Las monjas de Belorado continúan en lo que se podría catalogar como todo un ‘culebrón eclesiástico’. Este viernes finaliza el plazo para que comparezcan ante el Tribunal Eclesiástico de Burgos y se retracten del delito de cisma en el que han incurrido. Como era de esperar, no han acudido y han dado sus motivos: «Las diez hermanas citadas a comparecer ante un ‘tribunal eclesiástico’, de cuya jurisdicción nos hemos separado, no teniendo capacidad, dicho ‘tribunal’, de jurisdicción sobre nosotras, para imponer ‘penas espirituales’ como lo es la farsa de excomunión».Al no retractarse del delito, las clarisas quedarán oficialmente fuera de la comunión de la Iglesia, puesto que la pena prevista por el Código de Derecho Canónico, excomunión ‘latae sententiae’, sería aplicable desde el momento en que han renunciado a su defensa en el plazo establecido por el Tribunal. Sin embargo, en el comunicado que las monjas han realizado, expresan que «cualquier pena o sanción canónica, impuesta por quienes no son obispos, ni válidos, ni legítimos, ni tienen poder sobre las almas, carecen de efectividad, son nulas e írritas». También añaden que han enviado su respuesta -firmada por las diez monjas- al arzobispo de Burgos, Mario Iceta, donde muestran su «unánime e irreversible posición, tomada por fidelidad a Cristo y su Iglesia Católica, por quienes estamos dispuestas a dar la vida». (Noticia en ampliación)
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