El Gobierno se quiere hacer ‘un Telefónica’ con otra gran empresa estratégica del Ibex, Naturgy. Y es que, según ha podido saber ABC de fuentes próximas a La Moncloa, tras la ruptura de las negociaciones entre la compañía de los Emiratos Árabes Taqa y el brazo inversor de la Caixa, Criteria, en su opa conjunta sobre la energética española, el Ejecutivo de Pedro Sánchez vuelve a plantearse a través de su ariete monclovita, la SEPI , su desembarco en Naturgy al más puro estilo de lo hecho con la principal operadora del país. Preservar la «españolidad» en una empresa estratégica para la economía del país y garantizar «un accionariado estable» para cumplir su ambicioso plan estratégico actual, son sus objetivos… y también sus excusas para hacerlo lo antes posible, y sin tener siquiera unos Presupuestos de los que tirar.Ya en el pasado, el Gobierno se había planteado, en una primera acometida, tomar una participación en Naturgy cercana al 10%, tal y como ha hecho en Telefónica, en un momento en el que l as aguas accionariales en la compañía gasista eran más que turbulentas , conocidas las intenciones de venta de los fondos CVC (con el 20,7%) y GIP (Global Infraestructure Partners, con un 20,6%), por considerar ambos acabado su ciclo inversor en la española.Ante el temor de una retirada de ambos fondos poco adecuada en estos momentos para la empresa estratégica, el Estado deslizaba entonces que era harto urgente buscar un socio industrial que hiciera piña con Criteria en el accionariado de la energética. La alternativa, si no, era la SEPI. El temor se fundamentó en evitar a toda costa que esta cayera en manos extranjeras , sobre todo, por un lado, en las tripas de algún nuevo fondo de inversión con vistas a no permanecer a largo plazo, con una nacionalidad, digamos, poco «conveniente» para una empresa considerada extremadamente estratégica para el país, o con interés en la gobernanza; o, por otro, evitar caer en las ‘garras’ de un actor que ya había intentado lanzar su opa por sorpresa y sin contar con la aprobación del resto de accionistas: los australianos de IFM (International Financial Management), que cuentan con un 15% del capital de Naturgy.El mundo Caixa entra en acciónY tras la tormenta… más tormenta, si bien se buscaba la calma. El mundo Caixa decidió entrar en acción . A través de Criteria Caixa, principal accionista de Naturgy con el 26,7% de participación, y ya bajo las riendas del nuevo CEO, Ángel Simón, mano derecha del presidente Isidro Fainé, se hizo pública la búsqueda de nuevos socios para dar estabilidad al núcleo duro de la compañía. No en vano, la propia Criteria, en la última junta de accionistas de Naturgy, a principios del pasado mes de abril, quiso dejar por escrito su apoyo explícito al plan de transformación en el que está inmersa la compañía, liderado por el equipo directivo que encabeza su presidente ejecutivo, Francisco Reynés.El caso es que la próxima semana se habrían cumplido dos meses desde que arrancaran los contactos entre Taqa y Criteria para buscar una fórmula que permitiera dar salida a CVC y GIP del accionariado. Fuentes del mercado reiteran que como ambos fondos consideraban cumplido su ciclo inversor en Naturgy tenían la voluntad de salir del accionariado con plusvalías. De ahí su interés en la fórmula de la opa Criteria-Taqa, en la que se había acordado previsiblemente vender a 27 euros la acción, cuando en su momento pagaron por cada título 19 euros. GIP entró en el capital en 2016, adquiriendo un 10% a la propia Criteria y otro 10% a Repsol: mientras, CVC llegó en 2018, tras comprar el 20% que aún tenía la petrolera española en la gasista, entonces Gas Natural Fenosa. Sea como fuere, la opa conjunta Criteria-Taqa no ha podido ser, y ahora el brazo inversor de La Caixa vuelve a la casilla de salida. Todas las alternativas están abiertas , incluso, quién sabe si volver a intentar reabrir conversaciones con la propia Taqa, por muy imposible que parezca. Pero urge encontrar un socio industrial que les ayude a ratificar su vocación de inversor de largo plazo, comprometido con el proyecto industrial de Naturgy, y que mantenga la españolidad de la empresa tal y como exige el Gobierno.Ventana de venta de GIPPor ello, y en el mientras tanto, las fuentes próximas a la Moncloa explican que tienen puesta la vista en la participación de GIP , en manos del fondo BlackRock, liderado por Larry Fink, que se mantiene a la espera del ‘OK’ definitivo desde el Gobierno para realizar la compra, para después ya en el accionariado de Naturgy aplicar su política estratégica como en el resto de sus participadas. De hecho, fuentes financieras aseguran a este periódico que si bien el equipo de Fink aún no ha desvelado sus planes sobre la energética española, seguirá en la línea con el resto de sus posiciones en otras empresas estratégicas. Por tanto, «los dos consejeros de GIP que actualmente se sientan en la mesa de gobierno de Naturgy quedan a la espera de la decisión del inversor, si bien la postura es siempre descartar estar representado en el consejo, tal y como sucede en el resto de sus participaciones del Ibex».Las fuentes confirman también que el fondo de Fink reducirá su posición en Naturgy, con opa o sin opa, y de ese 20% que heredaría se quedaría con un máximo de entre un 5 y 7% , lo que dejaría en venta entre un 15 y un 13% de la participación. Precisamente «la ventana, en la que el Gobierno ha puesto sus esperanzas, comprando poquito a poquito a precios de mercado adecuados, y si Criteria no encuentra otro socio industrial con el que ir de la mano en el plan estratégico de Naturgy».Por ello, las fuentes financieras están convencidas de que BlackRock logrará el sí a la ‘idoneidad’ de su adquisición dados los intereses del Gobierno en la venta de parte de su participación, una operación que podría arrancar a finales de septiembre.
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