Transparencia como principio de gobernanza

El 19 de junio de 2014, las Cortes Generales proclamaron al hasta entonces Príncipe de Asturias como Rey de España, con el nombre de Felipe VI. Ante esas mismas Cortes, Felipe VI prestó juramento de desempeñar las funciones que la Constitución española de 1978 le atribuye como jefe del Estado, como también guardar y hacer guardar las leyes y respetar los derechos de los ciudadanos y las comunidades autónomas. El titular de la Corona representa la más alta magistratura del Estado siendo su máxima autoridad.Este aniversario dista escasos meses de otro décimo aniversario en nuestro sistema democrático como ha sido el de la aprobación de la Ley 19/2023, de 19 de diciembre, de transparencia, acceso a la información pública y buen gobierno. La nueva jefatura del Estado se inició al tiempo que se sancionaba una ley que plasma un cambio importante en nuestra cultura democrática e institucional.La transparencia como principio de gobernanza afecta a la rendición de cuentas de las decisiones adoptadas conforme a derecho por las instituciones y por las personas que ostentan su representación y las componen. Podría pensarse que la máxima autoridad del Estado -que en nuestro ordenamiento tiene más auctoritas que potestas- podría tener un ámbito reducido de obligaciones de transparencia. Transparencia es la debida explicación de la adopción de decisiones acorde a derecho y a los principios constitucionalesSin embargo, todas las instituciones del Estado, sin excepción, están sometidas al cumplimiento de las leyes y ningún ciudadano está por encima de otro. La Corona y la Casa del Rey no son una excepción. Por su estructura constitucional la Corona tiene exigencias y afronta riesgos institucionales también mayores. Al tratarse de una institución cuya sucesión es hereditaria la incursión en falta de transparencia podría conllevar riesgos que afectan a su propia legitimidad. La extraordinaria situación de que una institución del Estado se solape, a su vez, con la vida familiar, ha conllevado situaciones difíciles en estos diez años de mandato. No han faltado momentos en que hubo que adoptar decisiones institucionales complejas y que fueron abordadas con alta responsabilidad institucional y la requerida rendición de cuentas. Es en estas situaciones de adopción de decisiones en las que se manifiesta la transparencia como principio de gobernanza: transparencia no son solo datos y documentos publicados para cumplir con el derecho de acceso a la información pública, sino la debida explicación de la adopción de decisiones acorde a derecho y a los principios constitucionales. Puesto que la legitimidad de la Monarquía depende de estos principios, la transparencia se erige como uno de los principales principios e instrumento para consolidarla y preservar el respeto de los ciudadanos.SOBRE EL AUTOR Prof. Dra. Silvina Bacigalupo Presidenta de Transparency International-España y Catedrática de Derecho Penal (UAM)