un clérigo que maneja la jerga eclesiástica, y los números de teléfono utilizados coinciden.Los investigadores averiguan que el dinero del padre Lucas ha ido a parar a tres cuentas de personas que viven en la localidad alicantina de Novelda: dos son familiares directos y no tienen antecedentes, pero sí un pariente, también directo, de ambos: Miguel Ángel C.S., que acumula un largo historial por hechos idénticos. En esos antecedentes les salta la campaña de estafas que protagonizó en 2020 en Asturias, donde s e le imputan nueve estafas . Los agentes ven, con asombro, la cantidad de juzgados que lo reclaman de norte a sur de España. Enseñan la foto del sospechoso a los dos curas y no tienen duda: es el timador. Dos de los teléfonos usados para las estafas corresponden a titulares extranjeros falsos, pero hay un tercer número que pertenece a Marius A., un rumano que había denunciado el extravío de su carta de identidad. Solo le consta una estancia en España: el 11 de enero se alojó en un hotel de Collado Villalba (Madrid) con una mujer. Al comprobar ese hospedaje se detectó que Marius era en realidad Miguel Ángel C. S., que había usurpado la identidad del rumano y le había dado el cambiazo a la foto y colocado marca de agua. Con esa identidad, dio de alta tres líneas de teléfono, que después dejaron de estar activas. Lo sitúan por toda España y constan numerosas llamadas a números que corresponden a parroquias o a sacerdotes . La Guardia Civil sospecha que puede haber muchos más perjudicados que no han denunciado por lo que están investigando todo ese tráfico de llamadas. A finales de mayo, tras el cruce de datos, logran centrar a Miguel Ángel a través de su pareja sentimental, Madalina Renata, propietaria de un coche que está domiciliado en Catadau (Valencia). Ese vehículo, un Opel Insignia , sigue una ruta de forma habitual entre las localidades valencianas de Silla y Aielo de Malferit. En esta última, durante una vigilancia, ven cómo el sospechoso está rehabilitando y limpiando una vivienda. Parece que la pareja se va a trasladar en breve. El juzgado de Instrucción 1 de Orihuela, el que lleva las dos estafas de Catral y Bigastro, autoriza el pasado día 4 el registro de la casa habitual de la pareja y de la nueva, a la que se iban a mudar, que habían comprado el 31 de enero.Euros y francos suizosHallan dinero en efectivo en euros y francos suizos (6.246 euros), joyas y relojes que parecen ser de oro, varios teléfonos, que se están analizando, y la documentanción falsificada de dos hombres rumanos, entre otros efectos. Cuando detienen a Miguel Ángel C. S. ese mismo día ya saben el rosario de buscas y capturas que le constan desde 2019 por parte de juzgados de Algeciras, Santander, Córdoba, Alcázar de San Juan, Lugo, Palma de Mallorca, Huelva, León, Cangas de Narcea, Alicante y Huesca. Se le imputa un delito continuado de estafa, usurpación de estado civil, falsificación de documento público , además de las numerosas reclamaciones judiciales. El presunto estafador, asistido por el abogado Francisco González, se acogió a su derecho a no declarar ante el de Onteniente (Valencia), que lo envió a prisión el pasado día 5, a expensas de que comparezca ante el juez de Orihuela, encargado del caso. En tres de las estafas pendientes ya de juicio (Huesca, Algeciras y Santander) la Fiscalía pide tres años de cárcel en cada una de ellas. Además de los 15.300 euros de su última ‘gira’, habría estafado otros 41.000 euros en sus campañas anteriores, según las denuncias. En la de las parroquias jiennenses de 2021, por ejemplo, el ardid que utilizaba era que su madre había muerto en Barcelona y no tenía dinero para ir a enterrarla. Tuvo el cuajo de intentar timar a un cura por segunda vez años después. Ahora el muerto era su padre.

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