Desde hace décadas nadie está contento con la gestión del agua a ambas orillas del fronterizo río Guadiana . Las denuncias de agricultores, gestores y ecologistas lusos sobre una España que «roba» agua se topan con la defensa de la legalidad del lado hispano por parte de la Junta de Andalucía y de los agricultores patrios. Ahora, la situación de sequía en el sur de España y la proyección de una nueva estación de bombeo para abastecer el Algarve portugués han reactivado el debate de la política hídrica . El Gobierno de Luís Montenegro acaba de anunciar que están trabajando con España en un texto que actualice la situación del Guadiana y del Tajo . El Gobierno de Sánchez, en cambio, mantiene un perfil bajo. Las cantidades de agua que España y Portugal pueden consumir de los tramos hidrográficos internacionales de sus ríos están estipulados en el Convenio de Albufeira, de 1998. Fija que el Estado portugués es propietario del macroembalse de Alqueva, en el Alentejo, y responsable de la gestión del caudal ecológico del río Guadiana en Portugal.Noticia Relacionada estandar No La mitad de España sale de la sequía meteorológica con las lluvias del último año Isabel MirandaSin embargo, ante una situación de sequía, en 1977 se aprobó la posibilidad de que España captara agua del Guadiana en la confluencia del río Chanza, a través de la estación de bombeo de Bocachanza (en la orilla española) y frente a Pomarão (orilla portuguesa). Al menos, hasta que se construyeran las presas del Chanza y Andévalo, algo que ocurrió en 2003. Por eso, a juicio de las organizaciones agrarias lusas y del gestor del macroembalse, España debería haber dejado de utilizar el agua procedente de Bocachanza, pero no ha sido así. «Los derechos de consumo del agua acumulada en las presas portuguesas pertenecen a Portugal », recuerda José Salema, director general de la Empresa de Desenvolvimento e Infraestruturas do Alqueva (EDIA), concesionaria de la gestión pública de la presa. La captación española se basa en «una autorización provisional concedida por Portugal hace más de 40 años. Ha caducado », dice Salema.A pesar de que la licencia de extracción de agua sólo era válida hasta que España terminara «la construcción de las presas de Chanza y Andévalo», afirma el director general de EDIA, «la extracción de agua nunca ha cesado» . Además, dice Salema, «abundan las tomas irregulares españolas de agua en el embalse de Alqueva». Sin un acuerdo previo entre los dos países, «hay agricultores y plantas fotovoltaicas en España con licencias irregulares para la captación de agua en Portugal». Estas extracciones son balsas que están en la orilla española de la presa de Alqueva, que tienen un sistema de motores eléctricos y canalizan el agua directamente a las explotaciones privadas que se benefician de ella.«Nada ilegal»«No se está haciendo nada ilegal». Así de contundentes se muestran desde la Junta de Andalucía, y desde los colectivos de regantes, frente a las acusaciones de regantes portugueses, que achacan al regadío español el ‘robo’ de agua de Alqueva.«Nada más lejos de la realidad, el agua que procede de la estación de bombeo de Bocachanza es totalmente legal» , aseguran fuentes de la Consejería de Agricultura andaluza. Y es que se trata de una ‘queja’ recurrente del país vecino, donde se sigue sin dar el visto bueno a la nombrada estación de bombeo.Desde Andalucía defienden su actuación: «Estamos dentro del margen de agua que se estableció en su momento entre España y Portugal (hasta 75 hectómetros cúbicos anuales que ahora no se alcanzan) para momentos de sequía». Según la Consejería, eso está amparado por el Plan Hidrológico del Guadiana, de 1998. En cuanto a la posibilidad de que haya ‘enganches’ ilegales en la zona del estuario del Guadiana, los agricultores onubenses son muy claros: que se denuncie a la comisión internacional correspondiente del Convenio de Albufeira, entre España y Portugal. «Es injusto que se criminalice al sector», lamentan.Captación de agua en Pomarao ABCEl sistema hidráulico de Alqueva está obligado por la legislación medioambiental portuguesa a liberar el agua necesaria para mantener el caudal ecológico del río Guadiana. En este tramo del río, «España tiene otra captación irregular de agua en la zona de Pomarão, cerca de Mértola, en la frontera con Huelva», insiste Salema. También Sara Correia, ingeniera ambiental de la asociación ecologista CERO, considera ilegales las captaciones de agua del embalse de Alqueva, pues «se hacen al margen de la gestión del embalse y del caudal ecológico por parte de EDIA, el organismo competente». Y critica que la Junta de Andalucía quiere ahora «duplicar la capacidad de extracción