La industria farmacéutica perseguía como si fuera El Dorado un medicamento para adelgazar de forma segura y eficaz. Tras numerosos intentos fallidos, llegaron semaglutida y tirzepatida , más conocidos por sus nombres comerciales, Ozempic y Mounjaro. El primero, del laboratorio Novo Nordisk, se ha convertido en uno de los fármacos más buscados en España por una legión de pacientes a los que les toca peregrinar de farmacia en farmacia por su alta demanda . Desde el 1 de julio, habrá una alternativa de la farmacéutica Lilly que también es un inyectable semanal y llega precedida por ensayos clínicos donde se demuestra su superioridad , tanto frente a la diabetes como en el control de la obesidad. Como su principal competidor, Mounjaro solo se prescribirá con receta y supervisión médica. Llega a las farmacias sin financiación pública, ni para el tratamiento de la diabetes ni como fármaco contra la obesidad. El laboratorio Lilly ha preferido salir al mercado antes de pelearse por su entrada en la cartera pública de tratamientos. Aún se mantienen conversaciones con el Ministerio de Sanidad y, a diferencia de NovoNordisk que solo pidió financiación para los pacientes con diabetes, se pedirá también para obesidad. El nuevo medicamento se comercializará en dos dosis de 5 y 10 miligramos con un precio de 270 euros y 358 euros al mes , respectivamente. Es un precio algo superior a Ozempic, cuyas inyecciones mensuales comienzan en los 140 euros. Noticias Relacionadas estandar Si Ozempic, Lexatin y 800 medicamentos más no se encuentran en las farmacias Elena Calvo estandar No La diferencia entre Ozempic y Wegovy, el último fármaco contra la obesidad que llega a España Nuria Ramírez de CastroA España aún no llegará la dosis más alta de Mounjaro de 15 miligramos, al menos no por ahora. José Antonio Sacristán, director médico de Lilly justificó este lunes durante la presentación de su nuevo medicamento que las presentaciones de 5 y 10 mg. que se pondrán a la venta abarcarán el tratamiento de la mayoría de los pacientes. Además, se han preparado para una alta demanda y para hacer frente a los problemas de desabastecimiento que ha tenido su predecesor. Se ha multiplicado por tres la capacidad de producción de todas las plantas se han creado otras nuevas. En un año se han creado cien nuevos puestos de trabajo directos para entrar en el negocio de la obesidad, asegura la compañía farmacéutica. «No es para uso cosmético»Si semaglutida fue una revolución en el cuidado de ambas condiciones, tirzepatida (Mounjaro) supone un paso más, aseguraron este lunes durante su presentación los representantes de las sociedades científicas implicadas: la Sociedad Española de Endocrinología, de Diabetes, de Obesidad y la de Medicina Interna. Pero llega con una advertencia: «No está pensado para un uso cosmético. Si no tienes obesidad, este medicamento no le va a hacer a nadie ningún favor y puede causar efectos hormonales no deseados a largo plazo», recordó Mar Malagón, presidenta de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad.Como Ozempic, el tratamiento está solo pensado en personas que no logran controlar su diabetes y sobrepeso con los fármacos convencionales o con cambios en estilos de vida, ya sea con una mejor alimentación o con ejercicio físico.¿Por qué es superior?Aunque trata las mismas condiciones, Mounjaro es un medicamento diferente que Ozempic. Reduce el apetito, mejora la sensación de saciedad, retrasa el vaciado gástrico y aumenta la producción de insulina para perder peso y controlar la glucosa, igual que su competencia. Pero actúa sobre dos receptores hormonales diferentes: GLP-1 y GIP, lo que potencia su acción y favorece su tolerancia al fármaco. Si hay algún paciente resistente a los fármacos con semaglutida, se cuenta con una nueva opción terapéutica.Su mecanismo de acción, además de favorecer el control glucémico, hace que disminuya el apetito, aumente la sensación de saciedad y se reduzca el exceso de grasa, incluida la visceral que se acumula en el perímetro de la cintura. «Este es un indicador que nos demuestra que no solo se pierde peso sino que se pierde grasa», explicó Javier Escalada, presidente de la Fundación de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición. Se pierde grasa hepática y abdominal y también se logra antes de tiempo que otras alternativas. Hasta 23,6 kgEn personas con diabetes tipo 2 ha demostrado una reducción del peso y del control glucémico superior en todas las dosis estudiadas. Más del 90% de las personas con diabetes 2 logra su control y la normalización en la mitad de los casos tratados. «No se puede hablar de curación de la diabetes porque es una enfermedad crónica, pero sí de su reversión», asegura Escalada. En cuanto al peso, se han visto pérdidas de hasta el 22,5% que traducido en kilos alcanza los 23,6 kg en año y medio de tratamiento y cuatro de cada diez pacientes tratados lograron adelgazar más de 25 kilos. La pérdida media de peso fue de 12,4 kg. frente a los 6,2 kg con semaglutida/Ozempic. Y con estas pérdidas se vio una mejora del perfil cardiometabólico, entre ellos una bajada de los niveles de colesterol y de la tensión arterial, aunque no existen estudios específicos sobre las mejoras de las condiciones cardiovasculares.Efecto rebote y otros problemasComo otros medicamentos similares, los efectos secundarios también son similares. Los principales son las molestias gástricas (náuseas, diarrea, estreñimiento…) que suelen desaparecer con el tiempo y mejoran si se toma de forma gradual, empezando con la dosis más baja. Tampoco se libra del llamado efecto rebote del Ozempic, aunque los médicos insisten en que más que un efecto rebote se trata de un fármaco que está pensado para una condición crónica. Si se deja de tomar, desaparece su ‘magia’.Otra mala noticia es que la pérdida de grasa visceral va acompañada de una pérdida de masa muscular, como en otros tratamientos similares, que debe contrarrestarse con un mayor consumo de proteínas y de actividad física, explicaron los expertos. Solo existe una contraindicación clara para tomarlo, aunque esté indicado: estar embarazada, haber sufrido una pancreatitis o tener antecedentes familiares de carcinoma medular de tiroides. Se trata de un tumor raro que no está relacionado con el cáncer de tiroides más habitual.
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