Brexit y Covid: el fatídico lustro que configuró el naufragio ‘tory’

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Brexit y Covid: el fatídico lustro que configuró el naufragio ‘tory’

Los conservadores han enfrentado una serie de desafíos en los últimos cinco años, tras 14 en el poder, que contribuirán a la derrota electoral que prevén las encuestas para hoy. La salida del Reino Unido de la Unión Europea ha sido un proceso largo y complicado, que ha generado una gran incertidumbre económica y política. La implementación del Brexit ha tenido efectos mixtos, afectando negativamente a algunas industrias y perjudicando la percepción pública del Gobierno. Además, la gestión de la pandemia , cuyo primer confinamiento fue sólo tres meses después de que Boris Johnson ganara las generales de diciembre de 2019, ha sido objeto de numerosas críticas, desde las decisiones sobre los encierros y el suministro de equipos médicos hasta las medidas y restricciones para controlar la crisis, que impactaron no sólo la economía sino la vida cotidiana de los ciudadanos.Durante este período, el Partido Conservador ha sido sacudido por varios escándalos políticos y controversias que han erosionado la confianza pública en el Gobierno. Por ejemplo, durante el liderazgo de Johnson surgió el ‘Partygate’, cuando funcionarios gubernamentales fueron acusados de violar las restricciones del confinamiento. Después, Liz Truss asumió el poder brevemente, sólo para ser reemplazada por Rishi Sunak , tras hacer colapsar los mercados financieros y renunciar, lo que generó más incertidumbre y divisiones internas dentro de los ‘tories’.Noticia Relacionada estandar Si Más de 300 millones invertidos en la política migratoria de Ruanda se perderán con la derrota de los conservadores Ivannia SalazaR | Corresponsal en LondresLa crisis económica, caracterizada por la inflación, el aumento del coste de vida y los problemas en la cadena de suministro, también ha afectado gravemente la economía británica y muchos ciudadanos culpan al Gobierno conservador de no haber manejado adecuadamente estas crisis. Además, el debate sobre la inmigración y el polémico plan de enviar solicitantes de asilo a Ruanda ha generado controversia y críticas tanto dentro como fuera del partido y en las últimas semanas, la polémica de las apuestas sobre la fecha de las elecciones en el seno del Ejecutivo han añadido otro punto de conflicto, exacerbando así las divisiones internas y la percepción negativa de la formación. La visión general parece ser que los conservadores no han cumplido con las promesas hechas durante la campaña de 2019 y después de aquellas elecciones y que han gestionado mal situaciones clave, sobre todo en un momento en el que servicios públicos como el NHS (Sistema Nacional de Salud) están al borde del colapso.Estos factores, entre otros, han contribuido a una disminución significativa en el apoyo a los ‘tories’ y han favorecido a sus oponentes políticos, sobre todo a los laboristas, que ahora se preparan para una gran victoria en las urnas; aunque sin restarle importancia a partidos como Reform UK, de Nigel Farage , que amenaza con quedarse con el apoyo de muchos votantes más a la derecha de las filas conservadoras. Cambio históricoEn este contexto, la amplia ventaja de alrededor de 20 puntos de los laboristas en las encuestas de opinión apenas ha cambiado desde que Sunak convocara las elecciones del 4 de julio y se da por sentado que Keir Starmer ganará, aunque está por confirmarme la magnitud de la victoria. Una sucesión de MRP, megaencuestas de decenas de miles de votantes que proyectan resultados a nivel local, sugiere que algunos escaños conservadores que antes eran seguros ahora están en juego. El MRP de Savanta publicado el 19 de junio proyectó que la oposición podría ganar 516 escaños en la Cámara de los Comunes , compuesta por 650 escaños, con los conservadores quedándose en sólo 53; mientras que la consulta de YouGov del mismo día proyectó 425 escaños para los laboristas y 108 para los ‘tories’.El cambio se prevé histórico, aunque el todavía ‘premier’, a título individual, también ostenta sus propias medallas: es el primer ministro británico de origen indio, el primero de religión hindú y, con 42 años, fue el más joven en asumir el cargo en más de dos siglos. Es la persona más rica que ha vivido en el número 10 y, por si fuera poco, podría cerrar con todo lo contrario a un broche de oro sus andanzas políticas convirtiéndose en el primer ‘premier’ en perder su escaño. Algunos analistas defienden que, en un contexto tan complejo, era difícil que él sólo pudiera cambiar el rumbo de una derrota anunciada, en la que además juega otro factor: el cambio en la forma en que la gente ve al Partido Laborista, más al centro que el de Jeremy Corbyn .Rishi Sunak, el más joven en asumir el cargo en más de dos siglos, podría ser el primer ‘premier’ en perder su escaño«Son los últimos cuatro años, y especialmente personas como Liz Truss, las que han destruido la competencia económica» de los conservadores «a ojos del público», considera Tom Egerton , coautor de ‘The Conservative Effect 2010-2024: 14 Wasted Years?’ (‘El Efecto Conservador 2010-2024: ¿14 años perdidos?’), un estudio publicado la semana pasada. «Después de catorce años de gobierno conservador, es justo preguntarnos qué cambió para mejor o peor. El país enfrentó desafíos significativos como la austeridad, el Brexit y el Covid: ¿estos obstaculizaron la capacidad del Gobierno para lograr un impacto más duradero?». Son algunas de las preguntas de un análisis en el que diversas voces autorizadas examinan el impacto ‘tory’ en una amplia gama de áreas durante estos años.Una de ellas es Meg Russell , profesora de Política Británica y Comparada y directora de la Unidad de la Constitución del University College de Londres, quien considera que «la gestión del Gobierno, en particular después del Brexit, afectó la estabilidad y las normas constitucionales»; y opina que «gran parte de lo sucedido durante este período en términos de Gobierno, Parlamento y constitución fue muy poco conservador», desviándose considerablemente de las tradiciones del partido.El factor económicoEn la investigación ‘Los Conservadores y la Economía, 2010-2024’, los autores Paul Johnson , director del Instituto de Estudios Fiscales; Carl Emmerson , director adjunto; y Nick Ridpath , investigador de temas económicos, concluyen que «el período comprendido entre 2010 y 2024 ha sido extraordinario desde un punto de vista económico. Durante la mayor parte de este período, las tasas de interés estuvieron en su nivel más bajo en la historia. Los ingresos crecieron a su ritmo más lento en más de 200 años. Entre 2010 y 2019 se produjeron los recortes más grandes y sostenidos del gasto público desde la Segunda Guerra Mundial», unos cambios que «aceleraron una tendencia que favoreció a las generaciones mayores y a aquellos con activos sustanciales, en detrimento de las generaciones más jóvenes». Para estos especialistas, «la inversión privada y la intensidad comercial cayeron en relación con nuestros competidores después del voto y la implementación del Brexit» y el divorcio «llevó a una completa reevaluación de nuestros vínculos comerciales con la Unión Europea, creando una enorme incertidumbre económica. La respuesta a la pandemia de Covid involucró niveles sin precedentes de soporte público a la economía y un endeudamiento a una escala aún mayor que durante la crisis financiera que marcó el contexto del período en su conjunto». Y, por si fuera poco, «los impuestos aumentaron más durante 2019-2024». John Curtice , el mayor experto en análisis de encuestas del Reino Unido y profesor de Política en la Universidad de Strathclyde, considera que la postura del Partido Laborista sobre el Brexit influye en quienes tienen la intención de votar por el partido hoy. «Si las encuestas de intención de voto son correctas, entonces para el final de esta semana Sir Keir Starmer será el nuevo residente del número 10 de Downing Street» . Pero matiza que «no se espera que el nuevo gobierno busque revertir el Brexit (…). El partido ha reiterado durante la campaña que, aunque espera mejorar el acuerdo del Brexit negociado por Boris Johnson, un gobierno laborista no se uniría al mercado único ni a la unión aduanera, y mucho menos contemplaría solicitar volver a la UE».El experto asevera que «una de las razones principales por las que el laborismo aceptó el Brexit fue la creencia de que el partido necesitaba reconectar con los muchos exvotantes laboristas que votaron a favor del Brexit en 2016 y luego respaldaron a Boris Johnson en 2019. Sin embargo, las actitudes hacia el Brexit han cambiado desde 2019 , y en los últimos dos años en particular, sólo una encuesta ha informado que más personas votarían por permanecer fuera de la UE que las que respaldarían lo contrario en un referéndum celebrado ahora» y detalla que «esto se refleja en la última encuesta de Redfield & Wilton, que estima que el 61% votaría por volver a unirse, mientras que el 39% respaldaría permanecer fuera».

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