de esa captación, de 75.000 millones de litros al año a 150.000 millones».Sin contraprestaciónTambién los agricultores lusos ven con enfado cómo los españoles se llevan agua. «Alqueva es una presa de uso exclusivo del Estado portugués, que se utiliza para abastecer el regadío de toda la región», explica Francisco Palma, presidente de la Asociación de Agricultores del Baixo-Alentejo. En cambio, si el Estado portugués restringe el uso del agua a los agricultores del otro lado de la frontera con «estrictas inspecciones», no le importa que «España no cumpla los tratados internacionales y capte ilegal y abusivamente el agua de Alqueva y Guadiana», afirma Palma, indignado por el aumento del regadío en el país vecino. Porque, según insiste, las captaciones de Alqueva no están siendo controladas ni por el Estado portugués ni por EDIA, que no tienen capacidad jurisdiccional para comprobar la cantidad de agua que se utiliza en España. Pero es palpable que «cada año aumentan los regadíos» en la región vecina. Y es que el agua tiene un coste. «Los agricultores pagan entre 0,35 céntimos y 9 céntimos por metro cúbico de agua», añade Palma. Las captaciones españolas en los cursos de agua portugueses no están reguladas: «No existe ningún acuerdo de pago entre Portugal y España», subraya Salema. Mientras que en el Alentejo la concesión de captación de agua la tiene EDIA, la Confederación Hidrográfica es su homóloga andaluza y «no paga nada a Portugal». Según las tarifas vigentes y el volumen estimado de agua captada por España en el embalse de Alqueva, «el coste sería de 2 millones de euros» y «la cifra sería del mismo orden de magnitud» para la captación de Pomarão, en la zona de caudal ecológico del río Guadiana. Los regantes andaluces niegan la mayor y, a través de Feragua, concretan que estos recursos hídricos «no vienen de Alqueva», como se dice ‘a grosso modo’, sino del estuario del Guadiana. «No es que se haya liberado agua de Alqueva que, a más inri, tiene un caudal ecológico muy bajo», insiste Pedro Parias, secretario general de Feragua. De hecho, soltar agua de Alqueva es, precisamente, lo que la Junta de Andalucía reclamó hace unos meses, cuando las lluvias de primavera aún no habían aliviado la severa sequía de la región y el horizonte era crítico. Las negociaciones para que esto sucediese, sin embargo, se quedaron en suspenso, a la espera de que tomase posesión el nuevo gobierno portugués. Desembalsar agua de Alqueva, la gran presa portuguesa con más de 4.150 hectómetros cúbicos, también beneficiaría a los agricultores portugueses, no solo a los de Huelva, aseguran. Y no solo al regadío, porque el agua que se bombea desde Bocachanza también va destinada al almacenamiento y la industria.NegociacionesEn cualquier caso, dice el portugués Francisco Palma, «hay un acuerdo que no se está cumpliendo y se está perjudicando al Estado portugués». Sara Correia coincide: «El Gobierno portugués ha estado haciendo la vista gorda ante una situación ilegal y ahora, con la escasez de agua en el sureste ibérico, el paradigma se ha agravado». Además, el ecologista subraya que «Portugal no es compensado» por España, según el principio de quien contamina paga.Por este motivo, la ministra de medio Ambiente de Portugal, Maria da Graça Carvalho, y la de Transición Ecológica, Teresa Ribera, encargaron a principios de este mes a las agencias medioambientales de ambos países que preparen un acuerdo «sobre los diversos proyectos de aprovechamiento de las aguas de los ríos Tajo y Guadiana», según anunció el Gobierno portugués en un comunicado. Está muy presente también la construcción de una nueva estación de bombeo portuguesa, enfrente de la de Bocachanza, para abastecer al Algarve, y que el pasado mes de abril concluyó su Estudio de Impacto Ambiental.MÁS INFORMACIÓN noticia Si Carmen Crespo: «En España seguimos sin darle su lugar al sector agrario» noticia No Cuando la amenaza está en el grifo: «Hay pueblos donde beben agua sin saber que no es apta para el consumo» noticia No Desarrollan un nuevo sistema más eficaz, rápido y barato para la descontaminación de aguas residuales«A nosotros (Gobierno de Portugal) también nos gustaría que la parte española nos aclarase algunas informaciones que no están fundamentadas con cifras, en el sentido de que habrá captaciones de agua por encima de lo legalmente previsto o de lo acordado, en la cuenca Boca-Chança», dijo Graça Carvalho hace escasos días, según el diario portugués ‘Publico’. Preguntadas por ABC, fuentes del Ministerio para la Transición Ecológica afirman que no hay novedades en cuanto al agua de Alqueva ni a los regantes onubenses.
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