Don Felipe es, en realidad, el gran desconocido. «Tímido, serio y reservado, como yo y como su abuelo el Rey Pablo», aseguró su madre, la Reina Doña Sofía, hace años. Él estaba de acuerdo: «Es posible. La verdad es que siento poca necesidad de extraversión», reconoció al cumplir los 21, en una de las escasas entrevistas que ha concedido a lo largo de su vida. Por eso, no ha sido fácil retratar a la persona detrás del monarca , la que iba con su novia Letizia a los cines de la plaza de Cubos, en Madrid, a ver ‘Saraband’, de Ingmar Bergman, o la que cena hoy con sus amigos en un restaurante del barrio de Chamberí. Ya escribió Quevedo hace siglos que «los cetros piden más sudor que los arados», que «la Corona es un peso molesto que fatiga los hombros del alma» y que «los palacios para el príncipe ocioso son sepulcros de una vida muerta». El Rey, sin embargo, ha sabido encontrar desde joven –y como todos los jóvenes– vías de escape para sobrellevar mejor el peso de la historia, sin descuidar sus responsabilidades. Esta es la cara menos visible de Felipe VI… Su Majestad, más allá del Trono.Gran aficionado del Atlético de Madrid y Presidente de Honor del centenario del club celebrado en 2003.Desde 1944 a 1961, el régimen franquista comenzó a citar a los españoles para darles un número que identificaría su Documento Nacional de Identidad (DNI), el cual iba a instaurarse por primera vez en España. Franco, como jefe de Estado, obtuvo el número uno. El número dos fue para su mujer, Carmen Polo, y los posteriores dígitos fueron para sus hijos. A continuación, se le otorgó a la Familia Real los números del 10 al 99. En ese momento, la persona que estaba más cerca de la cúspide era el Rey Juan Carlos, que recibió el número 10. La Reina Sofía, por extensión, el 11. Seguidos de cerca, la Infanta Elena, el 12, hasta llegar al número 15, el dígito que le acompañará toda su vida . Como dato curioso, el número 13 no lo posee nadie en España, por su asociación con la mala suerte.Pero, quizá, el Rey de España guarde más cariño a otro carnet: el que le entregó el Atlético de Madrid como socio del club. Aunque él nunca lo ha confirmado, siempre se ha dicho que Don Felipe VI es seguidor del equipo rojiblanco desde niño. Prueba de ello es que, en una pequeña mesa con adornos que tiene en su despacho, se puede ver una vitrina con cinco pequeñas reproducciones de trofeos. Es un obsequio que el presidente Enrique Cerezo le regaló cuando era Príncipe, durante una visita al Palacio de la Zarzuela. Dos trofeos de la Europa League, dos Supercopas de Europa y una Copa del Rey ganadas entre 2010 y 2013.Al igual que Don Juan Carlos (187 centímetros), Felipe VI es, con diferencia, el Rey más alto del mundo. El pilar de la catedral de Roskilde, en Dinamarca, señaló las alturas de Christian I (2,19 metros), Christian X (1,99) y el zar Pedro el Grande de Rusia (2,08). Según los estudios actuales, Sancho VII de Navarra, que reinó entre finales del siglo XII y principios del XIII, alcanzó los 2,10, aunque otros estimaron su talla en 2,22 metros.«De los Príncipes de Asturias que ha habido en la historia de España, él es el mejor preparado. Aunque esté mal decirlo y presumir, presumo de hijo », aseguró el Rey Don Juan Carlos en su última entrevista, concedida un año antes de abdicar a Televisión Española (TVE). Felipe de Borbón había estado preparándose para ser jefe de Estado desde que nació y este es el resultado.A día de hoy, a sus 56 años, el Rey Don Felipe todavía suele practicar deporte cada mañana, desde muy temprano, si los viajes se lo permiten. Por lo general, en el gimnasio del Palacio de la Zarzuela, aunque a veces sale a correr por los alrededores del complejo monárquico. Por las tardes, cuando su agenda se lo permite, le