La terapia CAR-T tiene una historia breve pero ha conseguido en este tiempo que los oncólogos pierdan el miedo a hablar de curación. En estos últimos años ha revolucionado el tratamiento del cáncer, sobre todo de tumores hematológicos como la leucemia, los linfomas y el mieloma. Actúa utilizando el sistema inmune del enfermo para atacar al tumor, como una terapia a la medida de cada persona y en muchos casos se ha convertido en la tabla de salvación de muchos pacientes donde fracasan los tratamientos tradicionales.Pero no solo hay buenas noticias. Frente a las luces también hay alguna sombra. En noviembre de 2023, las autoridades sanitarias de Estados Unidos emitieron una advertencia sobre el riesgo de aparición de cánceres secundarios entre los pacientes tratados que no estaban relacionados con el tumor original. Esa llamada de atención fue un primer aviso para otras agencias del medicamento que también empezaron a escudriñar sus tratamientos. Este lunes la Agencia Española del Medicamento ha informado que, tras examinar los pacientes tratados, ha identificado 38 casos de tumores malignos secundarios, entre los 42.500 pacientes que habían recibido una terapia CAR-T. Actualmente existen seis de estas terapias autorizadas en la Unión Europea e indicadas para ciertas neoplasias hematológicas de diferentes compañías farmacéuticas. Estas son: Yescarta, Tecartus, Carvykti, Abecma, Breyanzi y Kymriah y cuatro de ellas están comercializadas en España.Noticias Relacionadas estandar No Terapia CAR-T Miguel Ángel Perales: «He visto resultados increíbles contra el cáncer» Nuria Ramírez de Castro estandar No Informe de la Agencia del Medicamento Sanidad detecta 94 casos de un raro linfoma vinculado a implantes de mama en España Nuria Ramírez de CastroEn la mitad de los casos informados se realizaron pruebas adicionales, obteniendo resultados positivos en siete de ellas para el transgén CAR, lo que sugiere que las propias células que se encuentran en las terapias administradas podrían estar involucradas en el desarrollo del nuevo tumor. La Agencia del Medicamento informa de que los nuevos tumores tardaron en aparecer desde algunas semanas hasta años después de la administración de la terapia CAR-T. Por eso, recuerda la importancia de realizar una vigilancia durante toda la vida del paciente para detectar estas posibles neoplasias secundarias, es decir, diferentes al diagnóstico del cáncer original del paciente. Y advierte que esta recomendación es aplicable también a las terapias de fabricación no industrializada, los llamados CAR-T académicos que se hacen también en hospitales españoles y no dependen de compañías farmacéuticas.Solo en un 6,5%La notificación del Ministerio de Sanidad llega una semana después de que la revista científica ‘The New England Journal of Medicine’ calificara de «bajo» el riesgo de tumores secundarios tras estudiar a más de 700 pacientes tratados en el Servicio de Salud Stanford Medicine en Estados Unidos. Para llegar a esta conclusión este estudio siguió la evolución de 724 pacientes que recibieron este tipo de tratamientos desde el año 2016. De ellos, 14 desarrollaron otro tumor de la sangre, pero solo uno fue un linfoma de células T que podría ser consecuencia directa de la terapia. Además, los análisis posteriores descartaron esta relación. Los resultados son claros: el riesgo es de alrededor del 6,5% en los tres años posteriores a la terapia. En el único caso de cáncer de células T secundario fatal, los investigadores descubrieron que probablemente se debía a la inmunosupresión causada por la terapia con células CAR-T, más que a las células CAR-T. El sistema inmunológico comprometido permitió que células cancerosas preexistentes, pero no detectadas previamente, crecieran explosivamente en el paciente.Mucho más que un medicamentoLa terapia CAR-T es mucho más que un medicamento, es un tratamiento personalizado para cada enfermo y por eso es tan costoso. El proceso comienza extrayendo los linfocitos T de la sangre del paciente que son los responsables de coordinar la defensa del sistema inmune del organismo. Después se envían a un laboratorio especializado para modificarlos y preparar estas células en un arma contra el cáncer, preparadas para dar caza a las células cancerosas. Por último, se transfunden de nuevo al organismo.No solo se han convertido en una opción contra el cáncer, sino en una nueva oportunidad para tratar enfermedades de difícil tratamiento como es el lupus .
Leave a Reply