No sólo en política se ven batallas que truncan la carrera de alguien que al final queda absuelto judicialmente de todos los cargos. Le ocurrió a Francisco Camps . En el deporte, a Marta Domínguez . Y en el cine a Kevin Spacey . Corren ríos de tinta y los afectados merecen al menos la justicia de que contemos el final de sus problemas con la ley. En España los casos relativos a la SGAE fueron sonados. El último, ‘La rueda de las televisiones’, hizo mucho ruido. Y destruyó más de una carrera. Sorprende que, como los anteriores casos judiciales, al final ha quedado en nada. Noticia Relacionada estandar No SGAE hace entrega de sus 12 Medallas del 125 Aniversario: «La cultura no es de un lado o de otro, es de todos»La historia de Nuria Rodríguez , la editora musical responsable de Atresmedia durante años, cambió con el caso. Escuchas e informes policiales pusieron en solfa su nombre y su desempeño dentro de aquella batalla entre los editores tradicionales y los operadores de TV. La pugna por el control del reparto en la entidad llevó a cambiar baremos y a utilizar músicas levemente editadas o, en ocasiones, casi inaudibles, para ampliar la facturación. Hoy, después de ocho años de proceso, Nuria Rodríguez ha quedado totalmente absuelta. Pero como en algún punto perdió su puesto de trabajo, ahora esa justicia tardía es menos justa . Una profesional«Yo he sido honrada siempre, profesional, lo que pasa es que te ves envuelta de repente en una guerra de empresas con intereses en el mismo mercado. Yo defendí con denuedo mi trabajo», comenta Rodríguez a ABC, tantos años después. Durante la instrucción, los medios publicábamos frases de sus reuniones, consignadas por los agentes que investigaban el caso, así como comentarios de todos los implicados. «Han sido ocho años de instrucción, sin avances significativos. Los tiempos en los que se mueve la justicia se convierten en un problema muy grande cuando te encuentras en una situación así, porque al final la imputación te condena». Esa es la pena que ha tenido que superar: «Simplemente se empaña, se enturbia tu reputación y cuando ves que al final todo queda en nada, pero todo ese daño está ahí, ¿qué puedes hacer?». Nueva empresaPara salir adelante, ha fundado una nueva empresa, Taboada Music Publishing . «Me considero una persona bastante fuerte, es la primera vez que hablo de estas cosas. Emocionalmente te afecta muchísimo y te desmantela, pero, bueno, mi crecimiento como persona también ha sido enorme», confiesa. ¿Cómo lo recuerda hoy, tras ser absuelta? «Yo hacía mi trabajo de la mejor manera posible, de forma correcta, moralmente intachable». Y siendo una batalla tan cruenta, ¿no hubo excesos por todas o alguna de las partes? «Yo hablo de mi trabajo. Lógicamente, no voy a hablar de los demás. Se entró en una guerra, efectivamente, en lo personal, había vísceras, fue algo muy feo, porque el objetivo era la desaparición de un modelo de negocio, no tanto el acierto en el reparto. El reparto tiene que ser equitativo, pero si tiene más peso un interés u otro, sea el que sea, no lo va a ser». Niega que se limitase al repertorio de los programas nocturnos, «era una de las cosas que hacía, pero también se grabaron discos, conciertos, había un negocio más allá de lo que se publicó. Mantengo conexiones en muchos países de los que ahora represento catálogos en España y viceversa, ellos representan los míos». Nuria Rodríguez ha recompuesto su carrera con enorme esfuerzo y la sombra de todo aquello no juega a su favor. Ahora quiere demostrar que sigue siendo una profesional competente, sigue «a la busca del mayor número posible de éxitos, profesionalmente hablando».
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