Es difícil imaginar que la noticia de la muerte de un millar de peregrinos a Santiago, por agotamiento durante las etapas a pie en el Camino, o de otros tantos en los aledaños de la Plaza de San Pedro en Roma, no despertase una ola mundial de asombro y de estupor. Pero algo de esto ha ocurrido en el corazón del islam, la ciudad de La Meca , la semana pasada. Las autoridades saudíes elevan a 1.301 el número de peregrinos musulmanes muertos en La Meca durante el hach, la peregrinación anual a la ciudad santa, celebrada en los últimos días. La mayoría de los fallecidos murieron por problemas debidos a la insolación, y los hospitales no descartan que suba la cifra. Las temperaturas alcanzaron los 51 grados celsius, algo no del todo inusual en esa zona del desierto y en estas fechas.Noticia Relacionada estandar No El número de muertos en la peregrinación de La Meca supera los 1.000Riad se justifica con el argumento de que la inmensa mayoría de los muertos durante la fiesta del hach -que concentra a más de un millón de fieles musulmanes- eran ‘ilegales’, es decir, peregrinos que acudieron a La Meca por sus propios medios o con la ayuda de organizaciones no oficiales para abaratar los costes. Arabia Saudí pone a la venta durante la peregrinación hasta 1,8 millones de pases (solo para musulmanes, los demás tienen prohibida la entrada en La Meca), con un coste de varios miles de euros cada uno. El pase oficial de peregrino da acceso a autobuses con aire acondicionado, alojamiento, comida y agua.Musulmanes pobresLa inmensa mayoría de los que acuden a la ciudad santa de Mahoma estos días son musulmanes pobres, que quieren cumplir con el quinto mandamiento o ‘pilar’ de su religión: la peregrinación a La Meca al menos una vez en la vida. El ‘hach’ constituye además una expresión de unidad y solidaridad entre musulmanes. Mahoma le confirió, además, una virtud similar a la del sacramento de la penitencia entre los católicos: una peregrinación a La Meca bien hecha borra los pecados cometidos.La norma no obliga a los enfermos o a los que no cuentan con medios económicos, pero tradicionalmente un ejército de compañías en el mundo del islam ofrecen la posibilidad de un viaje «en los márgenes del sistema» para hacerlo económicamente accesible. Es una situación conocida y tolerada por Arabia Saudí desde siempre.Riad, que invierte miles de millones de dólares en el fútbol europeo y en grandes empresas occidentales, recibe con frialdad el drama de las peregrinaciones a La Meca de los más indigentes del mundo musulmán, y culpabiliza a los gobiernos de las grandes naciones musulmanas de no controlar la salida de sus peregrinos. Se calcula que la mitad de los muertos de la semana pasada -unos 500 o 600- eran fieles egipcios. El ‘New York Times’ afirma que al menos once tenían nacionalidad norteamericana. Tras una reunión de urgencia, el Gobierno egipcio anunció el cierre de 16 empresas de ‘turismo religioso’ ilegales.La peregrinación a La Meca, al menos una vez en la vida, es sin duda una prueba de esfuerzo. Durante varios días, oleadas de peregrinos -hombre y mujeres por separado- vestidos de acuerdo al protocolo, caminan kilómetros y cumplen con un extenso ritual de acciones y oraciones en varios puntos sagrados, relacionados con Mahoma, dentro y fuera de La Meca. Para entrar en la ciudad se requiere un visado especial, que este año no tenían centenares de miles de peregrinos, por lo que fueron obligados a permanecer fuera, en el desierto, caminando hasta la extenuación bajo un sol de justicia.
Leave a Reply