La Esmeralda de Chile vuelve a Cádiz, el puerto que la vio nacer hace 70 años

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La Esmeralda de Chile vuelve a Cádiz, el puerto que la vio nacer hace 70 años

El buque escuela chileno Esmeralda ha vuelto a Cádiz, su puerto materno. Hace 70 años, un 15 de junio de 1954, zarpó de aquí en su viaje inaugural que lo llevaría a Valparaíso, en Chile, la base de la flota de ese país. Esta nave, que ha formado decenas de generaciones de oficiales y marinos chilenos, es una réplica del buque escuela español Juan Sebastián Elcano y está profundamente ligada a Cádiz, donde fue fabricada.Los mismos astilleros Echevarrieta y Larrinaga de Cádiz, propiedad de Horacio Echevarrieta, que habían botado en 1927 el Juan Sebastián Elcano , nave en la que se formaba a oficiales, recibieron en 1946 el encargo de construir un bergantín-goleta similar para formar a gente de mar. Se siguieron los planos del ingeniero Juan Antonio Aldecoa y Arias que había dado con un casco elogiado por su belleza y por su hidrodinámica . La nave se llamaría Juan de AustriaYa se había iniciado la construcción cuando en agosto de 1947 se produjo la devastadora explosión del polvorín de la Base de Defensas Submarinas que destruyó los barrios aledaños matando a 150 personas e hiriendo a miles. En esa tragedia se convertiría en héroe el capitán Pascual Pery Junquera al sofocar el incendio en otro polvorín anexo. Afectado por la explosión, el embrionario casco quedó recostado en el dique y se abortó su fabricación.Las deudas de EspañaLa España de posguerra no tenía dinero y sí muchas deudas. Se dio la circunstancia de que era cónsul honorario de Chile en Cádiz Juan Dantón Sánchez Pérez, un marino español que conocía bien la Armada chilena. Sánchez había convalecido en varios hospitales chilenos tras sufrir un grave accidente a bordo de un buque español que lo desembarcó en ese país sudamericano. Como sabía que Chile había perdido su buque escuela (el Lautaro) en un siniestro frente a la costa peruana en 1945, se puso a la tarea de resucitar el Juan de Austria para los chilenos.La Armada de Chile mostró interés y como España tenía deudas con ese país contraídas durante la Guerra Civil, la nave se terminó en 1954 como parte de pago bajo el nombre de Esmeralda. Dado que hay 27 años de distancia con la botadura de su hermano mayor, hay algunas diferencias superficiales entre ambas naves.La Dama blanca, como se le conoce en Chile, es símbolo nacionalLa ‘Dama blanca’, que es el apodo con el que los chilenos conocen a la Esmeralda, es el sexto buque de ese nombre en servicio en su Armada y ha formado parte de sus momentos más brillantes y también de los oscuros, como las torturas que se produjeron en su sentina tras el golpe de estado de 1973. Es un símbolo nacional y provoca en los chilenos una emoción especial, ya que honra a la corbeta del capitán Arturo Prat, el máximo héroe naval chileno. Un busto de Prat fue entregado ayer por las autoridades del buque y el embajador chileno en Madrid, Javier Velasco, al alcalde de Cádiz, Bruno García.Las historias de las naves y de las gentes que las conducen se acaban entrelazando de manera vertiginosa. La tripulación chilena ocupó la Esmeralda el 14 de junio y zarpó el día 15. Esa noche se ofreció una recepción en el buque, abierta a la sociedad gaditana. Entre las invitadas estaba Purita Suffo, una joven que había sido elegida por su belleza reina de las flores de la ciudad. Esa noche conoció al joven Enrique Zanelli, uno de los guardiamarinas chilenos que habían venido a llevar la nave a su país. Se enamoraron y se casaron tres años después en la iglesia del Carmen de Cádiz.La boda de Purita Suffo y Enrique Zanelli, padres de Víctor Zanelli, que alcanzó el rango de almirante de la Armada chilenaEnrique Zanelli no siguió la carrera de marino. Terminó sus estudios y entró en la industria del petróleo. Pero s u hijo Víctor sí hizo la carrera naval en Chile y alcanzaría el rango de almirante de la Armada chilena. Su vínculo con España a través de su madre ha hecho que Zanelli sea un hombre bien conocido en los círculos náuticos españoles. Como comandante del transporte Aquiles de la Armada chilena fue el encargado de llevar al rey Juan Carlos I al Estrecho de Magallanes durante la visita que el monarca hizo a la Antártida en 2004.En 2008, a Zanelli le tocó comandar la Esmeralda y llegar con su buque a Cádiz como parte del crucero de instrucción anual. A modo de homenaje a la ciudad de su madre y de la Esmeralda, el capitán le enseñó la salve marinera a su tripulación e hizo que la cantaran a las puertas de la iglesia del Carmen. Anoche, en Cádiz, Zanelli estaba en la misma recepción social en que se conocieron sus padres hace 70 años, en el mismo buque.

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