gusta echar un partido de pádel o squash. Como él mismo explicaba en una entrevista en 1989, le gustan deportes de lo más variopintos , aunque en algunos haya destacado más que en otros. El baloncesto, por ejemplo, no se le da bien, a diferencia del esquí y, por supuesto, la vela. El Príncipe compitió en los Juegos de Barcelona 92 en la modalidad de crucero. Lo hizo por méritos propios, por cierto, no por su condición monárquica. Sus allegados aseguran que, cuando sale a navegar, es cuando más se relaja, cuando más se aleja de su perfil como miembro de la Familia Real. «Me gusta la música moderna buena y, por supuesto, la clásica. Cada una en su momento», comentaba el entonces Príncipe de Asturias, políticamente correcto, en aquella entrevista de 1989. Sin embargo, hay sobradas pruebas de su afición por un buen número de artistas y de sus escapadas a conciertos de lo más variados. Su compositor clásico favorito es Johann Sebastian Bach. Aunque siempre ha intentado pasar desapercibido, se le ha podido ver en actuaciones de Alejandro Sanz , Jaime Anglada, Bruce Springsteen , Paco de Lucía o Mecano . Entre sus artistas favoritos también están Van Morrison y, sobre todo, Pink Floyd . En 2010, Don Felipe y Doña Letizia fueron descubiertos en el concierto de Shakira , en el entonces Palacio de los Deportes de Madrid. La propia artista les destapó al agradecerles en directo su presencia. Hace tres meses, durante su habitual viaje a la estación de esquí de Formigal, el Rey se escapó al M The Club, donde se le vio cantar en los conciertos de Los Ronaldos y Loquillo . Sin embargo, la música no es su única afición. A pesar su preferencia innata por la ciencia, al Rey le gustan mucho los libros de Historia, una materia que maneja con soltura por motivos obvios. Además, es habitual ver a Don Felipe y Doña Letizia acudiendo al teatro en Madrid, una afición que no han renunciado a pesar de su cargo y exposición pública. En diciembre asistieron a un pase privado de ‘Tan solo el fin del mundo’, escrita por Jean-Luc Lagarce en 1990, dirigida en esa versión por Isreal Elejalde y protagonizada por Irene Arcos, Yune Nogueiras, Raúl Prieto y María Pujalte. No es ningún secreto que a los Reyes les apasiona la gastronomía. En Madrid suelen frecuentar bares y restaurantes de todo tipo. Su gusto va desde la cocina tradicional española hasta los sabores exóticos de Asia en los establecimientos más exclusivos, pero también acuden a locales con menús más económicos, pizzerías, hamburgueserías y, sobre todo, kebabs , por los que el Rey de España siente una especial debilidad. El Rey, además, prefiere la cerveza al vino y, por la noche, le gusta beber gin-tonic . En Zarzuela, sin embargo, cuidan mucho su alimentación, en especial, los desayunos, que consideran una de las comidas más importantes y la que más pueden compartir. En este sentido, Don Felipe y Doña Letizia no comen lo mismo por la mañana. Mientras ella opta por la dieta Perricone, que sigue desde hace años (una tortilla de tres claras y una yema, 100 gramos de salmón a la plancha, media taza de copos de avena, una rodaja de melón, té verde y un vaso de agua), él prefiere empezar el día con unas tostadas y un zumo . Sin excentricidades, muy Mediterráneo.El Rey Felipe VI destaca por su sencillez y profesionalidad a la hora de vestir. Siempre se muestra respetuoso con el protocolo y conoce bien los uniformes de los tres ejércitos españoles. Su actitud es la clave de su indumentaria, ya sea en una celebración militar, en un desfile, en un cumpleaños de un miembro de la otra monarquía europea, en una audiencia o en una boda real. A la izquierda, antiguo escudo de Armas. A la derecha, el actual. Desliza para ver los cambios. [1] Cambio del color del paño. [2] Desaparece la cruz de Borgoña. [3] Desaparece el yugo. [4] Desaparecen las fechas. [5] Cambio del esmalte del león. El escudo de armas que usa cada Rey de España es de uso personal, por lo que pueden cambiar ligeramente su diseño. La versión actual fue adoptada por Felipe VI el día de la proclamación, el 19 de junio de 2014, y aprobada por el Real Decreto 527/2014, del 20 de junio de ese mismo año. Su principal diferencia respecto al de Don Juan Carlos I es la renuncia al yugo [ 3 ] y las flechas [ 4 ], símbolo de los Reyes Católicos, y la desaparición de la cruz de Borgoña [ 2 ], que identificaba a los ejércitos españoles y fue adoptada para las banderas de España tras el matrimonio de Juana I de Castilla, hija de los Reyes Católicos, con Felipe el Hermoso, archiduque de Austria. Estuvo presente en los escudos de armas y en nuestras banderas, tanto de tierra como de mar, desde 1506 hasta Juan Carlos I. Fue importante también para el Monarca actual el cambio en el color en el paño [ 1 ], que es rojo carmesí, en vez de azul. En realidad, el escudo de Don Felipe mantuvo la mayoría de símbolos del escudo de su padre, como el cuartelado en cruz de Castilla, León, Aragón y Navarra, aunque el esmalte del león [ 5 ] pasó a ser púrpura, en lugar de gules, y la granada de sinople adaptó su color natural.normal izquierda 1971 El Príncipe posa de niño para la retratista Betsy Westendorp, en presencia de la Reina Doña Sofía. izquierda 1986 Don Felipe, en uno de los bustos del escultor abulense Santiago de Santiago. El primero se lo hizo en 1971, cuando el Príncipe tenía tres años. izquierda Principios de la década de 1980 Retrato pintado por Ricardo Macarrón, con el uniforme de etiqueta del Ejército de Tierra. izquierda 1995 Retrato del Príncipe Felipe con el uniforme de la Marina Real Española, pintado por Ricardo Sanz. izquierda 2008 Retrato de los Príncipes de Asturias, obra de Ricardo Sanz, cuatro años después de su boda. izquierda 2014 Retrato de Antonio de Felipe, que el pintor valenciano realizó con motivo de la llegada al Trono de Felipe VI.Solo el año pasado, la Familia Real recibió 301 regalos. De todos ellos, 150 estuvieron destinados al Rey Felipe VI, 72 a la Reina Letizia y los 14 restantes a la princesa Leonor. Para mantener la transparencia, la Casa Real publica cada año en su página web la lista de obsequios recibidos. En enero de 2015, además, se anunció que la Familia Real no podrá viajar gratis en vuelos comerciales, aceptar regalos personales «que puedan comprometer la dignidad de sus funciones institucionales» ni beneficiarse de favores ofrecidos en condiciones ventajosas. Al mes de su proclamación, el nuevo equipo del Rey Don Felipe también elaboró una normativa interna para regular los regalos recibidos, que quedó limitada a los Reyes y sus hijas la Princesa de Asturias y la Infanta Sofía. Con solo quince años, el Príncipe de Asturias salió por primera vez al extranjero en representación de España. El destino fue Colombia, donde incluso pasó revista a las tropas. Antes de convertirse en Rey visitó 60 países en casi 200 viajes oficiales en nombre y al servicio de los españoles, convirtiéndose en uno de los príncipes más viajeros de nuestra historia. Tras su proclamación, Felipe VI ha sido también uno de los monarcas más viajeros del mundo con 113 viajes internacionales. El año con más salidas fue 2022, con 16. Y los países más visitados, Francia, con 15; Gran Bretaña, con 9, y Estados Unidos, con 7.Créditos Infografía Laura Albor, Javier Torres y Julián de Velasco Ilustraciones: Julián de Velasco Desarrollo: Jorge García Gómez Diseño: Rodrigo Parrado Fuentes: Casa Real y elaboración propia con informaciones publicadas en ABC
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